Guadalcanal año 1971

Época de cambios los que vamos a ver en estos años del 1971 al 1980. Aunque en Guadalcanal -tan alejado de todas partes o cerca de todos los sitios, según cada punto de vista- no lo notemos, España está cambiando en los últimos años. El que posteriormente sería rey, fue nombrado en el año 1969, príncipe de España, hasta que a la muerte de Franco en 1975, pasó a ser Rey de España, con el nombre de Juan Carlos I.

En Guadalcanal los vecinos siguieron marchándose a Madrid, Cataluña o el País Vasco, ya que aunque había menos habitantes, también el trabajo se fue transformando, las fincas se fueron vallando por lo que ya no eran necesarios tantos pastores o ganaderos. Igual ocurrió con los demás trabajos agrícolas que se fueron mecanizando o perdiendo por no ser rentables en una zona de sierra.

El año 1975 moriría el dictador Francisco Franco, que durante casi cuarenta años secuestró la libertad de todos los españoles. En 1977 se realizarían las primeras elecciones democráticas y en el 1978 se aprobó la nueva Constitución y se disolvieron las Cortes que eligieron nuevos diputados y senadores al siguiente año. También en 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales y entraron a formar parte del Consistorio de Guadalcanal concejales de UCD, PSOE y PCE.

En este año 1971, el Consistorio estaba formado al inicio del año por: Alcalde Enrique Gómez-Álvarez Soriano. Tenientes Alcalde: José Luis Barragán Pérez, Cándido Fernández Rivero y Antonio Fontán Yanes. Concejales: Antonio Crespo Ramos, Manuel Rivero Fernández y José Rivero Yanes.

Empieza este año 1971 con una gran noticia para los empleados del Ayuntamiento, ya que en el Pleno del 15 de enero, se acuerda una gratificación extraordinaria para estimular la productividad, para los funcionarios del Ayuntamiento, que relacionamos a continuación:

CargoNombre y apellidosPesetas
SecretarioAntonio Cabo Álvarez18.000
DepositarioJosé Chaves Álvarez15.000
OficialRafael Galván Benito15.000
Aux. AdministrativoRafael Ibáñez Rincón15.000
Aux. AdministrativoJosé Mª Rivero Sanz15.000
Aux. AdministrativoRemedios Roja Yanes10.000
Aux. AdministrativoLeopoldo Tena Cabeza15.000
Aux. AdministrativoNorberto Yanes Flores15.000
Vigilante ArbitriosJesús Gálvez Gálvez10.000
Guardia MunicipalJosé Chaves de la Rosa11.000
Guardia MunicipalÁngel de la Rosa Díaz11.000
Guardia MunicipalAntonio Fernández Sánchez11.000
Guardia MunicipalFrancisco Gómez Tomé11.000
Guardia MunicipalBenigno Riaño Rivero11.000
Cabo Guardia Municip.Manuel Llanos Uceda11.000
Guarda PaseosMiguel López Rincón10.000
Guarda PaseosAgustín Mejias Gordón10.000
SepultureroRafael Caballero Ruiz7.000
BarrenderoDiego Durán Blanco8.000
AlguacilFrancisco Guirado Rodríguez5.000

El Alcalde informa que ha recibido manifestaciones verbales y por escritos de vecinos de Guadalcanal, en relación con un libro escrito por Antonio Burgos Belinchón titulado “El Contador de Sombras”, en el que al parecer alude de manera directa a circunstancias y hechos que menosprecian a esta localidad y a su vecindario. Se acordó consultar a un letrado competente y efectuar en su caso, ante las Autoridades y Tribunales, las demandas que sean precisas para que el nombre de Guadalcanal y el de sus vecinos, quede reivindicado.

