El viajes de William Bowles desde Almadén a Guadalcanal, en 1752, para visitar la mina de Pozo Rico y el relato sobre su estado

José Mª Álvarez Blanco – RG año 2014

                Hace un par de años durante el mes de junio, y en el transcurso de un viaje a la República de Irlanda, visité la ciudad de Cork, muy conocida por los aficionados al whisky por estar allí radicada la factoría de esa bebida de la marca Jameson. No sé cuantos nacidos en Guadalcanal me habían precedido en la visita, pero lo cierto es que a la inversa, esto es, un natural de la ciudad había venido a Guadalcanal hace más de 250 años, concretamente en 1752. Me refiero al naturalista, nacido hacia 1714-1715, William Bowles que vino a nuestro pueblo desde Almadén, siendo su objeto conocer la célebre mina de plata de Pozo Rico. Pero antes de transcribir su viaje veamos algunos datos sobre su vida que, a diferencia de George Borrow (que estuvo en nuestro país entre 1835 y 1840), vino a traernos la doctrina de la ciencia, y desarrollo tecnológico de la que fue un ferviente apóstol, y de la que tanto estábamos necesitados y, lamentablemente, seguimos necesitando, y así nos va.

              Las noticias que tenemos es que estudió primeramente Derecho en Londres, disciplina que abandonó por la ciencia, y así en 1740 se encontraba en París cursando estudios de Historia Natural, Química, Metalurgia y Anatomía. Dado el carácter experimental de dichas materias posteriormente viajó a través de Francia y Alemania estudiando in situ Ciencias Naturales con especial atención a los minerales. Sabemos que se casó hacia 1734 con la alemana Ana Regina Runstein, natural de Hamburgo, que le acompañó en sus comisiones y que no tuvieron hijos. Residiendo ya en España, visitó Alemania, concretamente la fábrica de zafre(a) en Selva Negra con el fin de sacarle partido a la mina pirenaica de Gistau de mineral de cobalto. El objeto de la visita era estudiar la aplicación industrial de dicho mineral para el color azul de las piezas de porcelana.

            En 1752 trabó conocimiento con Antonio de Ulloa (1716-1795) que llegaría a ser Almirante de la flota española y con su compatriota Ricardo Walls, ministro de Carlos III, por cuya mediación se le nombró superintendente de las minas españolas. Se le encomendó formar un gabinete o colección de Historia Natural, y fundar un laboratorio químico para estudiar el platino y sus aleaciones. En calidad de experto en minas su mayor éxito fueron los planes que proyectó para volver a poner en marcha la producción de mercurio en la mina de Almadén que había resultado seriamente dañada por un incendio. La restauración de la producción en Almadén era una cuestión de estado, pues el mercurio era imprescindible para el beneficio de la plata en México y Perú.  El gabinete de Historia Natural del que se hizo cargo, conocido como la Casa de la Geografía, se hallaba en la calle la Magdalena de Madrid, y es el antecedente directo del Museo de Ciencias Naturales, del que Ulloa fue su primer director y Bowles su primer científico contratado.

Fruto de su dedicación y viajes por toda la península investigando las riquezas del suelo y subsuelo es su obra “Introducción a la historia natural y a la geografía física de España” aparecida en 1775, firmada, como puede verse en la reproducción adjunta, con su nombre de pila españolizado. Esta obra tuvo bastante éxito como lo prueba una segunda edición de 1782 y una tercera de 1789.

Si bien al principio tuvo una visión negativa de España, hasta el punto de declarar que; “Todos los españoles son tontos, apáticos, pobres, sucios, celosos y tristes“, el tiempo le hizo cambiar de opinión y llegó a ser muy bien aceptado por la clase dirigente y por la sociedad en general. Y ello pese a que no se le dio nada bien aprender el castellano, necesitando la ayuda de sus amigos para traducir los documentos que consultaba. Para la preparación del libro antes citada contó con la ayuda de José Nicolás de Azara, que fue embajador en Roma.

También durante su larga estancia en España sus estudios le llevaron a refutar las ideas erróneas acerca de la naturaleza del platino, en el sentido de que no era una simple aleación de hierro y oro, sino un elemento químico del grupo de los metales. El platino fue descubierto por el citado Antonio de Ulloa, en Ecuador hacia 1735.

Falleció en Madrid el 25 de agosto de 1780 siendo enterrado en la céntrica iglesia de San Martín en las inmediaciones de la actual Gran Vía.

