Investigación histórica-Minera de las minas de plata “Pozo Rico” de Guadalcanal

Autora María del Carmen Carmona Cubero

Director: Antonio Daza Sánchez

ÍNDICE

Capítulo 1. Introducción.

                  1.1. Justificación del estudio

        1.2. Objetivos

Capítulo 2. Encuadre geográfico y geológico.

                  2.1. Localización

                  2.2. Geología

Capítulo 3. Historia de la mina desde el punto de vista de la explotación minera.

                  3.1. Introducción a la historia

                  3.2. La mina en manos de la Corona.

                         Proceso de extracción, entibación y desagüe

                         Fundición con lavado del mineral

                         Fundición sin lavado del mineral

                         Amalgamación o beneficio de patio

                  3.3. Jerónimo de Ayanz y Beaumont. Breve biografía Jerónimo Ayanz. 

       3.4. La mina en mano de los Fúcares

       3.5. Sus últimos intentos hasta el cierre en 1778

Capítulo 4. La mina en el siglo XX.

        4.1. Introducción

                   4.2. Informe J.M. Ormaza

        4.3. Construcción de la nave en la mina

        4.4. Labores realizadas por el Grupo Minero

                   4.5. Investigación Guadalcanal por la empresa nacional Adaro

Capítulo 5. Conclusiones.

        5.1. Conclusiones

ANEXOS

Anexo 1. Informe para mejorar el estado de las minas del reino de Felipe III, por Jerónimo de Ayanz y Beaumont.

Anexo 2. Real asiento a favor de D. Liebert Wolters, para el beneficio de las minas de Guadalcanal, Rio Tinro, Cazalla, Aracena y Galaroza.

Anexo 3. Manifiesto por D. Liebert Wolters Sonsiohielm, caballero de la nación sueca.

Anexo 4. Artículo publicado por D. Roberto Kitn en el tomo tercero de la revista minera, año de 1852.

Anexo 5. Informe dado por el ingeniero D. Lucas Mallada.

Anexo 6. Contrato arrendamiento entre D. Antonio Aura y D. Inocencio Fernández y Martínez. Madrid a primeros de febrero de 1910.

Anexo 7. Algunas cartas de interés del ingeniero de minas Don J.M. Ormaza, dirigidas a Don Inocencio Fernández.

          7.1. Carta del 28 de febrero de 1914

          7.2. Carta del 15 de marzo de 1914

          7.3. Carta del 26 de octubre de 1914

Bibliografía

Capítulo 1. Introducción

  1. Justificación del estudio.

La cuenca minera de Pozo Rico, primera RESERVA MINERA en España en el siglo XVI, tuvo actividad durante más de 350 años, constituyendo un importante patrimonio histórico-minero-metalúrgico que no debe perderse y una fascinación para quienes las visitan, especialmente los profesionales de la ciencia de la tierra.

Durante su largo periodo de vida ha pasado por diferentes crisis que han sido temporalmente superadas por el hallazgo de nuevos filones, empleo de innovaciones tecnológicas para el desagüe y por la creencia de que aún quedaban grandes cantidades de mineral argentífero.

En la actualidad se encuentra en uno de sus peores momentos, como consecuencia del agotamiento de su mineral (plata) y de todos sus pozos inundados, encontrándose en el momento presente totalmente paralizada, sin creencia alguna en la continuación de la actividad minera, ni a medio ni a largo plazo.

Las imágenes gráficas de finales del siglo XX (foto nº 1; nº 2), muestran la mina y sus alrededores completamente destruido, tan diferente a como había sido en su época con la Corona dónde existía alrededor de ella un poblado con sus calles, mesones, casas, mercaderías (herrería, carpintería…), cárcel y una capilla llamada de San Antonio “La capilla principal es de crucería de ladrillo. Al altar mayor se sube por tres gradas chapadas de azulejos, en medio del cual estaba el Sagrario; a la parte del Evangelio esta una imagen de Santo Antonio de bulto entero y encima de él una imagen de Ntra. Sra. pintado al óleo, con dos puertas (tríptico); en la una de ella, a la mano derecha San Juan Evangelista, y a la mano izquierda Santo Antonio. Encima de estas imágenes está un crucifijo de bulto entero”, lo que justifica un estudio detallado que analice la participación que había tenido en ella los sistemas de explotación, innovaciones para el desagüe y la importancia que tuvo en cada época histórica.

El presente trabajo intenta dar respuesta a todas estas cuestiones, analizando los métodos de laboreo, sistemas metalúrgicos, mecanismos de desagüe etc., utilizados desde el comienzo hasta el fin de su explotación, así como dejar constancia que en la mina hubo actividad a pesar de sobrevenir la Guerra de Independencia Española (mayo 1808) y la Primera Guerra Mundial (julio 1914).

Foto nº 1: Vista del único edificio que permanece actualmente en la mina
  1. Objetivos.

Partiendo de toda la documentación encontrada en los distintos archivos (Simancas, Ridea, General de Indias, Instituto Geológico Minero etc.) y protocolos notariales de más de 100 años de antigüedad (según ley actual para los investigadores), se realizará un estudio de los métodos de laboreo minero y de las innovaciones utilizadas en la cuenca a lo largo de su historia, centrándonos en cierta modo en lo desarrollado en el siglo XX, ya que sólo se hace mención en alguna que otra publicación del desagüe del pozo San Antonio y nada de las inversiones y profundizaciones que se llevaron a cabo en ese siglo en busca de metalización.

El ámbito de este estudio comprende un doble espacio: físico y temporal.

Referente a lo físico se estudiará la explotación, métodos metalúrgicos y sus problemas de inundación continuos; y en cuanto a su aspecto temporal se analizará a través de las distintas épocas, estructuradas según los acontecimientos que ha afectado a la explotación minera, tales como: explotación por la Real Hacienda, por Jerónimo Ayanz, por los Fúcares, por Juan Luis Ladrón de Guevara, reintento por la Compañía Guadalcanal en manos de Liberto Wolters, por la Compañía Francesa con Juan Martin de Hoppensak  etc.

El estudio se estructura en cinco capítulos y en ellos analizaremos:

  • Encuadre geográfico y geológico; haremos una breve descripción de la geografía y geología de la mina de Pozo Rico.
  • Descripción y evolución de la mina a lo largo de su historia; realizaremos el recorrido de la mina a manos de sus distintos propietarios o arrendatarios, conociendo los métodos metalúrgicos utilizados, las innovaciones aplicadas etc., hasta llegar al siglo XIX.
  • Descripción en el siglo XX; expondremos la nueva documentación encontrada tras la investigación teórica realizada, conociendo las inversiones realizadas en instalaciones, profundizaciones y desagüe y el motivo de abandono de la explotación.
Foto nº 2: Pozo San Antonio cegado por el actual dueño D. José Luis Rodríguez.

Capítulo 2. Encuadre geográfico y geológico.

2.1. Localización.

La mina de Pozo Rico se ubica en la hoja del mapa metalogénico nº 899 (Guadalcanal) localizándose aproximadamente a unos cinco kilómetros al noreste de la población de Guadalcanal, provincia de Sevilla.

Las coordenadas de la mina referidas al elipsoide WGS84 son las siguientes: latitud: 38º 6’ 4.75”; longitud: 5º 46’ 47.00”

El acceso a la mina se realiza por el camino real llamado de plata que sale de la carretera A-433 (Alanís – Guadalcanal) a un punto situado entre los kilómetros 128 y

129 del Ferrocarril Sevilla – Madrid, atravesando la Atalaya, el Postigo, la rivera de

Benalija hasta llegar a la finca “El Molinillo”, donde se ubican sus tres pozos principales (Pozo Rico; Pozo San Antonio y Pozo Azuaga). Los pozos perforados en esta mina se encuentran repartidos entre las dehesas “Cortijo El Molinillo”; “Las

Cuatrocientas”; “Cortijo de Santa Grelinda” y “Cortijo El Coto”, ocupando una superficie aproximada de 135 hectáreas.

(Obsérvese el plano de situación realizado por Enadimsa en 1980)

Esta mina está formada por 109 pertenencias mineras, entendiéndose por pertenencia minera al sólido de base cuadrada de cien metros de lado medidos horizontalmente y de profundidad indefinida.