Se adjudican el 6 de febrero las obras de pavimentación de la calle General Varela al constructor Amador Barragán Pérez, por un importe total de 133.650 pesetas. En el mismo acto se amplían las citadas obras por un importe máximo de 33.750 pesetas. De acuerdo con lo que está establecido, se produce el cese del concejal Manuel Rivero Fernández y se incorporan los elegidos en las últimas elecciones, quedando compuesto el Ayuntamiento por el alcalde: Enrique Gómez-Álvarez Soriano y los siguientes concejales:

ElegidosGrupoNombre y apellidosEdadVotos
Año 1966Cabezas FamiliaJosé Luis Barragán Pérez (1)50585
Año 1966Cabezas FamiliaAntonio Crespo Ramos62246
Año 1970Cabezas FamiliaAdriano Atalaya Palacios39728
Año 1966Repres. SindicalAntonio Fontán Yanes (1)439
Año 1970Repres. SindicalEzequiel Rius Tristancho3810
Año 1970Repres. SindicalRafael Rivero Morente398
Año 1966EntidadesCándido Fernández Rivero (1)442
Año 1966EntidadesJosé Rivero Yanes474
Año 1970EntidadesAntonio Nogales Delgado263

                              (1) Nombrados Tenientes de Alcalde.

En la sesión ordinaria del 15 de abril, se lee escrito de la Dirección General de Sanidad, donde explican el motivo de la supresión de una plaza de practicante. Se acuerda enviar escrito a la Dirección General de Radiodifusión y Televisión, solicitando que se pueda ver en esta localidad y los alrededores el nuevo canal de UHF.

Se lee escrito del constructor Sr. Barragán que está realizando las obras de pavimentación de la calle General Varela, donde informa que se llevan pavimentados un total de 732 m², habiendo hecho acopio de materiales para un total de 1.050 m² que tiene la calle. Que ha sido informado que se ha gastado el crédito, por lo que queda al día de hoy 318 m² que importan 72.724 pesetas. A la vista de lo expuesto el Pleno acuerda la ampliación de las obras, hasta  su finalización.

Se pone en conocimiento de los asistentes en la sesión ordinaria del 15 de mayo de 1971 del escrito recibido de la Diputación Provincial, donde informan de la aprobación del proyecto de Abastecimiento de Agua y alcantarillado en Guadalcanal, redactado por el ingeniero Miguel Marrero González, cuyo proyecto total asciende a 989.683 pesetas. También se da cuenta del escrito de la Unidad Técnica de Sevilla sobre la construcción de la Biblioteca Pública. Se faculta al alcalde para que organice la limpieza total del inmueble donde va a ir la Biblioteca, en la calle Poza, 3, así como gestione la posibilidad de subvenciones de organismos competentes. Se recibe escrito del arquitecto Rafael Herrera Castillón, que está dirigiendo la obra del nuevo polideportivo, donde solicita una ampliación del plazo de entrega de dos meses, debido a las condiciones climáticas, proponiendo como fecha límite el 30 de junio de 1971. Se aprueba la ampliación del plazo de entrega.

En el periódico ABC del día 22 de mayo de 1971, aparece un artículo de José María Osuna, donde nos habla del libro que había publicado Pedro Porras Ibáñez, con el título de Mi Señora de Guaditoca.  

Creo con sinceridad que en cuanto a  resonancias históricas y literarias se refiere, Guadalcanal puede considerarse un pueblo afortunado. Y no hablo ahora de la relevante presencia de algunos de sus hijos en momentos estelares de la historia de España —por ejemplo, de Pedro Ortega Valencia, en el descubrimiento y conquista de las islas de Salomón en el Pacífico, a una de las cuales, luego muy famosa, dio el nombre de Guadalcanal, su pueblo ni del muy famoso literato, orador y político Adelardo López de Ayala, dirigente de la revolución del 68, ministro de la Corona y autor de importantes obras dramáticas—, sino de aspectos mucho más cercanos. Pues he aquí que sólo en el plazo de unos meses han aparecido en las librerías nacionales dos libros de verdadero interés, cuyo protagonista, más que simple lugar donde se desarrolla la acción, es el propio pueblo de Guadalcanal.

