Guadalcanal año 1972

Próxima parada Macarena, no se bajen hasta que no ponga la balita, cuidado con la cabeza al bajar”.

Ésta era la frase que repetía Carmelo, el del coche correo, al bajar de la estación con aquella camioneta matricula de Granada al llegar a la esquina del Coso con la calle Concepción, si allí se encontraba el Bar Macarena de Luis Galeote.

La balita era un protector rudimentario de fabricación casera que introducía en la cerradura de la puerta de bajada y subida de los viajeros, esa puerta que si no te agachabas te  podía hacer un bollo en la cabeza.

De las vacaciones de mi juventud en Guadalcanal, recuerdo especialmente aquellas calurosos días de Agosto del verano del 75. Nos reuníamos todas las noches un grupo de amigos en el bar Macarena de nuestro amigo Luis (QDC.) para hablar, recitar o cantar en aquella época de lo prohibido. Entre ellos recuerdo a los hermanos Gómez (Ignacio, Manolo y Esteban), su primo Pedro, Joaquín Molero, su primo Eugenio, Jacobo Moyano, Francisco Espínola, Rafa Panza  y el que suscribe,  las animadas tertulias entre botellines y tomates con sal se hacían interminables, jamás he vuelto a comer tomates como aquellos, o la olla de fritada de huerta que nos llevó un día para aperitivo, pobre Luís cuanto nos aguantaba.

Yo vivía en aquella época en Madrid y contaba con veintiún años, ese verano para mí y mis amigos de Guadalcanal fue “a tope” como decíamos los modernos de la época, en Octubre me incorporaba al glorioso cuerpo de la Infantería de Marina y después de varios intentos de solicitar prórroga y presentar papeles para salvarme de mi incorporación al llamado “servicio militar”, alegando  pies planos, desviación de columna y otras enfermedades que no colaron, finalmente me incorporé a filas en Cartagena y posteriormente destinado el Tercio de la Armada en San Fernando.

Curiosamente aquella quinta fue conocida como “la quinta del porro”, yo me integré a ella tragándome muchas guardias y barriendo muchos patios y cubiertas de buques de desembarco, gracias a mi ficha en la DGS de “políticamente incorrecta”, el tiempo finalmente me dio la razón, aquellos dieciocho meses de mili me cambiaron la vida, perdí por el camino una novia, un buen trabajo y casi dos años de los estudios que ya los llevaba renqueando, pero claro, ¡vine hecho un hombre! decía mi padre.

Aquel mes de Agosto del 75 antes de venir a Guadalcanal hice un viaje con dos amigos de Madrid a Lisboa en un Seat 600 para ver in situ que era aquello de la revolución de los claveles del 25 de Abril,  que se habían atrevido a hacer unos jóvenes militares el  año anterior en Portugal. Después de muchas horas de viaje y más litros de agua para enfriar el radiador del “Seita”, pasamos una semana durmiendo en un viejo almacén de las atarazanas del puerto de Lisboa, respirando nuevas emociones por las calles engalanadas de ilusión, efectivamente comparamos aquella joven democracia con la España caduca que nos esperaba al regreso  y nos encontramos un país distinto, se respiraba libertad.

Compré varios libros de poetas y escritores proscritos en la España de la época, editados en Méjico y Argentina, y muchas cintas de casete de cantautores, como Facundo Cabral, Víctor Jara, Paco Ibáñez, Imanol o Labordeta.  Todo esto más “otras propagandas subversivas” como folletos y pegatinas  conseguimos pasarlo por la frontera metido dentro de la rueda de repuesto del 600.

Parte de este material me lo traje para el pueblo aquel verano. Cuando empezaban a hacer efecto los botellines, yo recitaba aquellas poesías, “… Mira al agua, tenía la lengua de jabón, lavó sus palabras y calló, mundo plano, mar rizado, cien estrellas y su barco…” de García Lorca,   y en un viejo casete escuchábamos las cintas que decían cosas tan incoherentes como “Habrá un día en que todos al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad..” que cantaba un tal Labordeta y convertimos en el himno de la transición. Nuestro amigo Luis se emocionaba, cerraba la puerta y nos decía, “despacito que pueden oíros los civiles”. Así formamos los amigos anteriormente citados lo que llamamos “Macarena Centro Cultural”.