 2.2. Geología.

  • En esta cuenca minera se distinguen tres unidades pertenecientes al cámbrico inferior que son:
  • Serie volcánica de Malcocinado: se trata de una serie tipo espilita-queratófido con numerosas intercalaciones de pizarras dietríticas y con menos frecuencias conglomeradas.
  • Serie de transición: se ubica encima de la falla de Malcocinado y  representa un tránsito hacia la serie superior calcárea. El vulcanismo en esta unidad se convierte en accesorio, predominando materiales pizarrosos con algunas intercalaciones de calizas.
  • Serie calcárea:  se ubica encima de la unidad anterior y es donde se sitúan las calizas, con intercalaciones pizarrosas. El yacimiento se encuentra geológicamente enclavado en la unidad CAq de la serie de Malcocinado. (véase el mapa geológico realizado por Enadimsa en 1980)

Se trata de un yacimiento filoniano y está básicamente constituido por materiales volcánicos, espilita-queratófido con intercalaciones de pizarra, arcosa y conglomerados. Existe un cierto control litológico en el yacimiento, ya que se encuentra encajado en una unidad de tobas queratofídicas y próximo a un nivel de sulfuros masivos contenida en ella.

La esterilización y posterior desaparición del filón hacia el norte (según datos recogidos en I.G.M.) coincide con el cambio litológico de tobas queratofídicas a materiales lávicos de composición específica, en los que no aparece esos niveles de sulfuro.

Por otra parte, el yacimiento de Pozo Rico se encuentra próximo a una estructura crítica, en lo referente al grado de fracturación. Se encuentra situado entre dos fallas hercínicas sin cinemáticas de rumbo N70ºE (falla del Caño Simé y la falla del pozo San Antonio), presentando la falla del Caño Simé una continuidad importante a escala regional.

Al norte de estas fallas existen otras dos de rumbo N 50º W que son cortadas por la falla principal y aparecen también sin cinemáticas.

Se trata de una mineralización de origen epitermal hipogénica, en la que los minerales de plata más abundante son la miargirita y la plata nativa.

Los sulfuros que encontramos en este yacimiento son:

  • Miargirita: es un sulfuro doble de plata y antimonio, que suele llevar impurezas de hierro y arsénico. Es el mineral más abundante en la mina de Pozo Rico y se forma mediante alteración hidrotermal a baja temperatura.
  • Pirita: es un bisulfuro de hierro, cuyos porcentajes teóricos pueden llegar a un 53,5% de azufre y un 46,55 de hierro. Es conocido como el oro de los tontos.
  • Blenda: es un sulfuro de Zinc, con un 67% de zinc y un 33% de azufre. En la masa de sulfuros se halla especialmente en forma de fajas con galena y a veces con calcopirita.
  • Galena: Sulfuro de plomo, con 865 de plomo y 13% de azufre. En la masa de pirita se suele presentar en forma de fajas estrechas en alternancia con otra de blenda y calcopirita. A veces se transforma en cerusita (carbonato de plomo). Puede ser argentífera, especialmente cuanto más fino es el grano.
  • Calcopirita: es un ferrosulfuro de cobre, con unas proporciones de cobre de un 34%; de hierro de un 30% y de azufre de un 35%. Es frecuentemente aurífera, argentífera y cobaltífera. Tiene tendencia a convertirse en calcosina, covelina, malaquita, azurita y vitriolo.
  • Pirrotita: es un sulfuro de hierro., muy poco frecuente, con porcentajes de 56 –

61% de hierro y 39–44% de azufre. Se le conoce también como pirita magnética.

  • Marcasita: es otra variedad de bisulfuro de hierro que puede contener aproximadamente un 47% de hierro y un 53% de azufre.
  • Plata nativa
  • Tetraedrita: es un sulfoantimoniuro de cobre, también conocido como “cobre gris” con un 52% de cobre, 24% de antimonio y 23% de azufre.
  • Proustita: es un sulfuro de plata y arsénico.
  • Pentlandita: es un sulfuro de hierro y níquel, con 36% de azufre, 42% de hierro y 225 de níquel. Es frecuente encontrarla en los sulfuros masivos asociada a la calcopirita.
  • Calcosina: es un sulfuro de cobre, con 80% de cobre y 20% de azufre. Es frecuente de las minas del cinturón ibérico de piritas, en la zona de oxidación y dentro del área de enriquecimiento secundario. Procede de la descomposición de otros sulfuros y puede transformarse en covellina o erusbecita.

La génesis de estos sulfuros comprende probablemente tres episodios:

  1. Depósito sedimentario de sulfuros, especialmente pirita y quizás también blenda acaramelada en lechos carbonosos.
  2. Precipitación masiva de sulfuros ligados al vuslcanismo
  3. Removilizaciones y recristalizaciones, con actividad hidrotermal acompañante, relacionada con la actividad tectónica.

 3.1 Introducción a la historia.

Cuando el príncipe Don Felipe estaba en Flandes, recibió en su residencia de Valladolid (residencia habitual) avisos de que un vecino del pueblo de Guadalcanal llamado Martín Delgado había encontrado en el término del municipio una mina muy abundante de plata, la cual la había registrado ante el Alcalde de la localidad con fecha 8 de agosto de 1555.

Tras esta noticia, se pusieron inmediatamente en contacto con el gobernador de Llerena, la máxima autoridad real de la zona en aquel momento, imponiéndole tres importantes tareas:

  • Como subdelegado de rentas reales y de la mesa maestral, debería ocuparse de cobrar para la Corona la quinta parte de la producción, por lo que el gobernador situó en la explotación a un alguacil mayor con la finalidad de poner orden en el criadero.
    • Como juez de segunda instancia debería sentenciar en las numerosas causas surgidas sobre la propiedad y explotación de las minas, una vez desbordada la competencia judicial de los alcaldes ordinarios de la villa en la impartición de la primera instancia.
    • Finalmente, para que informarse de la riqueza de la explotación, contestando el gobernador que el mineral producía 152 kilogramos de plata por tonelada, con ley del 12%.
  •  La mina en manos de la Corona (1555-1576)

Como hemos explicado en el apartado anterior, la Corona al saber la índole de la mina, mandó a Agustín de Zarate en octubre de 1555, criado de la Casa Real, que había viajado con el príncipe Felipe y visto minas en las Indias, a Guadalcanal para hacerse cargo de la administración de la mina (comienza aquí la explotación a cargo de la Corona).

La función de este señor era incautar la explotación y trabajarla por cuenta del Estado, entregando lo que le correspondiera, según acuerdo, a los descubridores, participantes y a otros arrendatarios, principalmente al alemán Juan Xdler, testaferro de los Fúcares que por esos tiempos se dedicaban a la explotación de las minas en España con obreros alemanes.

La impresión de Zarate fue muy optimista, ya que escribía a principios de 1556 diciendo que de 5 pozos que había sólo se habían trabajado tres de ellos, a una profundidad de dos estados (1.62 metros el estado) durante siete días sacando más de 30.000 ducados (67.500 pesetas.)

Procesos de extracción; entibación y desagüe.

Una vez extraído el mineral más cercano de la superficie, se aplican las nuevas técnicas que había en esta época, técnicas de extracción que consistían en el seguimiento de las vetas a través de labores subterráneas, realizadas fundamentalmente a través de pozos (excavaciones más o menos verticales o inclinadas y de sección rectangular para facilitar las labores de entibado) y galerías (excavaciones más o menos horizontales, dejando las distancias mínimas entre galerías en función de la calidad del terreno, de mayor o menor dureza) y que a la vez tenían también finalidad de ventilación y desagüe.

El proceso de trabajo en las minas era el siguiente: dos trabajadores en el fondo del pozo excavando, dos extrayendo el mineral con tornos y a la vez desaguando y un cuarto recogiendo y volcando la cuba.

De la explotación se sacaban tres clases de escombros: el estéril fuera del filón que se tiraba a la escombrera, el escombro del filón y el resto de mineral al que le realizaban el proceso metalúrgico que describo posteriormente.

Para la seguridad en los trabajos subterráneos, se empezaron a realizar entibaciones, muy necesarias en los pozos y galerías asentadas en terrenos blandos y no tan precisas en las galerías excavadas en roca dura. Las distintas formas de entibar se realizaban en función de la disposición de los pozos, en los de forma rectangular la madera de roble y encina se colocaba de forma vertical, mientras que en los pozos de sección circular (lo menos habitual) las vigas se disponían de la misma forma que las duelas de un tonel.

