Joya de nuestro archivo

Cristo de la Humildad. Fot. J.M. García

                                                                     Pedro Porras Ibáñez. RG año 1989

En sede vacante, el Arzobispado de Sevilla, corriendo el día 24 de marzo del año 1886, siendo, por entonces, Párroco de Santa María, don Juan Climaco de Ardar, concede licencia, a más de una treintena de solicitantes, para trasladar, en la Semana Mayor, desde la Capilla de San Benito a la Parroquia de referencia, la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús, con el título de la Humildad y Paciencia, vulgarmente conocida entre nosotros por el de el Señor Sentado en la Peña, a fin de procesionarle en la noche del Jueves al Viernes Santos.

Con la licencia, conferida sin perjuicio de derecho parroquial ordinario y debiéndose obrar en un todo de acuerdo con el Párroco, se constituyó una Cofradía con el título de la ” Divina Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”.

Imposible de saber y averiguar, como todo designio de la Providencia, uno queda sin explicarse por qué de todas las Imágenes, y eran muchas, de nuestros templos esta y sólo esta de la Humildad, resiste la intentada destrucción de los pobres de espíritu, sobreviviéndoles .

Hubo de ser más tarde la constitución de la Hermandad de las Tres Horas que la absorbió.

De nuevo hoy es Cofradía; de los Costaleros; quienes podrían adoptar su título primitivo de ” DIVINA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO“, vulgo “de los Costaleros”.

Que así sea.

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