Baste con las líneas que anteceden para tener una ligera idea de la personalidad del este científico. En cuanto al viaje, cuya narración sigue, podemos observar el recorrido desde Almadén hasta Guadalcanal, que parece realizó a campo a través, en dirección norte-sur, como demuestran las coordenadas geográficas que figuran a continuación.

PoblaciónLongitudLatitud
Almadén4º 49′ 00” O38º 46′ 00” N
Puebla de Alcocer5º 15′ 28” O38º 59′ 06” N
Orellana 5º 32’ 03” O39º 0’ 19” N
Navalvillar de Pela5º 28′ 00” O39º 05′ 00” N
Logrosán5º 29′ 32” O39º20′ 14” N
Orellana la vieja (cruza el Guadiana)5º 31′ 40” O39º 00′ 45” N
Zalamea de la Serena5° 38′ 00” O38° 40′ 00” N
Berlanga5º 49′ 45” O38º 16’ 58”  N
Guadalcanal5º 49′ 00” O 38º 05′ 00” N

Como se puede apreciar en el texto que transcribimos nada nos dice en cuanto a su duración, ni el medio de locomoción empleado, que bien pudo ser el caballo, ni de las características y costumbres de los pueblos que atravesó y sus gentes, así como de las posadas en las que se alojó, ni del confort de sus aposentos, ni de la calidad de las comidas de los mesones en los que comió. Al menos en esta parte de su obra, solo le interesaban las riquezas del suelo. Esto no sucede con la narración de la visita a otros parajes de España, donde se pueden leer textos como el siguiente:

            “El trage de los hombres y mugeres en los lugares reunidos de Vizcaya y Guipuzcoa es comúnmente el de Castilla; pero en la población dispersa los labradores usan el antiguo del pais, que se parece algo al de los Catalanes. Se compone de calzones holgados……(Obra citada pág. 318)  

El texto siguiente es reproducción literal, respetando la ortografía de la época, de las páginas 54 a 63 de la tercera edición de dicha obra, del año 1782

Partí de Almadén para la Puebla de Alcocer en Extremadura, y obsevé que en el camino todas las montañas son de piedra arenisca ó amoladera. A una legua del lugar, acia poniente, hay un hermoso llano atravesado de bancos de piedra de cal y pizarra, que siguen la misma dirección que tiene en la montaña vecina. En este llano hay una mina de plomo que ha sido trabajada.

Despues de caminar una hora se halla la montaña Lares, donde existen las ruinas de una mezquita o fortaleza de Moros; y allí vi por la primera vez el verdadero esmeril de España, que solo conocía hasta entonces por las muestras que hay en los Gavinetes de París. La montaña en que se halla es de piedra arenisca mezclada de quarzo: la mina es negrizca, y se parece á las bruñideras que se hacen de las hematítes1. Su dureza es tal que da lumbre herida de eslabon, y se compone de hierro refractario. Los Moros trabajaron esta mina de esmeril: yo creo que mas por sacar el oro de probablemente contiene, que por otra cosa: y como en ningún libro impreso Arabe se halla el método que usaron para ello, imagino que se podría hacer el ensayo siguiente. Primero ablandar el mineral por el fuego y el agua, y despues exponerle al ayre abierto por seis ó más meses, para que el flogisto(b) se manifieste y separe, dexando la materia desembarazada á este fin de extraher de ella por fundición el metal; y si esta experiencia, que se puede hacer con pequeña porcion, saliese bien, se debería pasar á trabajarle en gran cantidad. En España he hallado dos especies de esmeril: la una se encuentra en piedra ferruginosa; y la otra en arena cargada de hierro.

Entre Alcocer y Orellana  hay una mina de hierro en piedra arenisca, y en ella vi el mas hermoso y fino ocre roxo2 del mundo. Se atraviesa una áspera montaña para llegar a Nabalvillar, donde hay piedras sanguinas, y una especie de tierra agra, que reluce refregándola entre las manos. Es una blenda, ó mineral muerto de hierro refractario, de que nada se puede sacar.

De allí se va a Logrosan, que está al pie de una cordillera de montañas que corre de levante á poniente, y se llama sierra de Guadalupe. A la salida de dicho lugar se vé una veta de piedra fosfórica, que atraviesa el camino real obliquamene de norte a sur. Esta piedra es blanquecina, sin sabor, y si se machaca un poco, y pone sobre las asquas, arde, y despide una llama azulada sin olor alguno. El flosgisto de carbón es quien manifiesta esta llama. En la montaña que está al norte de este lugar hay una mina de plata en piedra blanquizca con mica blanca; y en la que está al mediodia, que es la montaña de Guadalupe, hay una mina de cobre en piedra pizarreña jaspeada de azul y verde. A la mitad del camino de Logrosan y Nabalvillar hay un extenso llano inculto y poblado de ílex(c) ó gruesas carascas. Un poco antes de Logrosan parece que se acaba la piedra arenisca, porque las casas del pueblo están fabricadas con granito de la sierra de Guadalupe.