En uno de estos libros —«El contador de sombras», de Antonio Burgos”— el nombre está sugerido, apuntado, y los hechos se deforman y disfrazan para que esquivando posibles susceptibilidades resulten apenas reconocibles; en el otro —«Mi Señora de Guaditoca», de Pedro Porras—, claramente expresado; uno, origen de alboroto y casi de revuelta popular adversa; otro, fuente de juicios merecidamente encomiásticos y motivo de satisfacción para muchos, pese a que con nombres, pelos y señales de sucesos y de intenciones se hace constar sin reserva alguna lo que estuvo mal hecho: «… la venta del riel de plata importó $.408 reales y doce maravedíes…, según certificación dada en 16 de mayo de 1854 a petición del vendedor, Francisco Ortega Ayala… Desde luego, perdiéndose alhajas de valor para sustituirlas… por baratijas».

Quizá esto pudiera servirnos a todos de provechosa lección: la que puede ofrecernos, si pensamos con humildad, el paso de los años como medio eficacísimo para calmar apasionamientos y serenar los juicios. Bastó una insinuación en presente, más literaria que real, para que todo un pueblo se soliviantase; ahora, ante una acusación dura y directa contra uno de sus más encopetados rectores, nadie se inmuta después del siglo transcurrido.

Tengo la seguridad de que en un día no muy lejano —tal vez sea suficiente el paso de una generación — la novela «El contador de sombras» será también para Guadalcanal motivo de legítimo orgullo. (No olvidemos que la Mancha ensalza rabiosamente, como algo propio y particularísimo de su acervo, a Don Miguel de Cervantes y a la figura del Ingenioso Hidalgo, que nació allá en un lugar de cuyo nombre no quería acordarse el autor. Que algo parecido sucedió en Oviedo con Leopoldo Alas «Clarín» y «La Regenta», y aun en el mismo Guadalcanal con «El tanto por ciento», de Adelardo López de Ayala.)

El libro de Pedro Porras es el libro de la historia de un lugar, contada a través de la devoción por su Patrona, la Virgen de Guaditoca. Vicisitudes, avatares, periodos de esplendor alternados con otros en que las motivaciones históricas o las simples debilidades humanas hacen que aquélla decaiga, al menos en sus manifestaciones externas, se corresponden exactamente con las que a la par vive el pueblo, ya que no en balde, para bien o para mal, durante toda la época a la que el libro dedica su mayor atención, la vida civil y la religiosa caminan en nuestra patria íntimamente fundidas y confundidas.

Guadalcanal, la palabra Guadalcanal, con que se designa al blanco pueblo de la sierra, es de evidente etimología árabe y significa «río de creación». Pedro Porras, con un sentido más poético de la realidad, invierte los términos y afirma que mejor sería decir «creación de ríos», ya que Guadalcanal, situado en la cumbre de una sierra a dos vertientes, la del Guadiana por el norte y la del Guadalquivir al sur, preside el nacimiento de numerosos arroyuelos y regatillos que van a mantener el caudal de aquellos dos grandes ríos. Precisamente en las márgenes de uno de tales arroyos, de cauce estrecho y curso retorcido, la Virgen de Guaditoca se le apareció a un pastor. Es la leyenda, una bella leyenda coincidente con las de otras apariciones que se citan “como acaecidas en estos campos de la sierra: la Virgen del Monte, la del Robledo, la del Espino… Y como habían sido también los árabes los que pusieron nombre a aquel arroyo, ellos lo denominaron de Guaditoca, «río angosto», de donde toma el título de su advocación la Patrona de Guadalcanal.

El autor de este libro es un guadalcanalense enamorado de su pueblo natal, de su historia, de sus tradiciones. Abogado, notario y agricultor, hombre de profunda cultura, en su fina sensibilidad no han logrado hacer mella ni el trato continuado con legajos y protocolos ni la ruda briaga que consigo trae cualquier explotación agrícola. Todas estas circunstancias reunidas en Pedro Porras le han permitido sacar a la luz una obra que, a pesar del estricto carácter localista del tema, expande su interés mucho más allá de los linderos de la comarca.

