Hemeroteca de el periódico La Vanguardia de Barcelona.

El periódico La Vanguardia ha puesto a disposición de sus lectores, su hemeroteca http://www.lavanguardia.es/hemeroteca/ desde que se fundó el 1 de enero de 1881.

Hemos querido ver las noticias que han aparecido con el nombre de Guadalcanal y hemos encontrado un total de 576 entradas. Naturalmente, la mayor parte de estas noticias hablan de esa otra Guadalcanal en el Pacífico, de la película “Guadalcanal” –que se lleva más del 50% de las entradas-, del portahelicópteros “Guadalcanal”, de las batallas libradas en la isla entre japoneses y americanos…

Hemos seleccionado todas las noticias que se refieren a nuestro Guadalcanal, que ofrecemos a continuación, lo hacemos en el mismo orden que aparecen en la hemeroteca.

Así tenemos que la primera que aparece es en la edición del 3 de mayo de 1884, es esta noticia como ocurrida el 1 de mayo: También en la provincia de Sevilla y término de Guadalcanal, la explosión de un antiguo barreno, existente en el fondo de un túnel en construcción, ha ocasionado la muerte de dos trabajadores y que seis resulten gravemente heridos.

El 20 de febrero 1912, pág 9: En el gobierno civil, se ha recibido un telegrama de Badajoz comunicando que entre las estaciones de Pedroso y Guadalcanal fue robada una maleta conteniendo alhajas y otros efectos al súbdito francés Víctor Charreton, que viajaba en el tren.

Martes 16 abril 1912, página 11. Una cuadrilla de bandoleros asaltó un cortijo del término de Guadalcanal. Perseguidos por la guardia civil, huyeron por las escabrosidades de la sierra abandonando cuatro caballerías que habían robado en el cortijo.

Jueves 12 septiembre 1912, página 12. En la Dehesa del Hornillo, término de Guadalcanal un terrible incendio ha destruido 1.500 fanegas de chaparral.

En la edición del 12 de junio 1913, página 4. Telegramas detenidos por no encontrar á sus destinatarios: … Guadalcanal, Giralt, Duque Medinaceli, 5…

Sábado 26 septiembre 1914, página 5. En una finca del término de Guadalcanal ha ocurrido un sangriento suceso, resultando muerto el niño de doce años Antonio Prieto. Parece que la víctima se hallaba jugando con Tomás Veloso de catorce años, y éste cogió una escopeta para disparar contra un pájaro, pero el tiro dio en la cabeza del niño Antonio, que murió en el acto.

El jueves 26 de agosto 1915, página 10. Han sido autorizadas para prestar desde 1º de septiembre el servicio de giro postal las estafetas de… Guadalcanal…

16 de octubre 1918, página 17

En las minas de San Pedro, en el término de Guadalcanal, el obrero de 19 años de edad, llamado Santiago Guardado, de oficio barrenero, bajó a un pozo de 40 metros de profundidad, para colocar cuatro barrenos. Terminada la tarea subía en la jaula y al intentar ganar tierra resbaló, cayendo al fondo del pozo en el mismo momento en que explotaban los barrenos. Dicho infeliz obrero quedó destrozado.

Domingo 18 mayo 1919, página 16. Las huelgas que sostienen los obreros de los pueblos de Arahal, Gerena y Guadalcanal siguen en el mismo estado. Algunas fuerzas de Intendencia han marchado a Guadalcanal para elaborar el pan que necesita la población.

El martes 3 de junio 1919, pág. 14. Hablando de las elecciones que se habían celebrado dice: El señor Lerroux recorrió en automóvil, levantando actas notariales… En el pueblo de Guadalcanal, distrito de Cazalla, donde presentose el exministro señor Rodríguez de la Borbolla, rompiéronse varias urnas. La elección se repetirá mañana.

La Vanguardia. Página 16 del 1 de diciembre de 1922

SEVILLA

En la Audiencia.1, ante el jurado, ha comenzado la vista de la causa instruida por el juzgado de Cazalla de la Sierra contra Antonio Martínez Hernández, apodado «Rabazo», autor de tres homicidios y robo en la persona de Carolina Corteé (sic), guardabarrera de la línea de Sevilla a Mérida, y sus hijas Antonia y Carmen, de cinco y tres años, respectivamente. Los hechos ocurrieron a las nueve de la mañana del día 1° de julio del 1921 en la casilla de la guardabarrera.