Como recuerdo aquellos veranos en Guadalcanal, aquel grupo de amigos, aquellos bebeaguas,  aquella gira al pantano  del Pintado con buena merienda y vino Estola, aquella otra gira a no recuerdo a que finca que Joaquín se salió de la carretera de Cazalla con el Simca 1000 y casi se carga la garrafa con la arroba de vino, ¿te acuerdas Joaquín?, aquel guarrito que compramos y pasó una semana a pan y agua hasta que nos lo comimos en otra gira, “Suarez” se llamaba, atado con una saga lo llevamos a los bares con su nombre en el lomo como una mascota o un amigo más. ¡Qué noches en la Parrita!, con  nuestros guisos de conejos que maravillosamente nos guisaba la mujer de Luís, “la primera ronda de botellines corre por mi cuenta nos decía él” y después hacíamos el botellón en los bancos de El Coso, nosotros sí que éramos ecológicos, recogíamos todo, le dejábamos a Luis en la ventana los vasos y las botellas que nos sobraban, al día siguiente echábamos cuenta con Luís, él le hacía una rayita con la tiza a las botellas, nosotros pagábamos la diferencia del whisky, la ginebra o el ron. Aquel partido que ganamos “los forasteros” al Guadacanal dos a uno, ¡y serenos que estábamos después de pasar el día en la piscina!…, recuerdos, recuerdos de amistad que perdura con el tiempo.

Que distinto el verano de Guadalcanal de aquella época a la actual, los vecinos tomaban el fresco en la calle Sevilla, sentados en sus sillas de enea a la luz de las viejas bombillas de 125 de las escasas farolas, hablando de sus seres queridos que emigraron, aquellas casas llenas de familiares que venían a veranear, aquellos niños jugando con las naranjas en la plaza, aquellas tertulias mañaneras  en la plaza o en el Palacio que nuestros mayores improvisaban hablando de aquella guerra que perdieron o ganaron, aquel cine de verano con el chascarreo de pipas y olor a jazmín …

Curiosamente a cada uno de nosotros el destino nos encuadró en distintas fotos de la vida, en distintas ciudades, sustituyendo nuestro hábitat natural,  nuestras historias tomaron caminos y profesiones distintas, pero seguro que ninguno de aquellos bebeaguas hemos olvidado aquellas vivencias, vivencias que no podemos olvidar, porque solo así, cuando nuestros hijos nos pregunten, sabrán lo que fuimos, comprenderán lo que somos, y quizá entenderán lo que pudimos ser, y es que, al pasar sobre nosotros la rueda del destino, cuando por el teatro de la vida van pasando los distintos actores de nuestra remota función, que en la obra de nuestra vida tratamos de interpretar diariamente, viendo cómo van quedando en el camino algunos de nuestros mejores amigos y familiares, que la velocidad del pasar de estos tiempos no le dejaron terminar la representación de la obra de su vida, cuando con el pasar de los años vamos terminado en sus tres actos principales, la niñez, la juventud y el primer día del resto de nuestra vida.

Hoy cuando recuerdo aquellos años, hoy un año más quizá, el primero de la inexorable cuenta atrás del principio del fin de nuestra existencia, me asomo al balcón de los años, que aún por ciclos naturales me puedan quedar por vivir, y comprendo que la amistad es como un tablero de ajedrez, cada uno asumimos y ejecutamos nuestros movimientos, pero estoy convencido que cuando terminemos la partida, el rey, el caballo y los peones, volveremos a la misma caja, y seguro que allí donde terminemos cada uno de nosotros recordaremos las vivencias de nuestro particulares de aquellos años setenta.

Rafael Espínola Rodríguez

Teruel, 16 de Junio 2018

Se inicia el año con un pleno el día  15 de febrero de 1972, donde se informa de que en el BOE aparecen las fiestas locales para este año: 29 abril Romería Virgen de Guaditoca. 6 de septiembre Feria. El Alcalde también explica la carta recibida de la Diputación Provincial, donde informa que Guadalcanal ha sido incluida en el grupo de 36 pueblos para ubicación industrial en zonas rurales.

Nuevas inversiones se van a aprobar en la sesión extraordinaria del uno de marzo de 1972. El Alcalde dice que se ha recibido aprobado el proyecto de nuevo alumbrado público y que ha sido adjudicado a la empresa Abengoa de Sevilla. Se aprueban unas contribuciones especiales para cubrir parte de las obras en las siguientes calles: Poza, Sanjurjo, Caridad, Espíritu Santo y 19 de agosto. También se aprueba un tributo extraordinario para cubrir los gastos de instalación del nuevo alumbrado. Se aplicará un canon de 36,42 pesetas por metro lineal de la fachada de la casa o solar.

En el Pleno extraordinario 10 de marzo de 1972, cómo único punto del día se realizó el estudio y aprobación de los Presupuestos Municipales para el actual ejercicio. Quedó aprobado por un importe total de 4.251.155 pesetas.

