Los Bonillas y Guadalcanal

Fuente. – Diego Alfonso Bonilla y Bastida (Profesor de primeros estudios) de Ciudad de Caballococha, septiembre de 2010, Provincia de Mariscal Ramón Castilla, Departamento de Loreto, Republica de Perú.

Información facilitada por Rafael Espínola Rodríguez

La familia Bonilla tuvo gran trascendencia en la emigración de los llamados Indianos que partieron de Guadalcanal al nuevo mundo, muchos fueron los miembros de esta familia que emigraron durante los siglos XV y XVI y algunos de ellos tuvieron parte activa e importante en la formación y colonización de ciudades, formando en varias zonas de la Nueva España la dinastía de este apellido tan extendido en zonas de Perú, Panamá, México, Chile y otras naciones de América central y sur.

Si bien el primer miembro de esta familia que se ha encontrado, Fernando de Bonilla no era natural de Guadalcanal, pues procedía un pueblo de la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha) llamado Bonilla, recaló en esta villa en el último tercio del siglo XV, parece (aun cuando este dato no se ha podido contrastar) que formaba parte como caballero de las tropas cristianas que conquistaron Alhama de Granada y que fue el preludio de la reconquista de la Ciudad de Granada y rendición del reino nazarí de Granada.

Casó con Beatriz González y tuvieron varios hijos, uno de ellos, conocido como Francisco de Guadalcanal, emigró de Guadalcanal hacia el nuevo mundo en 1517 y fue regidor de Panamá.

Posteriormente siguió el mismo destino su sobrino Rodrigo Núñez de Bonilla, que destacó en las guerras de La Española y Tierra Firme con sus armas y la destreza como caballero y fue tesorero de la Real Hacienda de Quito, haciéndose con una importante hacienda y recibiendo del Conquistador Francisco de Pizarro varias Encomiendas y títulos.

Su hijo Rodolfo Núñez de Bonilla reconstruyó la ciudad de Archidona y la denominó Santiago de Guadalcanal.

Otros miembros de esta familia fueron:

Juan de Bonilla, que se casó con Teresa Sánchez y de su matrimonio nacieron varios hijos, dos de ellos, Juan, y Alonso de Bonilla embarcaron en la nao de Sancho Prieto a tierras del Perú.

Cristóbal de Bonilla que recaló en Nueva España, estableciéndose cerca de la ciudad de México. Un biznieto de este último y de igual nombre, Cristóbal de Bonilla nacido en México, ingresó en la Orden de Santiago en 1646 cuando regresó a España después de su periplo americano.

Hijo de otro Cristóbal de Bonilla y de Isabel López, fue Agustín de Bonilla que recalo en Perú en 1592.

Juan Ignacio Sánchez de Bonilla fue caballero de la Orden de Calatrava e hizo varios viajes al Reino de Nueva Galicia y zona sur del Perú, como comisionado real y experto en minas.

Luís de Bonilla Mexía que se estableció en Potosí, envió a España a uno de sus subordinados con un gran lingote de plata para su hermana María de Bonilla y notificándole éste a su vuelta, que su hermana había fallecido y había donado la plata para la ayuda a la construcción en Guadalcanal del convento al que iba destinada la preciada pieza.

Juan de Bonilla Mexía que hizo rápida fortuna como tantos otros peruleros en Lima y volvió a España con una importante fortuna y una corte de esclavos en 1624, dejando por heredera a su sobrina Mariana de la Pava y de Bonilla de Guadalcanal. Gonzalo de Bonilla y Barba coo-propietario de unas minas en Guanajuato (México) y creador de una importante dinastía de los Bonillas en ese país. Otros muchos Bonillas y Bastidas (mi segundo apellido) que otro día analizaré he encontrado al confeccionar mi árbol genealógico, consultadas la Enciclopedia Espasa de Apellidos Españoles, distintos archivos históricos nacionales y otras fuentes, procedentes de Guadalcanal y ciudades limítrofes de la antigua provincia de León en España, la mayoría de los datos están contrastados, pero otros y lamentablemente por el paso del tiempo y la dificultad de acceder a determinados archivos históricos nacionales, no me han sido posible verificarlos, no obstante, creo que todos estos datos se acercan mucho a la realidad de la procedencia del apellido Bonilla y su implantación en América

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