Despues que examinamos la sobredicha piedra fosfórica, volvimos a Orellana, y pasamos el Guadiana casi seco, para ver una mina de plomo ques está á dos leguas de allí a mediodía, camino de Zalamea. Hállase esa mina en una pequeña eminencia llamada Vadija, ó Valle de las minas. La beta, que corre de norte a sur, corta directamente la piedra pizarreña, y está en quarzo que se descubre desde un arroyo que hay á 200 pasos del primer socavon, en el cual no sigue la beta como arriba dixe, sino de oriente á ponente. Esta tal beta se perdió, porque los Mineros atravesaron el arroyo dirigiéndose de norte á sur, y debían haberla trabajado por la dirección de la pizarra blanda del mismo arroyo, como la busqué y la hallé.

A dos leguas de esta mina, yendo siempre á mediodía acia Zalamea, hay una mina de plata, sin plomo en el espato. Esta mina se halla en un peñasco de granito cortado contra su dirección natural. La berta se compone de espato, de quarzo de pirita3 blanca y amarilla, y de una materia negra, reluciente, desmenuzable y piritosa. Todo este país y muchas leguas en contorno, está lleno de moles enormes de granito fuera de tierra, como los peñascos de Fontainebleau. El terreno es fertil de trigo, y está poblado de encinas.

Las dos minas que, como he dicho, están vecinas, pueden servir al beneficio una de otra, porque la de plomo es á propósito para copelar4 ó afinar la plata piritosa. En ésta, que se halla hoy abandonada, se ven los restos de una copela y de un horno de reverbero. Su abandono provino de que se inundó de agua; pero sería fácil desaguarla por su situación favorable, pues se  halla en una eminencia llamada Chantre; así como la de plomo que domina mas de 300 pies á un arroyo que está seco, por lo regular, en el verano.

Despues de Zalamea pasamos á una gran llanura de once leguas llamada Viñolas de Zalamea. El terreno de esta llanura le dividí para la Historia Natural en tres partes. La primera  que ocupa quasi la mitad, es un llano muy cerrado de monte baxo de terebintos, xaras,  timeléa(d) y coscoja, sin ningun arbol mayor; y el sitio que produce estas plantas es de guijo, de granito y de quarzos pequeños. La segunda es una faxa de terreno blanco, que no produce nada, despues un pedazo de arenal también estéril, y luego otra faxa de tierra blanca infructífera; al cabo de la qual se entra en la tercera parte de la llanura compuesta de tierra roxa toda cultivada, y de un pedazo de tierra  arenosa que se extiende hasta el lugar de Berlanga. Desde aquí a quatro horas llegamos a Guadalcanal por un llano y algunas colinas que hay hasta el pie de Sierra Morena, de la qual se andan dos leguas antes de entrar en dicha Villa, que tendrá de setecientos a ochocientos vecinos. Hay en sus cercanías  abundancia de Zumaque, cuya yerba se corta el mes de Agosto, y su tallo, hojas y flores se muelen, y llevan á vender á Sevilla para curtir cueros.

Las cimas de las montañas de Sierra Morena que hay alrededor de Guadalcanal son todas redondas como bolas, juntas unas con otras, y casi de la misma altura; en lo qual se diferencian de las restantes de España, que, por lo regular, son puntiagudas, especialmente las de los Pirineos, donde se levantan picos sobre picos, pudiendo éstas compararse al mar agitado de una borrasca; y las de Guadalcanal á la uniformidad de las olas en tiempo bonancible y sereno.    

Las piedras de estas montañas son muy duras, y se parecen en el color a las piedras que llaman de Turquía5: su figura es como la de la pizarra compuesta de hojas: descansan ó sientan perpendicularmente, y corren de oriente a poniente. Escupen el aceyte y el agua, y por eso que no son apropósito  para amolar.