 En ocasión de estar ausente el marido de Carolina, se presentó «Rabazo», acometiéndola y matándola para apoderarse de 400 pesetas que sabía tenía el matrimonio.

Después, temiendo que las niñas le delatasen, las degolló y se marchó a Guadalcanal, donde se le detuvo.

El fiscal califica los hechos de robo y homicidio apreciando la alevosía, abuso de superioridad, despoblado y haberlo cometido en la morada de las víctimas.

Solicita la pena de muerte ocadena perpetua, más diez mil pesetas de indemnización.

El procesado niega los hechos. También niega sus primeras declaraciones, atribuyéndolas a coacción y malos tratos de que le hicieron objeto los guardias que formaron el atestado.

El perito médico de la defensa alega que «Rabazo» padece una enfermedad mental. Otros médicos aseguran que goza de la plenitud de sus facultades mentales.

Esta tarde se verificarán las pruebas documentales y testifical e informará la defensa, quedando la causa para el veredicto que se dictará mañana. Vázquez.

El viernes 18 mayo 1923. página 13:  Los mineros del término de Guadalcanal se han declarado en huelga pidiendo trabajar por contrata y no por administración. El gobernador gestiona la solución.

El sábado 5 abril 1924, pág. 14: Visitas al presidente. El marqués de Estella recibió en la Presidencia la visita de una numerosa representación de los pueblos de Pedroso, Cazalla de la Sierra, Guadalcanal, Constantina y otros de Sevilla, que solicitó la ejecución de varias obras en aquella comarca y dio las gracias al presidente del Directorio por haber apoyado el proyecto creando un centro minero en Pedroso, que reportará ventajas por la concurrencia de capitales y energías a aquella región.

Jueves 20 diciembre 1927, página 21. El jefe de la estación de Guadalcanal telegrafía al Gobierno Civil, que al pasar el tren por el puente de Benalija, cayó el fogonero matándose.

Jueves 16 de febrero 1928, página 28: Cerca de Guadalcanal un guarda jurado ha hallado una hélice de aeroplano. Se la supone procedente del aparato que condujo a Sevilla al jefe del Gobierno.

En la edición del 3 de septiembre de 1929, página 24, aparece esta otra noticia: En la línea de Mérida a Sevilla en las inmediaciones del pueblo de Guadalcanal, un tren ha arrollado a José López Ortega, destrozándolo.

La Vanguardia viernes 12 de noviembre de 1929

LOS VIEJOS MAESTROS

D. Adelardo López de Ayala

El famoso dramaturgo López de Ayala, nacido en Guadalcanal, población, rica de la Andalucía extremeña, en el año de 1828 y muerto en Madrid en 1879, es una figura representativa de su era, así en las letras como en la política. Hijo de familia acaudalada, nunca sufrió las amarguras de la escasez. Ni su familia le puso trabas para que siguiera sus inclinaciones. Nació literato y literato fue. Siendo muy niño, escribió su primera obra dramática. Joven aún, logró en Madrid éxito clamoroso.

Apareció en los tablados de Talia entre laureles. Rosell dijo al asistir al estreno de su obra fundamental:

—Lope resucita.

En efecto, López de Ayala manejaba el verso escénico con la gallardía, la facilidad y la elegancia del monstruo, el que de sus improvisaciones dijo que «Más de ciento, en horas veinticuatro, pasaron de las Musas al Teatro». El nacido en Guadalcanal era ante todo un maravilloso rimador. Limpio de estilo, clásico sin amaneramientos, antiguo en la sabia forma, novísimo en las intenciones.

Ningún dramaturgo ha seguido como éste, en la serie de sus creaciones, la reforma impuesta por los tiempos. La ampulosidad de los ensayos iniciales, a los que Gil y Zarate llamó «ensayos de Hércules», fueron acomodándose al ansia de los hechos, y la parvedad en las palabras, que la gente pedía. Compárase la dicción de «El tanto por ciento» a «Consuelo», última obra del escritor, y se verá cómo disminuye la locución y se ajustan los decires a los sucesos.

