Rafael García “Palote”

Datos facilitado por Rafael Espínola Rodríguez

Toñi Muñoz Spínola

Rafael García “Palote” nació en Guadalcanal, fueron famosos en la primera mitad del pasado siglo sus poemas y coplillas de carnaval.


Aquí recojo algunos poemas y coplillas, no son una transcripción literal de lo que quiso expresar su autor, ya que no dejó nada escrito y han sido recordadas en el tiempo y archivadas en la memoria de mi familia, por ello, tal vez tengan lapsus y estén incompletas, pero aquí quiero plasmar un homenaje a su memoria y a tantas otras de nuestros paisanos que han escrito bonitas historias y poemas de nuestra historia y se han perdido en el tiempo.


Santa Ana 1931


Santa Ana ya te llegó
la hora que tú querías,
se te colocó el pilar
que te quitó la monarquía.
Ese foco de inmundicia
pronto lo tendrás tapado,
será el barrio una delicia
cuando ya esté terminado.
¡Viva la república!
tienen que decir,
todos los vecino
que viven allí…( )

A San Crispín

Saludos a los zapateros
que tiene Guadalcanal,
con muchísima alegría
sobre todo a su hermandad.
Bonito recuerdo tuvieron
con muchísima alegría,
de traer a su patrón
para celebrarlo en su día.
Le pusieron San Crispín
pues la providencia,
quiso que Díos
se lo pusiera
cuando en el paraíso entró.
De que Jesucristo vio
que a los pobres socorría,
discípulo le nombró
en el trono en su día,
Si quieres seguir su historia
como todos lo queremos,
es el rey de vuestra obra
a quien todos debemos,
también su mayordomo
y toda la autoridad.

Al Desamor

Era una joven que conocemos
que no hace mucho que se casó,
que por el vicio de estar sirviendo
a su marido abandonó.
Pero la joven no le ponía
no le ponía ni de comer,
porque tenía otras ilusiones
y no le podía responder…( )

Plegaria por un familiar Enfermo

Al cristo del gran poder
le pediría con fervor,
lo que nunca pagaré
lo que a mí me concedió.
A su capilla llegué
no es mentira lo que digo,
de rodillas me hinqué
y lloraba como un niño.
Yo le dije padre mío
de nosotros ten piedad,
tengo mi sobrina enferma
y de mucha gravedad.
Haz un milagro por ella
por las ánimas benditas,
y por dos niñas que tiene
que las dos son chiquititas.
Yo me levanté y me fui
pero en su rostro veía,
que quería decir
que ella buena se pondría.
Como un pájaro sin rumbo
a la clínica llegué,
al verla asombro me causó
de cómo me la encontré.
Abrió los ojos y miró
y nos dijo estas palabras:
andar y llevar dos velas
a la Virgen de la Esperanza.
La providencia de Dios
esa no puede faltar,
al oír estas palabras
nos echamos a llorar.
El Señor del Gran Poder
le concedió un milagro,
pero para ponerse buena
algunos meses pasaron.
Ella en casa se ve
haciendo sus quehaceres,
dándole gracias a todos
ya que otra cosa no puede.
Perdóname padre mío
si en algo te ofendo yo,
aquellos que fueron malos
también Dios los perdonó.

 

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