Los procesos de desagüe se realizaban mediante odres (llamados zaques de cuero), que se supone que tendrían alguna forma especial y adecuada para el proceso.  

Foto nº 3: Sección rectangular del pozo principal “Pozo Rico”.

Proceso metalúrgico. Fundición con lavado mineral.

El beneficio del mineral extraído se realizaba en primer lugar triturando el mineral con molinos de piedra y posteriormente lavando la trituración de forma rudimentaria con agua del arroyo, con el fin de separar lo estéril mediante cribas de mano y cajones alemanes.

Una vez separada la mena de la ganga se fundía la mena con litargirio para obtener una aleación de plomo–plata que copelaban en hornos llamados fuslinas (no tenemos constancia de la descripción de este horno, pero intuimos que se trata de los típicos hornos de copela que se utilizaban en el siglo XVI) y con copelas llamadas de centra, que no era otra cosa que huesos triturados y calcinados.

La mina fue incautada por la Corona a principios de 1556 pero no fue expropiada hasta enero de 1559, fecha en la que se publica y entra en vigor la REAL PRAGMÁTICA, incorporándose esta mina por primera vez al patrimonio del Estado (Primera Reserva Minera de España).

Foto nº 4: Proceso de entibación realizada en una de las galerías del yacimiento.

A finales de 1556 la explotación de la mina transita a un nuevo periodo de gran riqueza, por lo que la Corona nombra a D. Francisco de Mendoza (hijo del Virrey de India y que había visto las minas de América) Inspector General de Minas, trasladándose éste a Guadalcanal, y encargándose de la administración y organización de la explotación.

Por esta fecha, la mayoría de los pozos tenían una profundidad aproximada de 26 metros, exceptuando el pozo llamado Pozo Rico (uno de los pozos principales) que estaba sobre terreno duro, con un filón de potencia de 0.7 metros y alcanzando una profundidad de 40 metros. Otro de los pozos principales, San Antonio, con un mineral de plata casi puro se situaba sobre terreno blando, que hoy sabemos que es debido a la falla que lo corta, por lo que fue necesario entibarlo fuertemente (proceso descrito anteriormente). Mientras tanto el proceso de desagüe mediante odres se hacía cada vez más complicado al llegar el invierno.

El Señor Mendoza, con más experiencia en minería que Zarate (retirado ya de la mina) llevó a cabo lo siguiente:

Proceso metalúrgico. Fundición sin lavado mineral.

La obtención de la plata se realizaba de forma semejante a la de Zarate, con la excepción de no lavar previamente el mineral, ya que si se lavaba (procedimiento de Zarate) flotaba por capilaridad la parte rica de los sulfuros, que es la más desmenuzable siendo arrastrada con el agua del arroyo sin depositarse.

Según decía Mendoza: “El metal es rico y liviano y se hace lises y mucha parte de ello lo lleva el agua como si fuese harina”

Foto nº 5: Restos del horno de fundición en la mina de Pozo Rico.

   A finales de enero de 1557, debido a la lluvia constante, todos los pozos estaban inundados, por lo que Mendoza mediante esclavos negros y el molino de caballería desaguó Pozo Rico dejando a los otros pozos en tal estado hasta que cesarán las lluvias.

Al mismo tiempo el administrador avisaba de la aparición de “una piedra blanca que la pasaba por todas partes con daño de la vena…”, que se trataba del aumento de barita por lo que disminuía la riqueza del filón.

Desde agosto de 1557 hasta el mismo mes del año siguiente se sacó aproximadamente un millón de pesetas en plata, pero la mina bajaba bastante en producción, sosteniéndose con una producción semejante al de sus comienzos en la superficie.

En diciembre de 1558 se habían perforados numerosos pozos, los cuales son enumerándolos de norte a sur: pozo La Puerta con una profundidad de 27,54 metros; pozo San Antonio con 55 metros; pozo Pozo Rico con 43.74 metros; pozo Rua con 48,60 metros; pozo La Traviesa con 56.70 metros; y el pozo Adam con 51.84 metros de profundidad. Los demás pozos llamados Devanaderas, Mineta etc. se habían hundido.

Figura 1:  Hornos de copela utilizados en el siglo XVI

Los problemas de desagüe eran cada vez más complicados, ni los odres ni el ingenio del ermitaño para sacar agua (el cual no tenemos constancia de cómo era, ya que no se describe en ninguno de los documentos encontrados) daban resultado, por lo que se empleó un ingenio llamado Hanz, que no era otra cosa que una noria de canjilones movida por caballerías.

La mina se explotaba sin seguir ningún criterio, y Pozo Rico se había profundizado durante año y medio sin hallar mineral, por lo que en Julio de 1559 Mendoza indicó que había que ahondar todos los pozos para dar con las metalizaciones (una pauta muy acertada por su parte como se ha confirmado en explotaciones más actuales de filones semejantes), y así se hizo.

A continuación, exponemos en una tabla la extracción de mineral correspondiente a diferentes periodos de los diez primeros años de la explotación de la mina, cantidades que son referentes al beneficio oficial adquirido por la Corona, pero no al real ni al exacto, debido a que los administradores de las minas se quejaban, en innumerables comunicados, de los hurtos de plata que se producían.

  Años  Meses  Periodo  Cantidad en Kg.
  1557    Noviembre    semanal    26.460 kg.  
  1557    ——    diaria  4.406 kg.  
  1558    Enero    mensual    40.625 kg.  
  1559    Marzo    mensual    14.662 kg.  
  1559    Febrero    mensual    12.918 kg.  
  1562    Marzo    mensual    25.154 kg.  
  1562    Abril    mensual    26.030 kg.  
  1563    Noviembre    mensual    7.913 kg.  
  1564    Mayo    mensual    14.884 kg.  
  1564    Junio    mensual    11.066 kg.  
  1564    Agosto    mensual    6.059 kg.  

Figura 2: Tabla de extracción de mineral durante 10 años.

En septiembre de 1564, empezó Antonio Boteller, discípulo de Bartolomé de Medina, por primera vez en este país, a aprovechar los desechos de mineral de la escombrera del pozo Pozo Rico con mercurio procedente de Almadén (amalgamación); “primer artífice inventor de sacar plata de los metales por la industria y beneficio del azogue, ansi en la Nueva España, como en estos vuestros reinos, persona que fue llamado de la Nueva España a estos reinos por mandato de Francisco de Mendoza, vuestro administrador general de las minas de estos vuestros reinos, para aprovechar con el azogue algunos metales que con fuego no se pueden aprovechar, ni sacar plata sino es a mucha costa de la mina de vuestra majestad de Guadalcanal…”

Proceso metalúrgico. Almagamación o Beneficio de Patio en España.

El proceso se basaba en la capacidad del mercurio (procedente de Almadén) de fusionarse con la plata, constituyendo una verdadera revolución en la minería. La base de este procedimiento era mezclar el mineral de plata molido con el mercurio y depositarlo en grandes pilas durante unos dos meses.

Esta mezcla o amalgama era lavada y fundida, obteniéndose plata más pura y recuperándose parte del mercurio, que volvía a ser reutilizado.

El método de la amalgamación se desarrollaba siguiendo estas fases:

  • Molido: mediante molinos se machacaba lo máximo posible el mineral de plata extraído de la mina.
  • Incorporo: el mineral molido se llevaba a un gran espacio abierto (pilas) dónde se le añadía agua, sal común y mercurio hasta conseguir una pasta uniforme, hecho que se aceleraba anadando encima de ella al mismo tiempo que se removía con palas. Cuando el azoguero (especialista) consideraba que el mercurio había incorporado la mayor cantidad de plata (teniendo un periodo que se podría alargar hasta los 3 meses según las condiciones del mineral y del clima) y se procedía al lavado
  • Lavado: el lavado se realizaba en grandes recipientes con el fin de separar los elementos no metálicos 8tierra e impurezas) de la masa de azogue y plata.
  • Filtración: la masa de azogue y plata (amalgama) se introducía en bolsas de lona para que saliese la mayor cantidad de mercurio posible. Lo que quedaba era una masa sólida.
  • Calentamiento: Esta masa sólida se calentaba en un horno para que el mercurio se vaporizara y se recuperaba por enfriamiento
  • Fundición: la plata pura que quedaba se fundía para convertirlas en barras

Por esta misma fecha (septiembre de 1564) la producción de la mina era prácticamente nula, ordenando el Rey disminuir los salarios a los trabajadores y reducir los gastos que la mina estaba ocasionando.

