Las milicias honradas en Guadalcanal

Rafael Ángel Rivero del Castillo. RG año 2012

En 1808 en plena Guerra de la Independencia Española del invasor francés, la Junta Central, fiel al Rey Fernando VII, expidió un reglamento por el que disponía la creación en todo el territorio de cuerpos de “Milicias Honradas”, que deberían constituir una especie de ejército auxiliar que realizase servicios de guarnición y retaguardia, liberando así de los mismos a los cuerpos del ejército activo debido:

 “…al gravísimo empeño en que se halla la nación para liberarse de la esclavitud que la amenaza y que sufre ya su amabilísimo Monarca y toda su Real Familia por el más astuto, pérfido y poderoso de los tiranos”.

            De esta manera el día 22 de noviembre de 1808 la Junta Central desde Aranjuez expide el citado reglamento en cuyo patriótico preámbulo se incluía que…

“…la honradez, la unión, la fraternidad, el olvido de las injurias, el desprendimiento de lo que nos pertenece, o creemos que se nos debe, la paz interior y reciproca ante los ciudadanos, y en una palabra, todas las virtudes que constituyen el verdadero patriotismo son tablas que pueden únicamente salvarnos del naufragio que nos amenaza. Para conservar pues estas virtudes, para mantener la tranquilidad en todos los pueblos, y singularmente entre los más considerables, para imponer respeto a los bandidos, para aprehender a los desertores, y para evitar con el pronto e irremisible castigo la multiplicación de los delitos, ha dispuesto S.M. que en todos los pueblos del Reino que están fuera del teatro de la guerra se creen Cuerpos de Milicias Honradas, bajo el pie y reglas que se expresan en los siguiente artículos…”

            En dichos artículos se estipulaba:

  • Que el número de individuos que integraran esta milicia debería ser proporcional a la población.
  • Que las personas que lo compusieran debían tener rentas o salarios fijos para poder mantenerse con dignidad.
  • Que la pertenencia a estos cuerpos no eximia de prestar servicio en el ejército en caso de necesidad.
  • Que la oficialidad se reservaba a los más aptos al margen de su condición nobiliaria o su riqueza.
  • Que estos milicianos no gozarían de sueldo, y el vestuario correría de su cuenta, mientras que las armas en cambio serían pagadas por toda la comunidad.
  • Que la instrucción recibida estuviera a cargo de los capitanes generales y que estos la organizaran según las características de cada pueblo.
  • Que dichos voluntarios quedarían sujetos a sus respectivas jurisdicciones en todas las causas y delitos que no fueran relativos al servicio de armas, en cuyos casos, pasarían a depender del capitán general de su provincia

En este contexto aparece una carta anónima dirigida al Rey Fernando VII por un guadalcanalense de la que se puede deducir que esta orden, pese a ser de vital importancia según nuestro anónimo paisano, no llegó a ejecutarse en todos los pueblos entre otros en Guadalcanal.

A continuación transcribo la carta, con la ortografía y gramática originales, firmada el 30 de julio de 1809 desde Guadalcanal por “El Buen Patricio” seudónimo utilizado por nuestro paisano para rubricar la carta.

“Señor.

En una de las hactas del mes de Nobiembre del año proximo pasado Su Magestad el Señor Don Fernando Septimo y en su Real Nombre esa Suprema Junta Central del Reyno, dispuso y comunico por orden expresa a todas las Juntas de Probincias y por estas a las de Gobierno, la formación de Cuerpos de Milicias honradas, en todos los pueblos y en los que solo debían entrar aquellos que por su situación no necesitasen de su trabajo diario, con el fin sapientisimo de velar ante la conducta de los Paysanos, la tranquilidad de estos y perseguir y aun exterminar a los facinerosos o malhechores; Nadie duda la felizidad que se experimentaria en todos los Pueblos con esta formacion de cuerpos o compañias de Milicias honradas.

Mi situación en el dia me obligaba por todos respectos, a ser uno de los que entre otros compusiese la milicia honrada y con efecto de la ciega obediencia que e prestado sobre las disposiciones del Monarca y su Gobierno y por conocer los muchos y buenos fines a que se dirijia su contesto, no me parecio deber retardar por un solo momento tan importante serbicio, para cuyo efecto practico la diligencia de presentarme y hacer seme alistare por su yndibiduo; pero quando juzgaba que esta orden por lo hermetica llamaria las primeras atenciones de las Juntas para hacer se verificase su formacion, veo con el mayor desconsuelo, que ya por la muchas ocupaciones de las Juntas Subalternas, y por lo que es mas, por las dos ymbasiones que a sufrido esta Probincia desde el veinte y quatro de Diciembre por los crueles enemigos que so capa de aliados han pretendido con tanto teson pribarnos de nuestra independencia y libertad, han sido causa para haber retardado y aun olbidado absolutamente la creacion de dicha orden, pues apenas se allan cuatro Pueblos en esta provincia que allan formado dichos cuerpos o compañías de Milicias honradas.

Los habitantes del Pays experimentan ya perjuicios incalculables. Los caminos no presentan a los viajeros sino el espejo de la yniquidad y latrocinio; el desviarse el ejercito de esta provincia sera causas para que no presenten los valles ni la selvas sino objetos de lastima y compasion, el ejercito se aleja y el ybierno se aproxima, y entonces ¿quantos no serán los que favorecidos de la opacidad del frio y olbidados de sus deberes, se entregaran desenfrenadamente a todo genero de maldades? La formacion de dichos cuerpos de Milicias honradas hera el medio mas seguro de hebitar estos desordenes, y asi conociendo su M. vien de zerca los vienes que se seguirian de su organizacion y penetrada de los mas sublimes sentimientos por el vien publico, me dirijo a su Real presencia por medio de esta representacion haciendo ver la necesidad que ay y vienes que se producirian de su formacion y arreglo, a fin de que expida esa Suprema Junta las mas eficaces providencias y rigurosas ordenes para que se realice un plan tan util como necesario y entonces esta probincia reconocida bendezira en todos tipos al gobierno céntrico por dedicar sus dias a la felizidad de la Patria y de los Pueblos en particular.

      Dios guie a S.M. los muchos años que le desea esta monarquía.

                              Guadalcanal y Julio 30 de 1809

                                                                 El Buen Patricio.

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