He de declarar que yo prefiero los dramas de la época primera, «Rioja», «El tejado de vidrio», «El tanto por ciento», a la evocación postrera del numen vencido. Cierto es que hoy se parla rápido; pero el laconismo nos priva de la magnificencia del estilo castellano. ¿Qué priesa nos corre de llegar presto al fin, si en la demora, han de sernos otorgadas maravillas de ingenio? ¿Es que vamos a suprimir los torrentes, porque la pequeñez del vaso es incapaz de recoger sino un centilitro de agua?… Vengan las inundaciones geniales, para que sacien ellas la sed de poesía que padecemos.

Para estudiar la colección pasmosa de los dramas de Ayala, sería necesario uro volumen. Aquí, en las columnas ilustres de LA VANGUARDIA, se impone la brevedad. Resignémonos a un leve expresar.

En aquellos días la literatura era el ejercicio de oposición a la política. ¿Sólo literato?… Eso era la miseria… Si el escritor era pobre, sus coincidentes en opinión te nombraban jefe de negociado en un ministerio. Si era pudiente, podía aspirar a una subsecretaría o a una cartera.

López de Ayala pudo esperar y fue ministro. Puelo de la Revolución del año 68. Lo fue en la. Restauración de don Alfonso XII. ¿Cómo estas mudanzas? Sería larga la explicación. En ese tiempo había cambiado todo. Sin viles regeneraciones, le fue dable al poeta pasar de un campo a otro. No había aquí cosa sólida. Era necesario mudar de cimas para examinar el horizonte.

El magno poeta, que había llenado las páginas de «El Padre Cobos»s órgano de la reacción, dejando en ellas señales gloriosas de un ingenio, aplicado al agravio de enemigo, fue con los más y con los mejores en este viaje, en el que acertó con el rumbo.

Llegó a ser presidente del Congreso de los diputados. Entonces era el tiempo del idilio del malogrado Señor rey Alfonso XII. Murió su esposa primera, la hermosa y tiernísima reina Mercedes. Aquella desgracia sobrecogió el ánimo de los ciudadanos…

Comenzaba yo mis labores de periodista. Asistía a la tribuna de la Prensa. En la sesión memorable ocupaba el elevado estadal, Ayala. Su hermosa cabeza adornada de negra melena y de recio bigote, destacaba entre los maceros., sobro el rojo tapete de la mesa. Vibró la campanilla de plata. «La Reina ha muerto…» —dijo Ayala-. —Y siguió un discurso breve, sublime, tierno, admirable… Elegía nacional… Oda a la niña augusta que, había llenado de tristuras el ánimo del Monarca y a la Corte toda…Nunca sonó en el Parlamento decir tan elevado… El Presidente-poeta, había encontrado en sus sabios vocablos la fórmula definitiva de la desdicha común… La oración fúnebre de la Reina quedó en la Antología hispana corno monumento y dechado.

El orador de la elegía española hablaba poco. Guardábase de la proligidad y esperaba las ocasiones. Los discursos de López de Ayala son raros cuanto admirables.

Soltero, solitario, atento no más que al cuidado de su mente, moraba con el gran músico Arrieta, el de las bellas partituras, el del gracejo supremo. El maestro del pentagrama cuidaba del poeta, como cariñoso tutor, de glorioso pupilo, apartando de él las ingratas molestias del vivir.

Alguien se dolía de que Arrieta no diera mayor número de obras a la escena lírica. Arrieta contestaba:

—Yo escribo poco, para que mi amigo escriba más.

Fórmula de sacrificio que es una perfecta definición de la amistad.

Ayala no quería aceptar esa abnegación.

Replicaba:

—-Arrieta trabaja poco porque es holgazán, y ha encontrado en mí una linda tapadera para su pereza.

Para que López de Ayala resurja, sólo falta que haya actores dignos de él.

No los hay ahora. La prosa se ha, adueñado de la escena. Vendrá un momento de restauración del arte. Entonces el poeta del Guadalcanal será dueño del aplauso popular.

J. ORTEGA MUNILLA

Martes 17 junio 1930, página 22: Escuelas vacantes. … y Guadalcanal, unitaria, para maestro 6811 (habitantes), por traslado.

Jueves 17 septiembre 1931, página 21. Habla de conflictos sociales en diversas poblaciones. También se ha solucionado, merced a la intervención del delegado gubernativo, la huelga que sostenían los obreros campesinos del pueblo de Guadalcanal.

Domingo 6 marzo 1932, página 25: En el pueblo de Guadalcanal descargó una fortísima tormenta. Una chispa eléctrica mató a Antonio Romero Arias, de 40 años, que iba montado en una caballería. El aparejo de ésta ardió carbonizando el cadáver.