Arrendada la mina a unos alemanes que la llevaban mal gestionada, propusieron los empleados a Su Magestad, que nombrase al señor Francisco Blanco, capataz antiguo, encargado de los trabajos de las labores a cuenta de nuevo por la Corona.

Por esta época ocurrió un accidente de vital importancia, un capataz llamado Lucas, deseoso de hacer algo nuevo, rompió una pared que había levantado Zarate para facilitar el desagüe del pozo Pozo Rico, quitando la noria de canjilones, por lo que el pozo se inundó completamente.

Se seguían con la labor de profundización del pozo San Antonio y en marzo de 1565 se solicitaban oficiales y madera para entibar porque según ellos las labores iban con tal

“blandura que no podían ahondar medio estado sin enmaderar…”, sin duda con el avance de las labores habían dado con la falla al sur de Pozo Rico.

En octubre de 1565 no se encontraba mineral alguno, y en vista del método de Mendoza, se siguió ahondado el pozo y se nombró como director facultativo al capataz Blanco.

Blanco organizó la explotación buscando los hundimientos e inundaciones producidas por los mineros y propuso desviar el arroyo que pasaba cerca del pozo San Antonio.

En enero de 1570 el arroyo en las cercanías del pozo se desvió para facilitar el desagüe, mírese plano superficial de la mina de Guadalcanal realizado por el ingeniero Ormaza.

El pozo a medida que se profundizaba daba indicios de riqueza, y en julio de 1570 el filón metalizó otra vez fuertemente en las labores más profundas, comprobando de esta forma las intuiciones de los señores Mendoza y Blanco, que poco sabían sobre la forma y condiciones del yacimiento (filoniano). La metalización que se encontraron tenía gran importancia según se recoge “tenía ya más de seis estados, 10 metros de largo y de ancho cuatro palmos…”

Debido a estos acontecimientos, la Casa Real manda de nuevo a Guadalcanal al señor Zarate que se personó en las minas y analizó el mineral encontrado afirmando lo siguiente: “una piedra muy aventajada a las demás…, que dio la inusitada ley de 812 kilos en toneladas métricas…”. Por lo que se trataba de plata nativa, ya que por orden general los sulfuros no dan esa ley. Zarate a la misma vez informaba que la metalización estaba a 130 metros de profundidad.

A esa profundidad el desagüe era muy dificultoso, pero con la noria de canjilones que permitía desaguar hasta una profundidad aproximada a los 65 metros y con la ayuda de los esclavos negros pudieron sostener el desagüe.

Al avanzar por la galería, se arrancaba el material a la misma vez que se avanzaba, pero la ventilación era muy insuficiente a medida que se alejaban del pozo principal y trataron de dar solución a este hecho, dándole ventilación natural, es decir, realizaron una chimenea que comunicaba dicha galería con el piso superior, con el problema que se le adicionaba debido a la dureza de la roca pero a la vez muy satisfecho ya que la metalización en algunas partes tenía hasta 14 cm de potencia.

En Julio de 1571 Zarate se fue de las minas y en marzo del mismo año comunicaban los empleados que se había profundizado aproximadamente 15 metros más, siendo muy difícil el desagüe de dicha labor.

Todo el año 1573 y parte del 74, los trabajos fueron de reconocimientos sin resultado, “el metal se acabó al mediodía en una colina que ordinariamente ataja a la vena, dándose en una gran bola de agua…”, o sea sé, se habían topado con una falla que cortaba el filón y que daba lugar a un aumento importante de aguas debido a las filtraciones por la falla. 

En septiembre de 1575 informaban que el agua dificultaba enormemente las labores, pero no se había perdido el filón. En abril de 1576 se hundió uno de los pozos secundarios aumentando la dificultad de desagüe y en mayo del mismo año se hundió el pozo donde se estaba sostenía la noria, hundiéndose ésta también, por lo que el 19 de abril de 1576 se suspendieron los trabajos.

A continuación, adjuntamos copia del croquis elaborado sobre los trabajos de extracción y desagüe seguidos por el capataz Blanco (1570):

A finales de 1576 terminó el periodo de explotación de las minas por cuenta de la Casa Real dejando el camino abierto a los particulares que propusieran arrendamientos a la Corona.  

3.3. Jerónimo de Ayanz y Beaumont (1608-1610).

En 1603, La Corona, aún propietaria de la mina, envía a Guadalcanal a Jerónimo de Ayanz, nombrado en 1587 por Felipe III como administrador de las 550 minas que había entonces en España, para realizar un informe de la situación de ella. Una vez terminado informa que la mina está totalmente inundada y los pozos principales hundidos, por lo que la Corona decide no explotarla.

Ayanz que conocía las posibilidades de la mina desde sus viajes de inspección, decide en 1608 arrendarla por su cuenta junto con otros socios para llevar a cabo todos los trabajos pertinentes, principalmente el desagüe de la mina y su posterior explotación. 

Este señor que pasa desapercibido por la historia supone un antes y un después en ella, ya que acaba con el mito del nulo desarrollo tecnológico en España durante sus siglos de oro. 

Antes de centrarnos en su participación en la mina de Guadalcanal, es necesario hacer una breve descripción de su biografía:

Biografía Jerónimo de Ayanz,

(Nacido en 1553 en Navarra y fallecido en 1613 en Madrid.) Fue un militar español que desempeñó importantes cargos públicos como: regidor de Murcia y gobernador de Martos y administrador general de las minas de reino de España. Pero además fue un hombre polifacético, fue músico, pintor, cosmógrafo, empresario, pero sobre todo, inventor, como descubre D. Nicolas García Tapia (2006) en un documento de Felipe III con fecha 1 de septiembre de 1606 con título “Privilegios por invención” en los Archivos de Simancas, Jerónimo de Ayanz patenta por 20 años, cito textualmente Licencia a Don Jerónimo de Ayanz para que por tiempo de 20 años pueda usar él o quién su poder diere y no otra persona alguna de estas tracas, ingenios y máquinas…” 48 inventos en diversos ámbitos (minería, agricultura, náutica etc.) todos y cada de ellos experimentado con éxito. Algunos de ellos los citamos a continuación:

  • Traje de buceo operativo.
  • Máquina de Vapor.
  • Sifón con intercambiador.
  • En los molinos de viento aportó la orientación automática y el molino con un

tornillo helicoidal.                                                                                                                        

Una vez arrendadas las mina por su cuenta (a finales de 1608) comienza con los trabajo de desagüe del Pozo San Antonio, aplicando su invento ya patentado en 1606, es decir lo que conocemos como la PRIMERA MÁQUINA DE VAPOR, como demuestra el uso de una mina de cobre adyacente para fabricar la “bola de fuego” con ese metal, el consumo de abundantes cantidades de leña, el secretismo con el que Ayanz rodeó la explotación y el hecho indudable de que ninguna de las energías conocidas hubiese sido capaz de efectuar el desagüe.

Por tanto, la primera máquina de vapor inventada y utilizada no fue como recogen todos los libros de Historia la del inglés Thomas Savery en 1668 (perfeccionada posteriormente por James Watt) que tiene un parecido en gran medida con la de Ayanz, haciéndonos pensar que la conocía o que sus planos le habían sido referidos.

La máquina de vapor de Ayanz consistía en dos depósitos (desaguar la mayor cantidad de agua en el menor tiempo posible) conectados a una caldera, que la llamaba bola de fuego. Cada depósito tenía dos conductos, uno de ellos iba conectado al agua de la mina que se pretendía extraer y el otro al exterior.

Su funcionamiento consistía en que la caldera calentaba el agua acumulada en la mina que se quería extraer, convirtiéndola en vapor de agua. La presión de vapor la elevaba al exterior de la mina a través del conducto. Su funcionamiento es lo que conocemos hoy en día como el principio de la termodinámica.

Figura 3: Croquis de la primera máquina de vapor 1606.

 Jerónimo consiguió desaguar sino completamente, parcialmente, el pozo San Antonio, como demuestra el hecho de que sacaran ciertas cantidades de plata de sus vetas. Sin embargo, las trabas burocráticas que le pusieron sus enemigos, unidas al engaño de sus socios hicieron que la explotación se frustrase en sus comienzos. La enfermedad del inventor, que le condujo a la muerte en 1613, le obligó a cerrar definitivamente esta explotación minera.

