Guadalcanal (Sevilla). (De nuestro corresponsal). En la mañana de ayer, y en el interior de un Renault-12 estacionado en el carril de una finca, cercana a Guadalcanal, fueron descubiertos los cadáveres de una pareja de novios, que aparecían, el de la mujer, con un tiro en el corazón, y el del hombre, con un disparo en la cabeza, ambos efectuados con una misma pistola, que el novio sujetaba en la mano.
Se trata de la pareja formada por Maribel G. C., de dieciséis años, y Pedro G. L., de veintiséis. El novio, guardia civil de profesión, natural de Teba (Málaga) y destinado en Bilbao, se encontraba en Guadalcanal pasando unos días de permiso. En la tarde de anteayer la pareja estuvo en misa y después tomando unas copas por los pueblos limítrofes. El padre de la novia, sargento de la Guardia Civil en Guadalcanal, en unión de otros números de la Benemérita, buscó el coche durante la noche por distintos pueblos de la zona, temiendo que su conductor hubiese sufrido algún accidente.
Sobre las ocho y media de la mañana, el sargento localizó el vehículo con los cadáveres. Asimismo, se encontró una carta en el turismo en la que el novio explicaba, al parecer, los motivos por los que mataba a su novia y después él se quitaba la vida. Las versiones que circulan en torno a los hechos son muy variadas. Las más directas coinciden en que ha existido un acuerdo entre la pareja para quitarse la vida a lo Romeo y Julieta; otras, por el contrario, se inclinan por diferencias entre ellos. El Juzgado de Instrucción fue avisado del suceso sobre las nueve de la mañana y hasta las cuatro de la tarde no se procedió al levantamiento de los cadáveres, tardanza que en Guadalcanal creó un gran malestar. Los cuerpos de los infortunados jóvenes serán trasladados a sus respectivos pueblos en donde residen sus familias. El de Maribel G., a Morón de la Frontera, y el de Pedro García, a Teba (Málaga).– Rafael DIÉGUEZ CARRANCO.