También la cultura tiene cabida en los plenos municipales. Así en el celebrado el 17 de mayo de 1972, el Alcalde informa de que por la Academia Sevillana de las Buenas Letras, ha sido nombrado Académico de número a don Juan Collantes de Terán, persona muy vinculada a Guadalcanal. El Pleno acuerda hacer constar en acta la satisfacción por este nombramiento y felicita al interesado. También se da cuenta de la revisión de los precios de mano de obra y materiales presentada por el contratista Francisco Barbero García, por las obras realizadas en el nuevo Polideportivo, que ascienden a un total de 409.708 pesetas. Fue aprobado el pago del citado importe.

Por el periódico ABC conocemos que el 25 de mayo se celebraron diversos actos en la explotación Agrícola-Ganadera “Salinas de Cerrato López”, teniendo lugar la imposición de la Encomienda de la Orden del Mérito Agrícola, a don Juan Ignacio Caballero y García de Vinuesa, don Carlos Candau Parias, don Juan Rivero Cerrato y don Francisco Lazo Díaz.

Buenas noticias para Guadalcanal, ya que en el Pleno extraordinario celebrado el 15 de junio de 1972, tenemos noticias de nuevas subvenciones para obras. La Diputación Provincial aprueba dentro del Plan de cooperación provincial, subvención de 500.000 pesetas para la cubierta del Mercado y 1.400.000 pesetas para pavimentación de calles. También se da lectura a la Resolución de la Delegación de Hacienda, por la que queda aprobado el Presupuesto de gastos para el presente año. Se autoriza una competición del Tiro al plato, según solicitud de la Sociedad Deportiva de Caza. El acto se realizará en el campo de fútbol de El Coso. Se designa la Comisión de Festejos para las próximas fiestas de septiembre, quedando nombrados los siguientes concejales: Adriano Atalaya Palacios, Ezequiel Rius Tristancho y Antonio Nogales Delgado.

Nuevos inicios de obras y subvenciones las que vimos en el acta de la sesión extraordinaria del 26 de septiembre de 1972.  Se informa a los asistentes del escrito recibido de la Delegación Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia, en el que informa de que han sido adjudicadas las obras de una Biblioteca Pública a la empresa Construcciones Gutiérrez Cadenas, S.A. También se comunica que por escrito el Gobernador Civil ha informado que dentro de los Planes Provinciales de Servicios Técnico, ha sido concedida a esta localidad una subvención de 1.200.000 pesetas, para la construcción de la Casa del Médico. El Alcalde informa a los asistentes del fallecimiento en Alicante, de Antonio Cabo Álvarez, que fue secretario de este Ayuntamiento. Por otro escrito del Gobernador Civil se conoce la subvención de 135.000 pesetas para obras de explanación para pavimentación de calles.

Malas noticias para los edificios de la Iglesia. En la sesión extraordinaria del 31 de octubre de 1972, por la Alcaldía se pone en conocimiento de los asistentes, del escrito enviado al cura párroco de Santa María, diciéndole en el mal estado en que se encuentra la iglesia de la Concepción, para que informe a las autoridades superiores eclesiásticas. Como a pesar del tiempo transcurrido no se ha recibido contestación, se propone enviar nuevo escrito y el informe que se realizó en su día, al Cardenal Arzobispo de Sevilla. Se recibió escrito del Arzobispado en el sentido de que carecen de fondos para reparación de edificios eclesiásticos, por lo que se debería enviar el escrito e informe al Ministerio de Justicia, Dirección General de Asuntos Eclesiásticos, a fin de que el Ministerio tome a su cargo la referida reparación. A la vista de ello el Alcalde ha ordenado el cierre del templo y que no se admitan fieles en él para evitar posibles desgracias.

Nuevas obras que se van a iniciar en Guadalcanal, ya que en la sesión extraordinaria del 15 de diciembre de 1972. El Alcalde informa que la construcción de la Casa del Médico, han sido adjudicada a la empresa Antonio Rodríguez Vargas. También se informa a los asistentes que el 20 del actual se clausura el curso de PPO de albañilería y que en breve comenzará otro de Manipulación de Mimbres y de Ganado Vacuno.

El periódico ABC informó en su edición del 30 de diciembre de 1972, de la finalización de la campaña de trabajos comunitarios para aliviar el paro agrícola en la provincia de Sevilla. En el caso de Guadalcanal ha supuesto una subvención de 1.661.480 pesetas, en proyectos de reparación de caminos. Para finalizar este año 1972, les ofrecemos una serie de fotografías de diversos acontecimientos ocurridos durante este año

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