Los Reyes Católicos en Guadalcanal

Revista Cultural La Jayona Verano 2010


 Febrero de 1502

Lunes honce de hebrero partieron sus altezas de Sevylla para Toledo et dormieron esa noche en San Jerónimo et otro dia martes en la Torre de Perafán (en la actual Guillena-Sevilla) et al dia 13 miercoles venyeron a Cantillana, estobieron ende alli juebes e viernes et se . fueron a dormir a la venta e savado seguyente al Pedroso estobieron ende el domingo:
lunes XXVII de hebrero vinieron a la Cazalla et de ay llegaron a Guadalcanal”.
 
Marzo de 1502

Et ende Guadalcanal venieron a la Fuente de Arco el primero de março a la hora temprana et parten a recivirlos las autoridades do lugar, alcaldes y regidores fasta el sitio ende yvan a morar. (El autor anónimo describe el lugar y por todos los indicios que nos proporciona parece ser que el lugar era bastante cerca de nuestro Cerro Santiago).

Al poco començaron los festejos, onde las gentes do lugar asysten cuasi en quinientas de un millar de habitantes que aquesta aldea tierras posee el lugar (Fuente del Arco en este año de 1502 tenia 277 cabezas de familia para un total de 1108 habitantes). Los caçadores del lugar habyan caçado en abundancia pieças de pelo et de pluma et despusieron un grande banquete con frutas do lugar et vino Della tierra. Al finaliçar los festejos nos deleytamos con musica et los trovadores que acompañan a mis Señores nos recitaron El Cant Espiritual del grande Maestro Auxiàs March (El Canto Espiritual esta dirigido a Dios, es una larga oración de 224 versos escrita en segunda persona y el autor teme condenarse por haber caído en el amor loco, de lo cual se arrepiente, incluso le pide a Dios que le acorte la vida para no incurrir en más pecado.) et después mi Señor Don Ferdinan se dirigio a las moças do lugar de la siguiente manera:

“Agora os voy a decir lo siguiente, a vosotras las donceyas do las propiedades et conocimientos que deven guardar, la primera es saver leer, la segunda ser buenas devotas et ser dignas en oracion, la tercera ser fervientes en el ayuno mandado, la cuarta gran honestidad y decoro fasta la muerte et fasta ende manda el marido, la quinta est avlar cuasi nada mas con sosiego, la sexta es basar la obediencia en la honestidad, la septima ser fervientes en la honestidad, la octava no pecar en comer y beber, la nona ser temerosas y obedientes, la decima no estar ociosas et ser simples, la once no pecar de escarnecedoras et la doce buenas mujeres en costumbres de mujeres”.

Tras la larga perorata, cerca del atardecer todo el sequito se retiro a sus aposentos, el autor no especifica en que lugar se quedaron los Reyes, solamente anota ….

“Mis señores el Rey et la Reyna se retiraron al lugar do morada, en la posada do lugar”. Luego continúa en página aparte y dice “Mis señores Reyes parten de la Fuente e Arco a hora temprana para dirigirse dirección Llerena, a la cual hemos llegado hoy tres de março”.

Desde Llerena continuaron viaje por todo el reino para terminar su recorrido en Zaragoza el 18 de Julio de 1502.

Isabel de Portugal a su paso por Fuente del Arco y Guadalcanal
Según el cronista Alonso de Santa Cruz (1505/1567) “por causa de visitar el Reino de Andalucía” determinó Carlos V hacer su casamiento con Isabel de Portugal en la ciudad de Sevilla, que por 1526 vivía un periodo de apogeo gracias a su importancia en el comercio de Indias.


La infanta portuguesa llego a Sevilla el 3 de marzo de 1526 y el emperador una semana mas tarde. Pasada la medianoche del 10 al 11 del mismo mes se celebró una pequeña ceremonia en el Alcázar (hora y lugar desacostumbrados para un enlace real), en el actual Salón de Embajadores.

A través de las negociaciones entre España y Portugal dieron a su fin como resultado una doble unión matrimonial hispano-lusa. Se acordó en 1522 el matrimonio entre Catalina de Austria, hermana menor de Carlos V y Juan III de Portugal. Tres años después, en 1525, es su hermana Isabel la que se uniría a Carlos I de España y V de Alemania.

Este acuerdo fue muy importante desde el punto de vista económico para la monarquía hispana, ya que la dote que Isabel aportó fue cuantiosa. Esta dote fue una de las mayores en su tiempo pues ascendía a la nada despreciable cantidad de “900.000 doblas de oro”, las cuales, al rey español le vinieron de fábula por sus arruinadas arcas a consecuencia de las guerras.

La ceremonia de esponsales por poderes se realizó dos veces en el palacio de Almeirim (Portugal), porque tras la celebración de la primera el 01/11/1525, se entendió que la dispensa por enlace de parentesco no era suficiente y se solicito de Roma una segunda dispensa; la boda se repitió el 20 de enero de 1526. El embajador y procurador, Carlos Popet, Señor de Laxao, fue el encargado de recibir a la infanta en nombre del emperador.
Grandes de España fueron hasta la frontera para recibir a Isabel, desde Toledo parte el duque de Calabria y el hermano del duque de Medina-Sidonia, desde Sevilla.

Isabel sale de Almeirim a finales de enero de 1526 acompañada de un brillante séquito encabezado por Juan III que le acompaña hasta Chamusca y sus hermanos Luis y Fernando hasta la misma frontera; el marqués de Villarreal, hasta Sevilla. El miércoles 7 de febrero se realizó la entrega entre Elvas y Badajoz, en la misma frontera.

La ruta hasta Sevilla fue Badajoz, Almendralejo, Llerena, Fuente del Arco, Guadalcanal, Cazalla, El Pedroso, Cantillana y San Jerónimo.

Ortiz de Zúñiga nos testimonia el rico recibimiento que todos los pueblos prepararon, uno por uno por donde paso Isabel camino de Sevilla, también incluye Fuente del Arco.

Este cronista nos dice que “a su paso por la aldea de Fuente del Arco, salieron a recibir a Isabel a la entrada del pueblo, todos los Oficios en cabalgaduras porque las lluvias de aquellos días del mes de febrero habían sido abundantes y el lodo era dueño del terreno por doquier en aquellos lares, aunque aquel día no llovía.

Los dos cabildos, el eclesiástico y el secular le besaron la mano en la litera donde venia a su recibimiento. A la entrada del pueblo había un arco triunfal muy grande, adornado y muy bien obrado, aunque había perdido toda lucidez a consecuencia de las aguas caídas.

Los vecinos estaban todos en la calle pues todo esto contribuía a crear un espacio festivo y un tiempo diferente del habitual al interrumpir la vida cotidiana. Al paso de Isabel tocaban música y las campanas repicaban, había antorchas encendidas y algunos tapices, faraones, lleno de la juncia, el junco y el romero, y unos enormes braseros que exhalaban perfumes.
La comitiva real fue despedida en los arrabales y un grupo de rapazuelos acompañó a la comitiva durante un trecho en su camino hacia Guadalcanal.

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