Martes 24 de mayo de 1932, página 21

Más hallazgos de bombas

El ministro de la Gobernación dijo esta tarde a los periodistas que ayer, además de las 16 bombas y 16 petardos encontrados en Constantina, se hallaron 13 bombas y 14 petardos en Guadalcanal y otras 16 bombas en Montellano.

 Viernes 7 octubre 1932, pág. 21: El gobernador también ha destituido al Ayuntamiento en pleno del pueblo de Guadalcanal, de filiación socialista, por desobedecer sus órdenes y excitar a los obreros, provocando un conflicto de orden público.

Viernes 21 julio 1933, página 21: Huelgas en los pueblos. En el pueblo de Guadalcanal, los obreros panaderos han anunciado la huelga, dentro del plazo reglamentario, como protesta contra despidos que estiman injustificados.

Martes 25 septiembre 1934, página 26. Ayuntamientos sustituidos. El gobernador dijo que en virtud de expediente, habían sido subtituidos los Ayuntamientos de Guadalcanal, Real de la Jara y Aznalcázar, habiéndose nombrado, para subtituirlos, ocho radicales y seis populistas para el primero…

El 14 de abril de 1936, página 25, aparece la siguiente: Nota de Agricultura. Siguen los asentamientos. Provincia de Sevilla: Guadalcanal 391 campesinos cabeza de familia.

Miércoles 27 mayo 1936, página 24. En Guadalcanal han anunciado la huelga 800 campesinos para hacer causa común con otros gremios de la localidad, en el caso de que no se acepten las bases de trabajo que presentaron a los patronos. La huelga está anunciada para el día 28.

Domingo 31 mayo 1936, página 26. Esta mañana a las siete y media, marchó en automóvil a Cazalla de la Sierra el gobernador civil señor Varela, para intervenir en la solución de la huelga general de campesinos. Se espera que regrese esta tarde. También ha estado en Guadalcanal donde existe otra huelga de campesinos.

Domingo 14 junio 1936, página 26. El cura párroco del pueblo de Guadalcanal ha dirigido un escrito al gobernador civil, diciéndole que aquel alcalde prohíbe los entierros católicos y los toques de campaña, y suplica que conforme a las disposiciones del ministro de la Gobernación sean respetadas las creencias de los feligreses católicos.

Viernes 24 de agosto de 1962, página 5

Arden varias hectáreas de monte en Sevilla.

Sevilla 23. En el kilómetro 133,900 de la vía férrea Mérida-Sevilla, una máquina del tren produjo un incendio en la finca “Sierra de Hamapega” propiedad del vecino de Guadalcanal, José Martín Derribas (sic). Ardieron 6 Klm. Cuadrados de monte bajo, pastos y rastrojos. El fuego pudo ser localizado a pocos metros de la emisora de televisión, a la que no originó desperfecto alguno en sus instalaciones. Cifra.

Miércoles 13 octubre 1965, página 31. Apuestas Mutuas Deportivas Benéficas. Cinco acertantes de catorce resultados percibirán más de tres millones de pesetas cada uno. El resultado provisional de las Apuestas Deportivas correspondientes a la sexta jornada de la Liga ofrece cinco acertantes de catorce resultados, que percibirán 3.366.600 pesetas cada uno… Filiberto Aguión Chaves, de 72 años de edad, agricultor, con domicilio en Millán Astray, 8, Guadalcanal (Sevilla); no ha visto fútbol en su vida, ni en televisión…

LA VANGUARDIA ESPAÑOLA DOMINGO, 29 SEPBRE. DE 1968. Página 12

¿Se trataba de un OVNI?

Sevilla, 28. — Desde la localidad sevillana de Guadalcanal, un procurador de los Tribunales, don Salvador Rodríguez Martín, ha dirigido al director de un periódico de Sevilla una carta en la que refiere la experiencia que tuvo cuando hace algunos días regresaba en automóvil a su pueblo, desde Granja de Torrehermosa, ya de madrugada. «En vista los rumores oídos en esta comarca, muchos de los cuales deforman la verdad de los hechos, me considero en la obligación de hacer público lo que cinco personas y yo hemos visto.»