La mina está á una legua  de la Villa  en el terreno mas baxo  de aquellos alrededores cercados de cerros. En la beta del pozo nombrado Campanilla, que está á doce pasos de otro llamado Pozo-Rico, se ven tres betas que descienden  y van á dar a este último. La una viene de levante, y la otra de poniente, y se juntan con la tercera, que es la buena, cortando la direccion de las pizarras de norte á sur para formar el tronco de la vena. Estas betas son pequeñas, pues no tienen mas de tres pulgadas de ancho; pero van acompañadas de cierta direccion regular de tierra en forma de beta de dos pies de anchura con piedrecillas de quarzo; con lo qual es estraño, y no hay á que compararlo en el país. La gran beta corre de norte á sur segun se descubre de doscientos pasos en la superficie. Hay dos arroyadas, que regularmente no corren en el estío,  por ser país muy seco, los quales tienen su curso del este al oeste, al pie de dos cerros contrapuestos á cosa de 300 pasos de distancia uno de otro. Estas dos arroyadas parece son los límites de la mina, porque se observa que ni los antiguos ni los modernos han cavado jamas al sur ni al norte de los dos cerros referidos, no obstante que han hecho quince pozos al este y al oeste de Pozo-Rico, llamado así porque de él se extrahía el mineral, baxando á buscarle  por el pozo vecino de Campanilla. En este hice yo excavar cerca de cinquenta pies por orden del Ministerio, para ver si las galerías estaban hundidas como se aseguraba; y á dicha distancia  hallamos el agua, y vimos que la madera de la escalera  estaba toda podrida, bien que las galerías se mantenían sólidas y firmes. Por los escombros se infiere que esta mina se componía de quarzo , espato blando de color de raton,  pizarra aherrumbada, hornestein, piritas, algo de plomo, y mucha plata. En el Pozo-Rico abundan tanto las aguas de materia vitriólica, que las maderas estan llenas de hermosos cristales de vitriolo marcial, ó verde; y al lado del pozo de San Antonio hay una mina, o banco de vitriolo nativo en la piedra.

El Señor Don Joseph de Carvajal, Ministro de Estado, que deseaba informarse de lo que era esta mina, me manda examinarla, y me hizo entregar varios papeles antiguos, que se reducian á la historia de los que en ella se ha trabajado, y dos planes de sus pozos y galerías. El primero de estos planes incluía once pozos desde ochenta á ciento y veinte pies de profundidad, y el segundo, que me pareció hecho por persona mas inteligente, no contenía mas que diez. Del extracto que hice para aquel Ministro se sacan dos verdades, y cinco conjeturas. 

Las dos verdades  son, que los dos hermanos Fúcares abandonaron esta mina en 1635; y que entonces  las betas de plata eran muy ricas.  La primera conjetura es, que habiendo  querido el Ministerio subir el arriendo, y poner  nuevos derechos  a los dichos Condes Fúcares, éstos introduxeron una corriente de agua en la mina, que para sus trabajos tenían desviada, y la inundaron y abandonaron  precipitadamente;  la segunda, que estos Asentistas pusieron máquinas, y acuñaron moneda dentro de la misma mina para defraudar los derechos del Rey, con cuyo dinero se  grangearon protectores  poderosos en la Corte, y así  pudieron  evadirse de España; la tercera, que la última galería  se hundió,  y que aunque ahora se compusiese, no daría para los gastos de la obra; la quarta que hay un manantial de agua en el último pozo tan abundante, que sería  de un coste inmenso el dasaguarle,  y se correría el riesgo de no hallar la beta, ó de hallarla exhausta; la quinta, que la abundancia de plata de las minas de América hizo olvidar los trabajos de ésta; y la política persuadió  que debía reservarse para quando aquellas  pudiesen faltar.

Varios Autores antiguos y modernos han celebrado la riqueza prodigiosa de esta mina. El Cardenal Cienfuegos en su Historia de San Francisco de Borja pag. 264 dice, que esta mina había producido ocho millones de pesetas, cuya suma se empleó con otras en la fabrica del Escorial. Alonso Carranza en sus tratado de Moneda de España, pag. 101, afirma que una semana con otra se sacaban de Guadalcanal sesenta mil ducados, y que al lado de la mina se había fundado el lugar por los que acudían a los trabajos6.

A legua y media acia poniente de la mina de Guadalcanal hay otra mina en una peña muy alta, que ya los antiguos tantearon, segun se ve por un pozo y una galería que se distinguen de las demas obras modernas. La beta se presenta mal, y a mi entender, es una vena trastornada: esto es, que es mas rica en la superficie que en lo profundo, pues á la vista tiene seis pies de extension, y se compone de esparto y quarzo. Corre de norte a sur en el primer pozo, que es el antiguo; pero en los modernos se nota que muda del este al oeste, siguiendo la dirección de la montaña”.

