Una composición poética de Francisco Rodríguez Marín

Introducción de José Mª Álvarez Blanco. Revista Guadalcanal año 2020

Nuestro paisano Micrófilo (Juan Antonio Torre Salvador, que nació en la villa en 1857 y murió en 1903 con solo 46 años), contó entre sus amigos íntimos con el escritor de Osuna, Francisco Rodríguez Marín (1855 – 1943), quien firmó también sus escritos con el seudónimo “El Bachiller Francisco de Osuna”. La amistad entre ambos escritores estuvo fundamentada por su coincidencia ideológica, pues ambos fueron en su juventud anticlericales, anarquistas, en resumen, izquierdistas radicales. Sin embargo, el de Osuna, en una fecha que no puedo precisar, probablemente tras la muerte de Micrófilo, dio un giro de ciento ochenta grados a su ideología como nos ilustra uno de sus biógrafos con el siguiente texto: “Hallándose en apurada situación, trabó conocimiento con Menéndez y Pelayo, archifausta efeméride en su vida, pues, sobre darle el honor de tratar a persona de tan relevante mérito, señala el arranque de todas sus bienandanzas y fortunas. Coincidió también, si no recuerdo mal este suceso, con la circunstancia de que Dios le tocara en el corazón y le convirtiera de hombre avanzado y utópico, en fervoroso derechista y de carácter práctico[1]”. El curioso lector puede consultar en Internet diversas biografías de este autor.

Y sin más preámbulos siguen las cuartetas del ursaonense, publicadas en 1893, en el Semanario sevillano Sevilla en broma


[1] Mario Méndez Bejarano, “Diccionario de escritores, maestros y oradores, naturales de Sevilla y su actual provincia”, Sevilla1922.Tipografia Gironés O’Donnell. Edición Facsímil de Padilla Libros. 1989

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