El señor Rodríguez Martin relata que a la una menos veinticinco de la madrugada observaron de pronto en el cielo un disco o platillo circular de unos cuarenta centímetros de diámetro, de color anaranjado, destellante. Acompañaban al comunicante en el coche su esposa, su hija de ocho años, y otro matrimonio.

«Estábamos observando el objeto —escribe— cuando de repente se separó de él otro platillo más pequeño que se alejó del principal como unos cuatro metros para regresar de nuevo al otro y posarse suavemente sobre él. Al instante vimos que surgió encima de los dos platillos una columna del mismo color anaranjado, fundiéndose todo en un solo objeto.»

Lo interesante de dicha observación es lo que sigue diciendo en su carta:

«El objeto descendió y se aproximó hacia nosotros hasta agrandar su tamaño a un ancho de unos dos metros.

Nos llegó a parecer que el artefacto llegaba a la misma altura nuestra y que iba a posarse sobre las copas de unos olivos. Muy asustados, nos alejamos de aquel lugar rápidamente y ya ninguno de nosotros quiso volver la vista atrás hasta que llegamos al pueblo.

Inmediatamente comunicamos lo ocurrido al cuartel de la Guardia Civil y a los agentes municipales.» — Cifra.

Miércoles 17 agosto 1977, página 9

Don Antonio Fontán, hijo adoptivo de Guadalcanal (Sevilla)

Sevilla, 16. — El presidente del Senado, don Antonio Fontán Pérez, ha recibido el título de hijo adoptivo de la localidad sevillana de Guadalcanal, enclavada en la Sierra Norte de esta provincia.

Los actos se han iniciado con el rezo de una salve en la iglesia parroquial de la localidad y seguidamente se tributó una recepción oficial y homenaje al señor Fontán en la Plaza de España.

 En ella hicieron uso de la palabra el alcalde, don Antonio Nogales Delgado, un teniente de alcalde y el padre Leonardo del Castillo.

Cerró el acto el presidente del Senado, que agradeció el homenaje, recordó los años vividos en la población y recogió las sugerencias que sobre las necesidades de ésta le habían sido expuestas y de la Sierra Norte sevillana en general.  Cifra. 

Miércoles 17 septiembre 1980, página 8

La Calle y su mundo. Abrir plaza. Un párroco toca el clarín. (De los periódicos)

Las noticias que recogimos son escuetas. Se ha celebrado en Guadalcanal, con motivo de la feria anual, una función taurina, seguramente una novillada sin picadores.

Carece Guadalcanal de recinto taurómaco, construido en piedra o ladrillo, y resuelve la situación con una plaza portátil. Las plazas de este género se yerguen más que nada en villas de escasa afición al arte de Cúchares. Se sabe que el novillero Guillén, nativo del pueblo, triunfó en la lidia de sus toretes. A mayores se debe recordar al párroco, marianista consumado que vive y anima el fervor por la Virgen patronal de los feligreses, es aficionado a la fiesta y, además, músico.

Las novedades feriales de Guadalcanal ha sido la plaza transportada, la actuación sobresaliente del futuro maestro Guillén y el clérigo tocando el clarín anunciando la salida de las reses al redondel y el cambio de suertes. No se había visto nunca semejante espectáculo. Estaba sentado mirando a la arena y cada vez que embocaba el instrumento se ponía en pie y seguramente movía el busto con ánimo de alcanzar suaves cadencias.

Un ex combatiente soldado de Caballería, rememoró al maestro de banda de su regimiento, y los viejos se pusieron a charlar en torno la zarzuela «El sitio de Zaragoza» del maestro Oudrid, que incorporó a la pieza las dianas floreadas e incluso el toque de fagina. Debió ser un número de fuerza, el párroco soplando las contraseñas de la lidia, aunque ignoramos sí fueron acompañadas por la resaca de los timbales.

Los espectadores miraban unánimes hacia el lugar donde el cura, clarín en boca, anunciaba los cambios.

– ¡Al cura lo van a contratar en La Maestranza de Sevilla!, dijo un chusco.