3.4. La mina en manos de los Fúcares (1632-1725).

En junio de 1632, los Fúcares (Fugger), conocidos banqueros de Alemania, toman posesión de la mina. Ellos, con experiencia en minería como arrendatarios que habían sido de las minas de Almadén (Huelva), comenzaron con el desagüe y en febrero de 1633 comentaban que iban muy bien. En junio de ese mismo año habían dado con la principal veta de la mina que iba del norte a sur con una potencia bastante importante, a la que se le unía otra veta pequeña. Analizaron el mineral dando 89 kilogramos por tonelada métrica.

Los métodos de extracción eran similares que sus principios con la diferencia de que los utensilios eran más resistentes, hasta que, en 1703, los Fúcares utilizan por primera vez en la mina la pólvora por lo que el arranque del material mejoró considerablemente.

En marzo de 1725 había desaguados más de 136 metros y gastado un gran capital y todo esto sin llegar al fondo de la veta, por lo que los Fúcares pidieron prórroga de las condiciones del contrato ya que no podían arrancar mineral debido a no estar terminado el desagüe; en octubre de este mismo iba por los 196 metros.

Por este mismo año, y tras pedir la prórroga del contrato corrían rumores de que “se había abierto nuevos pozos y a correr noticias de su extraordinaria riqueza, ponderando la grandeza y productos asombrosos de una vena que se decía que iba fija en el suelo de la mina, con más de media vara de grueso en común, y adelantándose muchas personas a asegurar que de noche y por caminos ocultos, se llevaban inmensas partidas de plata virgen fuera del reino…”.

En vista de esto, la Corona ordenó que el ensayador Martin de Soto, con alguacil y escribano, saliese de Madrid a Guadalcanal con objeto de que informasen sobre la certeza de tales rumores.

La Casa Real decide no prorrogar el contrato de los Fúcares, y en noviembre de 1725 abandonan la mina.

Cuando en diciembre del mismo año llega Martin de Soto y acompañantes a Guadalcanal informan que los Fúcares habían parado los ingenios dejando inundar la mina.

3.5.  Sus últimos intentos hasta el cierre en 1778.

Posteriormente a los Fúcares, Juan Luis Ladrón de Guevara intentó desaguarlas sin conseguirlo, pasando a poder de Rafael Gómez, el cuál tampoco hizo nada de provecho por falta de capital.

En 1730, el naturalista Guillermo Bowles en un viaje por España reconocía la inundada mina de Guadalcanal y se daba cuenta de la gran veta que corre de norte a sur y de los dos arroyos que al parecer limitan la mina. Excavó un poco para ver si las galerías estaban hundidas y comprobó que la madera utilizada para la entibación estaba podrida pero las galerías se mantenían sólidas y firmes. Bowles en su libro publicado en 1768 (Introducción a la historia natural y a la geografía física de España) habla de dos planos que le proporcionó el ministro de Estado, uno de 11 pozos y otro del que Bowles de más crédito de 10 pozos.

Por este tiempo apareció influyendo notablemente en la minería española Liberto Wolters, natural de Estocolmo, antiguo buzo de la empresa dedicada a extraer oro de la bahía de Vigo. Era un hombre emprendedor y de gran capacidad financiera, que previó las actuales sociedades mineras, publicando un manifiesto según el cual trataba de formar una sociedad o compañía compuesta de dos mil acciones a un determinado precio, incluso la cesión de un cierto número de acciones al fundador de la misma, con objeto de explotar la mina de Guadalcanal y la de Rio Tinto. El asunto se puso de moda, seguramente por inscribirse como accionista varias damas de la corte y por los folletos que se publicaban en pro y en contra de esto.

Wolters contrató a un ingeniero extranjero de nombre Roberto Shee para que le informase, quién le dio el visto bueno.

A consecuencia de esto, se firmó la sociedad y se recaudó los fondos, pero al no poder evitar las desavenencias entre los socios y el común deseo de eliminar al fundador extranjero (Roberto Shee) se retrasó el comienzo en las explotaciones y como consecuencia dio lugar a que la compañía se dividiese en dos: una destinada a trabajar en Guadalcanal y la otra en Rio Tinto.

Wolters dedicó todos sus esfuerzos en Rio Tinto, falleciendo en 1727 y su compañía dedicada al criadero de Guadalcanal pasó a poder de Doña María Teresa Herbert, hija del duque de Powis (Inglaterra), quién verificó el desagüe de Guadalcanal por su cuenta, ocasionando muchísimos pleitos entre los accionistas de la sociedad, llegando a su disolución total.

A este desagüe debe referirse Guillermo Bowles cuando en su libro refleja que una compañía de extranjeros había emprendido el beneficio de esta mina, con permiso del Rey y no obstante tras haber consumido capitales muy cuantiosos y haber desaguado los pozos, no habían podido dar con la veta.

Posteriormente a los de Bowles, una compañía francesa solicitó y se le concedió explotar la mina en 1768. Dicha compañía empezó construyendo grandes edificios, instalando lujosas habitaciones y un lavadero antes de desaguar la mina, gastando grandes sumas de dinero. Tras esta inversión hicieron que la Corte de Francia por mediación de su embajador pidiese un facultativo experto. Como consecuencia de esto, se contrató en 1775 a Don Juan Martin Hoppensak, el cual ordenó el desagüe, reconoció el cruce de dos filones y anunció las proximidades de la falla en las labores más profundas al sur. En 1778 se le despidió y como consecuencia de los pleitos entre socios, al poco tiempo abandonaron la mina.

4.1. Introducción.

A partir de 1778 la mina tuvo distintos propietarios, hasta que en Julio 1900 Antonio Aura Boronat, adquiere legalmente todos los títulos oficiales de la mina de Guadalcanal, formada por las concesiones siguientes: “Hoppensac” con una superficie de 18 hectáreas; “Sirio” de 13 ha.; “Aquiles” de 36 ha.; “Teresa” de 22 ha.; “Júpiter” con 20 ha.; “demasía primera” a Hoppensac de 7.41 ha.; “demasía segunda y tercera” a hoppensac de 4.264 ha.; “demasía cuarta” a hoppensac de 0.357 ha.; “demasía quinta” a hoppensac de 2.90 ha.; “demasía sexta” a hoppensac de 4,99 ha.;  y por último “demasía Aquiles” de 5.24 ha. Todas ellas formando en conjunto formaban una superficie de 134,171 hectáreas.

(véase mapa de concesiones)

En febrero de 1910 Don Antonio Aura Boronat realiza un arrendamiento mediante contrato legal de todas las concesiones de la mina de Guadalcanal a Don Inocencio Fernández y Martínez, natural de Mieres (Asturias), (anexo nº6).  

Don Inocencio con el fin de conocer el estado de la mina, y bajo una de las cláusulas del convenio, contrata en marzo de 1910 al ingeniero de Minas Joaquín Menéndez Ormaza, de origen bilbaíno, encargándole un informe en toda su amplitud y estudio de la mina.

4.2. Informe de J.M. Ormaza.

J.M Ormaza en primer lugar, realiza un estudio histórico de la mina, basándose en los dos tomos del libro publicado en 1831 por Tomás González “Noticia Histórica Documentada de las Célebres Mina de Guadalcanal”.

Posteriormente realiza un estudio para el desagüe y reconocimiento de las labores antiguas del pozo San Antonio y la profundización de él, dando el presupuesto necesario para su ejecución.

J.M. Ormaza en dicho estudio hace caso omiso del resto de labores antiguas de la mina porque, aunque de esas labores y de la escombrera se pudiese sacar mineral tendría un coste superior que el que se sacase, ya que se tendría que entibar y descombrar dichas labores.

El objetivo de Ormaza era profundizar el pozo San Antonio por debajo de los 200 metros, lo que implicaba el desagüe total de las labores realizadas anteriormente.

La propuesta del ingeniero era la siguiente:

Los 100 metros primeros del pozo ya estaban perforados como indican los planos antiguos (ejemplo el croquis de los trabajos realizados por el capataz Blanco), por lo que solamente debían ser rectificados y fortificados. A partir de los 100 metros se comenzaría con la profundización y desagüe ya que se acumularía el agua según se filtrase en mayor o menor medida de las labores antiguas. A los 200 metros suponía que se daría con el filón metalizado y habría que seguir desaguando, si antes no se había efectuado por filtración. 

