A ti papá

Clara Rivero Tena

Papá, te fuiste muy pronto y sin avisar. Te quedaron pendientes muchos planes que realizar, muchas historias que contar y muchos momentos que disfrutar junto a tu familia y amigos. Nos dejaste con un gran vacío que llenamos cada día con los recuerdos de los buenos momentos que pasamos a tu lado, disfrutando contigo, disfrutando de ti.

Muchos de esos recuerdos tienen un lugar en común: Guadalcanal, tu pueblo, que tanto te gustaba y donde tanto disfrutabas. Allí pasabas las mañanas trabajando en la farmacia, que parecía tu lugar favorito, ya que, en muchas ocasiones, aprovechabas para acercarte y pasar allí, aunque fuera, un par de minutos. Recuerdo cuando decías que no pensabas jubilarte, que ibas a estar siempre trabajando ahí; y, por desgracia, no te equivocabas.

Guadalcanal también era el punto de encuentro para muchas reuniones familiares. Recuerdo los domingos en casa de los abuelos donde la primera pregunta que nos hacía la abuela era “¿habéis visto el programa de los niños?”, refiriéndose a Menuda Noche, y, por si nos lo habíamos perdido, allí tenía puesto ella Canal Sur con la reposición del programa. En verano, estas visitas de domingo pasaban a ser en casa de los tíos, donde pasábamos todo el día en familia y disfrutando.

Tu pueblo también fue el lugar elegido para varias de las comidas de mayo. Era uno de los momentos del año que más disfrutabas porque te volvías a reunir con tus primos, tíos, sobrinos; y no había cosa que te gustara más que pasar el tiempo rodeado de tu familia.

No puedo olvidar la Semana Santa, otra de tus fechas favoritas del calendario donde volvíamos a visitar tu pueblo y, otra vez más, volvías a rodearte de la familia a la que tanto querías y que tanto te quiere. Tampoco puedo olvidarme de la madrugá, cuando salía tu Padre Jesús, por el que tanta devoción tenías y que quisiste transmitirnos a tus hijos.

El pueblo de GUADALCANAL. Sierra Norte. Sevilla. España.

En mi memoria siempre quedarán todos esos momentos que pasamos a tu lado y también parte de los tuyos, todas esas historias y anécdotas de tu niñez y juventud que contabas cuando veíamos fotos y álbumes antiguos. También me quedo con todos esos consejos culinarios y recetas escritas en cualquier papel que tuvieras a mano y todas aquellas que hicimos juntos. Porque tú tuviste a una gran maestra y yo he tenido al mejor maestro.

Te echamos muchísimo de menos, papá.

1 comentario en “A ti papá”

Deja un comentario