Convento de la Piedad

Convento de la Piedad

Fray Andrés de Guadalupe, nos habla del establecimiento de los franciscanos en Guadalcanal. Igualmente lo hace Fray Juan Benítez, quien señala que el primer Guardían o Superior, fue Fray Diego de Arvajas, natural de Hinojosa del Duque (Córdoba)

La fundación fue promovida por Enrique Enríquez, Comendador Mayor de la provincia de León de la Orden de Santiago (tío materno de don Fernando el Católico y nieto de don Fadrique Enríquez y una judía de Guadalcanal, apodada La Paloma y su esposa doña María de Luna, en un viaje que realizaron a Guadalcanal en 1489.

El Papa Inocencio VIII concedió Bula en 1491, para su construcción. Se dilató ésta, por lo que hubo que pedir nueva Bula que fue expedida por el Pontífice español Alejandro VI, el día uno dde mayo de 1493.

Se empezó a construir en una ermita antigua de gran devoción, llamada de Ntra. Sra. de la Piedad.

Se bendijo el día de San Felipe y Santiago, con solemnísima procesión desde la parroquia de Santa María, el día una de mayo de 1495.

En los libros de visita de la Orden de Santiago, se menciona este monasterio en 1496 y 1515. Tenía 24 frailes en el año 1591. En el año 1646 eran 32 los frailes, siendo Guardían Fray Miguel Moreno, natural de Añora (Córdoba). El máximo de frailes de que tenemos noticia, se produjo en el año 1747, que tenía 50 frailes.

El 31 de diciembre de 1835, con la exclaustración ordenada por el ministro Mendizábal, se suprimió el culto en el convento, trasladándose las imágenes a varias iglesias, entre ellas la de la Soledad, que pasó a la capilla de los Ortega, en la iglesia parroquial de Santa María.

Posteriormente fue demolido completamente y en sus terrenos se construyó en el cementerio municipal, que lleva el nombre de San Francisco, en recuerdo de los monjes que habitaron este lugar.