La maquinaria de extracción a emplear para escombros y minerales estaría formada con los utensilios necesarios (mínimo gasto posible) para profundizar el pozo y reconocerlo en galerías por debajo de los 200 metros.

Para llevar a cabo el desagüe y realizarlo correctamente se utilizarían dos bombas, una colgada y otra centrífuga fija, ambas eléctricas (para 100 metros de altura; caudal 15 l/s.), un alternador de 100 cd para accionar los motores de estas bombas y una máquina de vapor.

Ormaza continuamente recordaba que, para los 100 metros últimos del pozo, el problema recaía en la profundización y no en el desagüe ni en la extracción, por lo que era necesario ahondarlo en el menor tiempo para conseguir el mayor ahorro posible.

La sección del pozo San Antonio era considerable (rectangular, aún se puede comprobar in situ), por tanto, lo más acertado para el avance era utilizar tres martillos en marcha (teniendo siempre un martillo de respuesta para cada uno con el fin de no interrumpir las labores), además de un compresor que accionara los cuatro martillos a la vez. También se necesitaría un depósito regulador, 200 metros de tubería aproximadamente y una caldera.

Por tanto, el presupuesto de la maquinaria que Ormaza daba era el siguiente:

MaterialPrecio unidadTotal pesetas
1 Torno8.0008.000
2 Cables (28 mm diámetro, acero) para torno.1.0002.000
2 poleas para castillete250500
1 Castillete1.5001.500
4 Guiaderas (metálica de hierro) para cubas3751.500
2 Bombas completas10.50021.000
1 Alternador completo14.00014.000
1 Máquina de vapor10.00010.000
6 Martillos perforador6003.600
1 Compresor5.0005.000
1 Depósito750750
200 mts. Tubería (50 mm. y 5 mm. espesor)3,50700
1 Caldera17.00017.000
Edificaciones (ya realizadas en obras)1.5001.500
TOTAL PRESUPUESTO 100.500

Para ambas etapas, habría unos gastos fijos mensuales de mano de obra, que según Ormaza eran:

1 Capataz facultativoMes   250 pesetas
1 ContableMes   150 pesetas
2 Maquinistas4 pesetas día   240 pesetas
2 Fogoneros3 pesetas día   180 pesetas
1 Electricista5 pesetas día   150 pesetas
2 Bomberos electrico4 pesetas día   240 pesetas
4 Aminadores3 pesetas día   360 pesetas
2 Entibadores4 pesetas día   240 pesetas
PRESUPUESTO TOTAL FIJO 1.810 pesetas/mes

Para cada etapa, además de los gastos fijos, tendrían ciertos gastos mensuales:

1.- Primeros 100 metros.

Mientras que se llegaba a los primeros 100 metros de las labores viejas había que contratar además del personal fijo anteriormente detallado; dos entibadores para los trabajos de fortificación y peones que ayudasen con las labores.

Presupuesto mano de obra 1ª Etapa

Gastos mano de obra día 1.810 pesetas
2 Entibadores4 pesetas/día   240 pesetas
8 obreros3,50 pesetas días   840 pesetas
PRESUPUESTO MANO DE OBRA 2.890  pesetas/mes

A los gastos de la mano de obra se le añadía los de material: carbón para la caldera, madera para las entibaciones etc.

Presupuesto materiales primera etapa

Carbón50 ptas./Tn.  3.797 pesetas
Madera(cantidad aproximada)  5.000 pesetas
Dinamita(dinamita)  2.000 pesetas
PRESUPUESTO MATERIAL 10.797 pesetas/mes

Presupuesto parcial 1º Etapa.

Presupuesto Mano de Obra 1ª etapa2.890 pesetas
Presupuesto Materiales 1ª etapa10.797 pesetas
Imprevistos (10%)1.369 pesetas
PRESUPUESTO PARCIAL 1ª ETAPA15.056 PESETAS/MES

* Imprevisto 10% mano de obra y materiales

Suponiendo que el desagüe se realizase em 4 meses, que según Ormaza se podía conseguir, resultaba un total de inversión para la conquista y fortificación de los primeros 100 metros de: 15.056 x 4 meses = 60.224 pesetas de Presupuesto Total 1ª Etapa.

2.- Profundización de los últimos 100 metros.

Para esta labor solamente hacía falta dos entibadores fijos (la fortificación era menor) pero se precisaba aumentar el número de obreros y la vigilancia en la obra.

Presupuesto mano de obra 2ª Etapa.

Gastos mano de obra fija 1.810 pesetas
2 Vigilantes4 pesetas/día   240 pesetas
10 Obreros3.50 pesetas/día1.050 pesetas
PRESUPUESTO MANO DE OBRA 3.100 PESETAS/MES

Durante esta etapa la caldera atendiendo a todos los servicios subiría su coeficiente de gasto de carbón por metro cuadrado

La profundización se realizaría de la siguiente forma: tres martillos debían estar en marcha, perforando 8 barrenos en cada pega de 1 metro y cargado con 6 cargas de 100 gr. de dinamita del nº 3, cada uno, que hacía la totalidad de 4.30 kg/pega. Por lo que en algo más de media hora se profundizaría 0.25 metros. 

Contando con el tiempo necesario para la extracción de escombros, desagüe, fiestas, paradas etc., se realizaría como mínimo 4 pegas/día, por lo que la profundización llegaría a 1 metro/día, necesitando entonces 17.20 kg/día de dinamita

Al mismo tiempo se necesitaría madera para entibar, por lo que:

Presupuesto materiales 2ª Etapa.

Carbón50 ptas./Tn.5.241 pesetas
MaderaCantidad aproximada1.000 pesetas
Dinamita3 ptas./Kg.1.548 pesetas
PRESUPUESTO MATERIAL 7.789 pesetas/mes

 El tiempo estimado para esta etapa era de 20 metros/menales por lo que para 100 metros, 5 meses.

Presupuesto parcial 2º Etapa.

Presupuesto Mano de obra 2ª etapa3.100 pesetas
Presupuesto Materiales 2ª etapa7.789 pesetas
Imprevistos 2ª etapa (10%)1.088 pesetas
PRESUPUESTO PARCIAL 2ª ETAPA11.977 PESETAS MES

* Imprevistos: 10% del presupuesto mano de obra y materiales.

Por lo tanto, el Presupuesto Total de la 2ª Etapa es de 59.885 pesetas.

El total de gastos para llegar a los 200 metros, sería:

Instalaciones mina100.500 pesetas
Presupuesto total 1ª etapa  60.224 pesetas
Presupuesto total 2ª etapa  59.885 pesetas
PRESUPUESTO TOTAL 200 METROS220.609 PESETAS/MES

Una vez profundizado los 200 metros, aún no se habría cortado el filón por la inclinación que llevaría, por lo que se realizaría posteriormente un crucero (labor minera horizontal que se realiza sobre roca estéril), hasta cortar el filón (el presupuesto se incrementará).

Si el filón se cortaba metalizado, se acertaría, pero si no ocurría que era lo más probable, habría que aumentar el presupuesto para reconocerlo mediante galerías y pozos secundarios sin aumento de las instalaciones, hasta dar con el mineral.

El presupuesto para esto, Ormaza no lo podía precisar, ya que dependía de lo que se encontrase a medida que se ahondaba.

Dicho informe es terminado y entregado a D. Inocencio Fernández a primeros de marzo de 1911.

4.3. Construcción de la nave en la mina.

Tras analizar concienzudamente D. Inocencio Fernández dicho estudio y ver la posibilidad elevada que en él se refleja de dar con la mineralización del pozo San Antonio, crea a mediados de 1912 una sociedad llamada Grupo Minero cuyas participaciones son: Inocencio Fernández (44.94%); Antonio Aura (19%); Ormaza (5%); Maseveau (14.03%); Fardiere (14.03%) y Borbolla y Roda (3%).

Tras formar la asociación, se comenzaba con las instalaciones cerca del pozo, o sea sé, la construcción de dos edificios en una nave cada uno y con una fachada en común (ahorro), donde se alojaba el almacén de efectos (explosivos, herramientas, utensilios etc) y la central generatriz formada por: máquina motora, motor de extracción, generador de vapor, compresor de aire, alternador…

A continuación exponemos los planos de la instalación que se llevó a cabo.