Hasta aquí las páginas del libro citado relacionadas con Guadalcanal. Antes de concluir creo que no está de más resaltar que este texto, que podíamos calificar de “Libro de viaje mineralógico”, fue escrito 64 años antes que el famoso “El viaje del Beagle. Un viaje de un naturalista alrededor del mundo“, de Charles Darwin, publicado en Inglaterra en 1839 que tanto marcó su trayectoria científica posterior, siendo fundamental para su magna obra “El origen de las especies“, que cambió radicalmente las ideas sobre los seres vivos, y que la moderna Bioquímica ha confirmado. Quien haya leído El viaje del Beagle, recordará como Darwin comentó las costumbres y otras características de los pueblos que visitó en su largo periplo, lo que no hizo el científico irlandés del que nos hemos ocupado.

Notas del autor W. Bowles

1.- Hematites es una piedra mineral de hierro de color roxo tirante á negro aplomado: es muy dura, y de ella hacen sus bruñideras los plateros y doradores: El hierro que se saca de esta piedra es agrio y quebradizo, y no se puede trabajar sino mezclándole otra porcion de otro hierro mas ductil y blando.

2.- Hay muchas especies de ocre, y de muchos colores. Su naturaleza es tierra crasa y pesada, que tiene sabor, y aun olor que se aviva con el fuego. Los ocres son una tierra de hierro que ha perdido su flogisto. Sobre los ocres de que se sirven los Pintores se puede ver lo que dicen los autores naturalistas.

3.- Las piritas son minerales que se parecen á minas verdaderas los metales por el color, pesadez y brillo. Compónense de substancias metálicas naturalizadas por el azufre ó por el arsénico, ó por entrambos, y de una tierra no metálica. Son muchas especies, y muchos sus nombres. Una de sus variedades es la marcasita; que nosotros llamamos piedra-luga. Véase la Piritología de Henckel. 

4.- Copelar se llama la operación de afinar ó ensayar el oro y la plata por escorificación con el plomo en la copela ó crisol chato.

5.- Costureica, en francés grais de Turquie, es piedra arenisca, ó amoladera, de grano muy fino y color pardo. Estando blanda y enxuta, muerde bien el azero, pero untada con azeyte se enduerece: puesta al fuego se emblanquece; y si es mucho el calor se medio vitrifica.

6.- Esto se escribía hace veinte años. Despues las cosas han mudado mucho de semblante, porque una compañía de Extrangeros ha emprendido el beneficio de esta mina con permiso del Rey; y no obstante  haber consumido capitales muy quantiosos, y haber desaguado los pozos, hasta ahora  no han podido dar con la beta.

Notas del transcriptor 

(a)zafre. (Del ár. zahr, y este quizá del persa zahr, veneno). 1. m. Óxido de cobalto mezclado con cuarzo y hecho polvo, que se emplea principalmente para dar color azul a la loza y al vidrio (DRAE).

(b)Elflogisto fue una hipotética materia que se suponía responsable de la inflamabilidad, y formaba parte de una teoría científica que se reveló falsa, según la cual toda sustancia susceptible de sufrir combustión contenía flogisto, y el proceso de combustión se creía que consistía básicamente en la pérdida de dicha materia. El golpe de gracia a dicha teoría se lo dio mi ilustre colega Antoine Laurent Lavoisier (1743-1794), fundador de la Química moderna, que como es sabido murió en la guillotina.

(c) Ilex es un género de plantas que cuenta alrededor de 400 especies formado por árboles y arbustos comúnmente conocidos como acebos. La forma actual de carasca es carrasca según el DRAE, que es una encima pequeña o mata de esa especie.

 (d)La timelea (Thymelaea broteriana) es una planta frecuente en los bordes de pistas, caminos y cortafuegos en las cercanías de los pinares de pinos resineros y que comparte hábitat con especies como brezos, jaras, jaguarzos y carquesas.

Fuentes consultadas.-

1.- Gabriel Sánchez Espinosa (de la Queen’s University Belfast). La obra del naturalista Guillermo Bowles y la política territorial del gobierno ilustrado. Dieciocho 25.2 (Fall 2002) pp. 255-279.

2.- The Irish Time, May 17, 2001.

3.- Introducción a la Historia Natural y a la Geografía Física de España, por D. Guillermo Bowles. Tercera edición, Imprenta Real. Año de 1782. 554 pp.  

Deja un comentario