Después de la Reconquista, Guadalcanal es incorporada a la Orden de Santiago, fundándose tres parroquias dependientes de la Vicaría de Santa María de Tentudía, cuya sede estaba «en lo más alto de la sierra de este nombre, visible desde las casas de Guadalcanal». También se construyen varias ermitas, una de ellas dedicada a la Virgen de Guaditoca, que siglos adelante (1647) sería sustituida por otra más de acuerdo con la dignidad que el culto a la Patrona exigía, erigiéndose a orillas del «río angosto» de los moros, cerca de la Peña de la Aparición. A partir de entonces se extendió con rapidez por toda la comarca la devoción por la Virgen de Guaditoca, con lo cual cada año al llegar la Pascua del Espíritu Santo, en plena primavera, se agrupaban allí en torno a la Virgen y su ermita vecinos de muchos de los pueblos de los alrededores: Malcocinado, Azuaga, Berlanga, Ahillones, Valverde de Llerena, etc. Para atender a los «romeros» solían acudir también vendedores de «viandas y fruslerías », los cuales, a la vez que crecía el contingente anual de devotos, aumentaban el número, de modo que lo que en un principio fue modesto mercado acabó por convertirse en una de las ferias más renombradas del contorno: la feria de Guaditoca. Posteriormente, en 1722, el Rey nombra patrono-administrador de la ermita y de todos sus bienes («muebles raíces, joyas, platas, vestidos, ornamentos, maravedíes, vino, pan y todas las otras cosas que en cualquier manera o por cualquier causa o razón tocasen o perteneciesen a dicha ermita…») a don Alonso-Damián Ortega Toledo, marqués de San Antonio de Mira al Río, privilegio transmisible a sus descendientes. El patronato discurre con los altibajos propios de su condición humana, para terminar siglo y cuarto más tarde liquidado por la acción malversadora del que fue su último patrono y al que ya nos hemos referido al principio. Después del episodio del patronato, una nueva hermandad vendría a hacerse cargo de la administración de los bienes espirituales y materiales de la Patrona.

El lenguaje de Pedro Porras es correcto y preciso, tal como corresponde a un profesional habituado a «dar fe» pública de hechos y de cosas; ágil, salpicado de expresiones de humor que revelan con evidencia la inteligente personalidad del señor Porras. Sólo a veces el fervor apasionado por su Patrona, cuya advocación singulariza en ese título de «Mi Señora de Guaditoca», se exalta y en el léxico se produce como una extraña extraña aquí y en este libro— eclosión de vocablos que parecen escapados de las páginas de algún viejo novenario mayeado y florido.

Advirtamos que el autor lo hace conscientemente y que él sabe muy bien lo que se hace.

La obra va ilustrada con unos delicados dibujos, llenos de ingenuidad y de gracia, originales de las propias hijas del escritor.

En el Pleno ordinario 15 de junio 1971, se lee el escrito del Director Técnico de Televisión, contestando a la solicitud de instalación del canal de UHF, indicando que la misma está prevista en el Plan Nacional de Extensión de la Segunda Cadena, a realizar en el cuatrienio 1972-1975. También se recibe escrito del Delegado Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia, donde informa que la construcción de la Biblioteca está prevista para el año 1972. El Alcalde también informa de que la inauguración del Polideportivo se inaugurará el próximo día 18 de julio. Igualmente los asistentes tienen conocimiento por el Alcalde, que el Gobernador Civil ha concedido una subvención para obras, por importe de 150.000 pesetas, que las realizará por administración Ezequiel Rius Sanz, para poder dar trabajo al máximo de vecinos. Debido a la situación económica por la que atraviesa el Ayuntamiento, en el Pleno ordinario del 7 de julio se acuerda poner en circulación una letra bancaria a 90 días, por importe de 400.000 pesetas, contra la Caja de esta Corporación y que será negociada por el Banco Español de Crédito. De nuevo se hace necesario ampliar la fecha de entrega del Polideportivo, por problemas surgidos, acordándose el día 30 de julio como fecha límite para su entrega a este Ayuntamiento.