  • Plano frente del castillete.
  • Plano planta nave.
  • Plano fachada posterior.
  • Plano fachada anterior.
  • Plano vista lateral izquierda.
  • Plano vista lateral derecho.
Foto nº 6: Restos de la nave instalada por el Grupo Minero.

4.4. Labores realizadas por el Grupo Minero.

Tras terminar toda la instalación, a principios de 1913 se empezaron con los trabajos de desagüe y reconocimiento de las labores antiguas (100 primeros metros), entibando de nuevo aquellas zonas en la que la madera estaba podrida, trabajos que terminan en mayo de 1913, dando paso a la profundización del pozo.

A finales de septiembre de 1913 se había ahondado 191,50 metros y estaba colocada a los 100 metros la bomba fija. A finales de noviembre de este mismo año se alcanzaban los 207 metros de profundidad ( a los 200 metros se empezaba con el emboquillamiento del crucero y los 7 metros restantes servían como recipiente para las aguas). A esta profundidad se colocaba la segunda bomba.

Tras gastar toda la inversión inicial (210.000 pesetas), la sociedad vuelve a invertir capital en dos ocasiones, con el fin de intentar localizar el filón metalizado, como veremos a continuación.

Algunos extractos de las labores realizadas en los años 1914 y 1915.

09/02/1914Se avanzaba con el crucero 200 m. hacia el oeste, y después de atravesar el ramal sobre el que trabajaban los antiguos, a los 5 m. se cortó una rama con dirección sur-norte de barita con 40 cm de potencia. En esta misma fecha el ingeniero de minas daba orden de realizar una galería hacia el norte en el ramal de los minados antiguos
16/03/1914El crucero llegaba a una longitud de 49,60 m. al oeste y se dejó de avanzar. A los 32 metros del crucero desde pozo maestro se estableció un registro, encontrándose una pequeña veta por lo que se ordenó avanzar la veta tanto al norte como al sur.
31/03/1914Se avanzaba por el ramal 32 (al norte 9,50 m. y al sur 8,30 m.) teniendo una potencia de 20 cm. de barita.  Ormaza ordenaba realizar un contrapozo en el crucero a 25 metros del pozo maestro
06/04/1914Continuaban los trabajos de la galería norte y sur del ramal 32; de la galería norte del ramal antiguo y la profundización del contrapozo.  
31/07/1914  En el mes de julio se había terminado de colocar el guinaje y la puesta en marcha de las jaulas, por lo que se limpió los escombros de la mina.  Los avances que se habían realizado en este mes eran:  Avance ramal 32; al norte 3,30 m. y al sur 1,50 m. -Avance del contrapozo a 29,20 m. y continua sobre roca dura.
10/08/1914El contrapozo llevaba una profundidad de 31,50 metros y al sur del ramal 32 se habían encontrado algunas pequeñas pintas de mineral de cobre argentífero
01/09/1914Los trabajos continuaban de la siguiente forma: Contrapozo: se había avanzado 9,40 m, sobre roca blanda por lo que alcanzaba una profundidad total de 38,60 m. Ramal 32     *norte: se había avanzado 1,50 m. siendo su longitud total de 16 m.     *sur: 10 m. fue la labor hecha en esta galería, totalmente estéril y habiéndose notado que dicho filón fue perdiendo potencia y a día de hoy ha desaparecido por completo, con una longitud total de 21,50 m. – Chimenea ramal 32: Ormaza dá orden de realizar en la galería norte del ramal 32 una excavación ascendente vertical.
26/10/1914-Contrapozo: se había ahondado 50 m. y se estaba realizando su crucero que había que hacerle 2 metros más de caldera que sirviese de recipiente para las aguas. -Ramal 32 galería norte: continuaba su avance sobre filón estéril. – Chimenea ramal 32: tenía 6,60 m. y se seguía trabajando sobre filón estéril. -Ramal antiguo: se avanzaba de nuevo por la galería con gran actividad, presentando buen aspecto y con filón de 20 a 30 cm. de potencia. -Crucero a 130 m.: Ormaza manda a realizar un reconocimiento a este nivel (último esfuerzo) por estar en la cercanía de dónde encontraron la riqueza los antiguos.  
01/12/1914Durante el mes de noviembre, el trabajo realizado fue: -Contrapozo: alcanzaba una profundidad total de 51,50 metros, realizando el mes pasado 1,50 metros de recipiente para aguas. – Chimenea: se realizaron 3,40 m.; quedando suspendido los trabajos a una longitud de 10 m. -Crucero 250 m.:  Al este: la labor hecha es de 4,34 m Al oeste: 3 metros fue lo que se avanzó, faltando sobre 11 metros para cortar el ramal 32. -Ramal antiguo: con lo realizado el mes anterior alcanzaba una longitud total de 36,40 m., continuaba sobre filón estéril, pero se habían detectado algunas piritas de hierro y cobre con indicios de plata. – Crucero 130 m. alcanzaba una longitud de 16 m, que se realizaron para cortar la galería antigua, suspendiéndose su avance.  
29/02/1915Hasta esta fecha, los trabajos concluyeron de la siguiente forma: Crucero 250 m.: Al este con una longitud total de 20 metros. Al oeste con una longitud total de 13 metros. Ramal antiguo: alcanzó al este una longitud total de 53 m.  

 El 1 de marzo de 1915 se suspendieron todos los trabajos, se había invertido muchísimo capital sin obtener beneficios, o sea, no se había encontrado mineralización, por lo que a partir de esta fecha se extraen todos los materiales, máquinas y las bombas instaladas entre los niveles 100 y 250 metros.

Foto nº 7: Restos de una de las bombas utilizadas por el Grupo Minero.

A continuación se expone el plano tanto de la proyección horizontal como la vertical de las labores realizadas por el grupo minero.

 4.5. Investigación Guadalcanal por la empresa nacional Adaro.

En 1980, la empresa nacional Adaro de investigaciones mineras S.A, realiza un estudio sobre estas minas, dónde informa de los trabajos de prospección llevados a cabo en la zona, con el objetivo inmediato de estudiar la mineralización de Pozo Rico, sus características intrínsecas y las de su entorno próximo y determinar así la existencia de nuevas reservas de plata u otros metales de interés en las proximidades de la mina.

Para ello, el programa de trabajo que se siguió fue: Prospección geológica: se llevó a cabo el estudio de un área aproximada de 1200 hectáreas dónde estaba localizada el entorno y distribución de la mina.

Prospección geofísica: con esta prospección se intentaba localizar el filón sur explotado en las cercanías del pozo San Antonio que había sido desplazado por la falla del Caño Simé y la falla del pozo San Antonio. Para ello se llevó a cabo el método autopotencial (método que consiste en la medición del potencial natural del suelo, originado por reacciones electroquímicas espontáneas de oxidación y reducción que se producen respectivamente por encima y por debajo de la intersección del nivel freático con el cuerpo mineralizado), calicatas eléctricas (método con el que se determina las variaciones laterales de la resistividad aparente del suelo, a una profundidad aproximadamente constante, a base de medir diferencias de potencial) y la radiometría (método que se utiliza para detectar pequeñas cantidades de material radiactivo, en la forma oxidada por medio de difracción de rayos x).

Figura 4: Croquis labores realizadas hasta marzo 1914

Y por último se realizaron 7 sondeos mecánicos para dar claridad a los resultados obtenidos con los otros métodos.

Una vez realizados todos los trabajos de campo y analizados los resultados llegaron a las siguientes conclusiones:

  • Se trataba de una mineralización hipogénica con mirargirita que era la vena de plata más abundante en la mina.
  • Las paragénesis encontradas eran hidrotermales y de baja temperatura (aproximadamente 200ºC) a causa de la coexistencia de plata nativa con pirargirita.
  • Había indicios de los elementos más característicos de la mineralización (níquel, plata, antimonio y arsénico) en la roca de caja, pero diferentes a las del filón, indicando posiblemente connotaciones genéticas.
  • La abundante ganga calcítica advertía que el transporte de la plata se había visto favorecido por una elevada presión parcial de dióxido de carbono en las fases móviles, al precipitar los carbonatos.
  • La presencia de níquel y cobalto en este tipo de mineralizaciones daba lugar a una relación con disoluciones de origen profundo, cuyo ascenso se había visto favorecido por grandes fracturas regionales, así se ha explicado la asociación con magmas basálticos y la distribución regional de algunas de ellas
  • A efectos de la prospección geoquímica, se detectaron la asociación de plata y mercurio.