Uno ha conocido sacerdotes músicos, algunos magníficos organistas e incluso hábiles violinistas y pianistas. Insignes compositores han sido sacerdotes y religiosos de diversas reglas. La estampa de un clérigo a la guitarra mientras el cantador se derrama por alegrías o tarantos es casi literaria por Andalucía. Desconocemos sin embargo, la existencia de eclesiásticos tañedores de instrumentos de viento, metálicos o de madera. Nadie nos habló nunca de curas saxofonistas trompetista os virtuosos del clarinete, el fiscorno o el trombón y mucho menos del clarín en una plaza de toros. A lo mejor hizo el servicio militar en Taxdir, que estuvo de guarnición en Sevilla, y le quedaron esas mañas. Puede que se trate de un precursor, porque dejando a un lado su maestría musical, lo curioso es que se ofrece revestido de sotana, lo que le otorga un cierto matiz de refractario a los cánones del Concilio Vaticano II. A mí me gustaría verle actuar ensotanado y de roquete en un albero conspicuo, por ejemplo en Ronda, y en corrida goyesca. — ERO.

Sábado 21 de noviembre de 1981

Los vecinos acusan al practicante

Sevilla. — Nos obligaba a entrar en grupos a la consulta, desnudándonos a tocos y dándonos el frasco inyectable para que lo agitásemos mientras –iba inyectándonos a todo el grupo.

Con eso ha herido nuestro pudor y nuestra moral, han declarado los vecinos de Guadalcanal en una acusación pública formulada contra el practicante del -pueblo.

Cincuenta y seis vecinos de este pueblo sevillano se han dirigido por carta a la opinión pública denunciando estos hechos que, corno ellos mismos han declarado suceden en ocasiones y cuando tenemos que ser inyectados por enfermedad.

El practicante, señor Costiilo Conejo, ha respondido diciendo que las acusaciones son falsas y que cree que todo nace de una denuncia que él puso contra un vecino de Guadalcanal. al que acusaba de usurpación de funciones. El vecino acusado por el practicante, Ildefonso Vázquez Salvador, había sido condenado por la Audiencia Nacional a seis meses y un día de prisión menor por inyectar sin estar en posesión de la titulación necesaria y poniendo en peligro la vida de un paciente.

LA VANGUARDIA MARTES 24 NOVIEMBRE 1981

Nostalgia del cuartel. Un ATS Inyecta por grupos

(De los periódicos.)

El practicante negando las acusaciones de cincuenta y seis vecinos, comunicando éstos a la opinión pública que aquél les obligaba a entrar en grupos a la consulta, desnudándonos a todos y dándonos el frasco inyectable para que lo agitemos mientras va inyectando a todo el grupo, reviene curioso episodio. Aun suponiendo que haya separación de sexos, los enfermos se consideran heridos en su moral y ‘pudor, posición que estimamos muy razonable. Estuve cavilando que quizá se haya dispuesto el fraccionamiento con objeto de apurar la tarea. Casi resulta una faena en cadena que mientras se pincha a uno, el siguiente tenga preparado el fluido para su paso a la jeringuilla, el otro se alerte ya y la parroquia funcione con precisión mecánica. Choca un poco sin embargo, que Guadalcanal produzca una cantidad de pacientes capaces de obligar a tomar medidas extraordinarias.

El procedimiento en contingentes parece más bien de emergencia y no sabemos que en Guadalcanal vayan sucedido terremotos, incendios, riadas u otras calamidades y menos que la población esté invadida por una cruel epidemia. Con la tranquilidad de saber que no pasa nada terrible, cabe sospechar que el facultativo evocase el servicio militar y apelase a usos cuarteleros. En los cuarteles, para poner las inyecciones reglamentarias, los quintos se ponían en fila —hablo de mi tiempo— y por la espalda eran pinchados por un médico o en su defecto por un sanitario veterano, para luego irse de asueto tras atacar un suculento rancho extraordinario y presenciar una función de títeres en el hogar del Soldado. Esta clase de hogares rezuman una fina humedad republicana.

El problema es que los sistemas cuarteleros pueden aplicar por las buenas a dolientes, unos aún en caja y otros con registros de haber cumplido la revista anual. Apenas nada castrense sirve para la vida civil ycante a inyecciones nuestro practicante se creyó que todo el monte era orégano. Sólo puede explicarse el procedimiento resolutivo de inyectar por pelotones cuando acucie la prisa y se cuenta con la aprobación de los pacientes, pero hay que justificarse. Si el practicante de Guadalcanal se dirige al personal y le dice que va a dividirlo en capillas, porque tiene que tomar el coche de línea para ir a ver los toros en la Maestranza de Sevilla, seguramente los nudistas no se habrían dirigido a la opinión pública por medio de una carta.

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