En el Pleno del día 12 de agosto de 1971, se faculta al alcalde para que se realice solicitud al Plan Ordinario de Cooperación Provincial de la Diputación de Sevilla, acordándose incluir las siguientes obras: Mercado de Abastos; Pavimentación de varias calles y ampliación del cementerio con la construcción de nuevas sepulturas. También se da lectura al escrito del Gobernador Civil sobre subvenciones concedidas para las obras de pavimentación de seis calles por un total de 1.137.125 pesetas. Las calles a reparar serán: Poza, 19 de agosto, Queipo de Llano, Espíritu Santo, Caridad y Sanjurjo. Se aprueba conceder a Concepción Fontán Martínez el aprovechamiento de las aguas sobrantes de la piscina municipal, para su uso en el sitio conocido por la Albarrana. Se da lectura a la certificación de fin de obras del Polideportivo, expedida por los arquitectos Pedro Antonio Soto Tierno y Rafael Herrera Castillón. Se faculta al Alcalde para que realice la recepción de las mismas. Por último se nombra la Comisión de Festejos para la próxima feria, que queda constituida por Antonio Fontán Yanes, Adriano Atalaya Palacios y Ezequiel Rius Tristancho.

En la sesión extraordinaria del 17 de septiembre de 1971, el Alcalde realiza la propuesta de adquisición de la condecoración de la Encomienda de la Orden Civil del Mérito Agrícola, concedida a Juan Rivero Cerrato, por el Ministerio de Agricultura. Se hace constar la satisfacción de la Corporación por esta condecoración concedida y se aprueba por unanimidad la adquisición de la misma. Se aprueba una Ordenanza Fiscal General y se establece una tasa por la utilización de la Piscina Municipal, así como se modifican las tasas establecidas hasta el día de hoy.

En la sesión del 23 septiembre de 1971, se procede a la designación del compromisario para la elección del Procurador en Cortes. La votación dio el siguiente resultado: Enrique Gómez-Álvarez Soriano, siete votos; José Luis Barragán Pérez, un voto. Así que queda elegido Enrique Gómez como compromisario para representar a los 4.431 habitantes de la villa.

Se informa a los asistentes a la sesión 15 de diciembre de 1971, que los Servicios Técnicos Provinciales habían adjudicado las obras de las seis calles a la empresa local Aurora Rius, por un total de 1.137.125 pesetas. El Alcalde informa haberse recibido escrito de los Servicios Técnicos provinciales, donde informan que para los Planes Provinciales de Obras de bienio 1972-1973, Guadalcanal ha sido designada Núcleo de Expansión por lo que habrá que enviar relación de obras que se proponen. Se acordó solicitar un Estudio del Alcantarillado de las calles siguientes: Menéndez Pelayo, López de Ayala, Plaza de Santa Ana, San Francisco, Santa María y General Aranda. El Alcalde informa haber enviado a la Dirección de la 3ª Zona de RENFE, solicitud pidiendo la instalación de una alarma y señal luminosa, en el paso a nivel que existe en el sitio denominado “La Zarza”, por el gran tránsito de personal y vehículos, estando ubicado al final de una curva que hace difícil su visibilidad. También propone y queda aprobado por unanimidad, el pago de una gratificación especial a todos los empleados del Ayuntamiento, por los importes que aparecen a continuación:

CargoNombre y apellidosPesetas
DepositarioJosé Chaves Álvarez15.000
OficialRafael Galván Benito15.000
Aux. AdministrativoRafael Ibáñez Rincón15.000
Aux. AdministrativoJosé Mª Rivero Sanz15.000
Aux. AdministrativoRemedios Roja Yanes20.000
Aux. AdministrativoLeopoldo Tena Cabeza15.000
Aux. AdministrativoNorberto Yanes Flores15.000
Vigilante ArbitriosJesús Gálvez Gálvez11.000
Guardia MunicipalJosé Chaves de la Rosa11.000
Guardia MunicipalÁngel de la Rosa Díaz11.000
Guardia MunicipalAntonio Fernández Sánchez11.000
Guardia MunicipalFrancisco Gómez Tomé11.000
Guardia MunicipalBenigno Riaño Rivero11.000
Cabo Guardia Mun.Manuel Llanos Uceda11.000
Guarda PaseosMiguel López Rincón10.000
Guarda PaseosAgustín Mejias Gordón10.000
SepultureroRafael Caballero Ruiz10.000
BarrenderoDiego Durán Blanco12.000
AlguacilFrancisco Guirado Rodríguez11.000

Por último el Alcalde propone que para el año 1972 se consigne en el Presupuesto, una paga voluntaria extraordinaria del 33% del sueldo que percibe cada funcionario del Ayuntamiento. Fue aprobada por unanimidad. Se da lectura al Decreto de la Alcaldía por el que cesa como 2ª Teniente Alcalde el concejal Cándido Fernández Rivero y se nombra para el mismo cargo a Adriano Atalaya Palacios.

La cofradía de la Soledad y Santo Entierro tuvo Cabildo General Ordinario el día 16 de abril de 1971 para elegir a la Junta de Gobierno. Resultaron elegidos: Hermano Mayor: Francisco Méndez Castaño. Mayordomo: Antonio Nogales Delgado. Secretario: Jesús Luis Rivero Rivero. Tesorero: Manuel Bernabé Calderón. Vocales: Carmelo Rivero Spínola, José Luis Rivero Rivero y Julio Nogales Hoyuelos.

El periódico en su edición del 21 de mayo de 1971, informaba de la siguiente noticia: Homenaje en Guadalcanal a don Miguel Camacho Daza. Un nutrido grupo de labradores y ganaderos de Guadalcanal y de Alanís rindieron homenaje de admiración y gratitud a don Miguel Camacho Daza, jefe de almacén del Servicio Nacional de Cereales en ambas localidades. El homenaje consistió en una comida, que tuvo lugar en el Casino Nuevo Círculo, con ocasión de la festividad de san Isidro Labrador. Los comensales reconocían así las muchas atenciones que el señor Camacho ha tenido para con ellos, facilitándoles, dentro de las atribuciones de su cargo, la entrega de piensos, mediante préstamos, en la difícil campaña pasada.

También el 3 de junio, leemos esta noticia: El pasado día 30 de mayo, y en la parroquia de Santa María de la Asunción, de Guadalcanal, han contraído matrimonio la bella señorita Ángela Criado Ricart y don José Luis Gómez Robles, siendo padrinos de la ceremonia el padre de la novia, don Antonio Criado Viejo, y la madre del novio, doña Fuensanta Robles Sánchez. Los invitados fueron delicadamente obsequiados y la feliz pareja emprendió viaje de luna de miel a distintas poblaciones del norte de España.

Y el 18 de julio tuvimos la visita del Gobernador Civil, donde presidió junto con las autoridades locales, la inauguración y bendición del nuevo Polideportivo con piscina, cuyas obras han importado 3.900.000 pesetas. También se inauguró un grupo escolar de ocho aulas y cerramiento del mismo, por un importe de 2.000.000 de pesetas. Terminado el acto de bendición por el párroco del pueblo vecino de Casas de Reina, se ofreció a las autoridades e invitados un vino de honor en el Polideportivo, presidiendo con el señor Muñoz-González el alcalde de Guadalcanal, don Enrique Gómez-Álvarez Soriano.

A continuación les ofrecemos varias fotografías de diferentes actos celebrados en Guadalcanal durante este año de 1971.

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