5.1. Conclusiones.

La mina Pozo Rico de Guadalcanal, es una de las más importantes en España desde un punto de vista histórico-minero, siendo explotada desde la Edad Moderna hasta principios del siglo XX. Algunas de las fuentes investigadas comentan que esta mina viene explotándose desde la prehistoria, y seguramente no estén mal encaminadas, puesto que estudios arqueológicos demuestran que hubo asentamientos romanos muy próximos a ella.

La época de su mayor auge está en los años que es explotada por la Corona de Castilla, años es lo que se extrajeron las grandes riquezas de plata, pero sin embargo hubo continuidad en su explotación con ciertas interrupciones debidas principalmente a los problemas presentados para llevar a cabo el desagüe de sus pozos.

Hay un hecho imprescindible en la historia de la mina, el famoso mito de los Fúcares    “habían salido de las minas precipitadamente, dejando todos los pozos inundados y escondidas inmensas riquezas” que trajo numerosas inversiones nacionales y extrajeras para su rehabilitación, como es el caso María Teresa Herbert, Thomas Sutton, George Knight Huxley, Martin Hoppensak etc.

La importancia de estudiar esta mina, más que por las cantidades de mineral que se beneficiaron de ella, recae en las innovaciones tecnológicas empleadas en cuanto a la extracción y desagüe, muchas aplicadas por primera vez aquí, como es el caso de la amalgamación, desagüe con la máquina de vapor…

La historia de la minería de Guadalcanal está bastante documentada no solamente desde el año 1555 hasta 1700 mandando a publicar Felipe VII el libro (2 tomos) “Noticia histórica documentada en las célebres minas de Guadalcanal”, (1831) por Tomás González, donde aparecen los documentos auténticos y exactamente reproducidos de los trabajos, de los procesos de laboreo, de los procesos de explotación, de las producciones obtenidas casi diariamente etc. sino que también por otras de empresas que han pasado por allí. 

Sin embargo, siempre queda por investigar, como es el caso que incorporo en el capítulo 4º de este proyecto, tras localizar en el Archivo de Ridea (Asturias) los nuevos dosieres que verifican que en la mina de Guadalcanal entre los años 1910- 1914 se llevó a cabo el desagüe del pozo San Antonio, profundización de dicho pozo, instalación de una central térmica etc.  aunque D. Inocencio Fernández y sus socios tras realizar bastantes inversiones para ello tuviesen que dejarla al no dar con ningún filón argentífero.

Actualmente, las estructuras que se conserva en la mina son parte de la nave realizada por el Grupo Minero en el siglo XX, el horno que se utilizaba para la fundición al lado del arroyo, las pilas para el lavado, parte del canal de desviación del arroyo realizado por el Capataz Blanco y la boca de la galería (1º piso) que une los tres pozos principales (Pozo Rico, Pozo San Antonio y Pozo Azuaga). De estos tres pozos, sólo se conserva

Pozo Rico que está totalmente inundado; Pozo San Antonio, tras su hundimiento en

2011 fue cegado por el actual dueño de la finca “Cortijo del Molinillo”; Pozo Azuaga se ha cegado con el paso de los años.

Por último, comentar que existen muy pocos ejemplares de esta mina, destacando un magnífico cristal de pirargirita perteneciente a la colección de Fausto de Elhuyar y que se localiza en el Museo Histórico-Minero Don Felipe de Borbón y Grecia, en la calle Rios Rosas de Madrid.

ANEXOS

INFORME PARA MEJORAR EL ESTADO DE LAS MINAS DEL REINO DE FELIPE III POR JERÓNIMO AYANZ Y BEAUMONT. 

1º: Se debe dar exenciones y libertades a los que registren las minas, como se hacen en otros reinos donde las minas son más pobres que las españolas.

2º: Privatizar la explotación de las minas del Rey. La mina de Almadén apenas daba 500 quintales de mercurio cuando era del Rey. Desde 1579 en que se liberalizó la explotación y en los 17 años en la que la explotaron los Fuggers produjo 30.932 quintales.

3º: Está comprobado que España es más rica en minas de oro, plata y otros metales que ningún otro reino de la cristiandad, por lo que no es necesario importarlos.

4º: Los mineros españoles no alcanzan la aptitud y la suficiencia que tienen en otros lugares, por lo que hay que adiestrarlos.

5º: Hay que reducir los gastos de producción de la plata con nuevos procesos técnicos.

6º: (falta en el original)

7º: Hay muchos escoriales por beneficiar, pero poco los hombres capaces de ello, hay que dar incentivos para que se haga.

8º: En España falta la tecnología adecuada para la explotación de las minas y los salarios son demasiado altos.

9º: Los impuestos de la Hacienda Real son desproporcionados.

10º: A causa de los grandes derechos que hay que pagar al Rey es preciso arriesgar mucho capital, lo que retrae a los descubridores de minas a explotarlas, sobre todo si tienen poco dinero.

11º: La salida de España de los expertos alemanes sin que adiestrasen a los españoles ha sido la causa de que no funcionen correctamente los ingenios de las minas, como ocurrió en Guadalcanal.

12º: Se suele dejar las minas abandonadas en el invierno con lo cual, cuando se intentan volverlas a trabajar en el buen tiempo están inundadas, siendo difíciles de desaguar.

13º: Los abusos de algunos jueces desaniman a los mineros.

14º: Es necesario el nombramiento de jueces honrados que conozcan el funcionamiento de la minería, y que las apelaciones se hagan ante el administrador general de las minas y no antes otra instancia.

15º: Que a las personas que abastecen las minas de los materiales necesarios no se les cobre más impuestos que los que correspondan a los mismos artículos destinados a otros usos.

16º: Que no se les obligue a pagar a los dueños de las minas diezmos sobre los salarios de los trabajadores.

17º: Cuando la mina esté inundada debe intentarse hacer una contramina o túnel de desagüe, lo que es preferible a los ingenios movidos a mano o animales que aumentan el costo de la explotación.

18º: Demostrado el interés de realizar contraminas de desagüe, se debe obligar a hacerlas, incluso cuando se tenga que llegar a terrenos pertenecientes a minas de otros dueños.

19º: Cuando una contramina beneficie a varias minas, todos los dueños deben contribuir al gasto de construirla.

20º: Si lo anterior no es realizado voluntariamente, se debe dar poder al administrador general para obligarlo a hacer a los dueños de la mina.

21º: Hay que moderar el rigor de las leyes y pragmáticas referentes a las minas.

22º: Hay que modificar, en particular, los puntos referentes a los impuestos, que deben ser más bajos y facilitar la privatización de las minas reales.

23º: Que se hagan asientos de minas sólo con personas de experiencia minera.

24º: Se deben explora con prioridad las minas de mayor riqueza en minería.

25º: Solamente en el caso de que no se encuentren particulares para la explotación de las minas de interés debe hacerse cargo de ello la Hacienda Real.

Finales siglo XVII.

REAL ASIENTO A FAVOR DE D. LIEBERT WOLTERS, PARA EL BENEFICIO DE LAS MINAS DE GUADALCANAL, RIO-TINTO, CAZALLA, ARACENA Y GALAROZA.

EL REY.

Lo que por mi mandado se asienta, y concierta a D. Liebert Wolters, caballero sueco de nación: Por cuanto pretende escaparse del trabajo, y beneficio de las minas de plata de Río Tinto, Guadalcanal, Cazalla, Aracena y Galaroza, que se hallan en las provincias de Extremadura y Andalucía, en virtud del pliego que puso en mis Reales manos, firmado de su nombre, en Madrid, a diez y seis de agosto de mil setecientos veinte y cuatro, el cuál firmado también por D. Juan Bautista de Oradien, de mi Consejo y Secretario del Despacho universal en lo tocante a Hacienda, remití al consejo de ella, con Real Orden mía de primero de mayo de este año de mil setecientos veinte y cinco, mandando que, respecto de que con Derecho de seis de junio de mil setecientos diez y nueve, le remití asimismo un pliego, dado por D. Nicolás Vaillant, encargándose del beneficio de las minas de plata de Guadalcanal, Río Tinto, Cazalla, Aracena y Galaroza, por treinta años con diversas condiciones, para que se diesen los despachos correspondientes en observancia, que no llegó el caso de expedirse, por no haber acudido a sacarlos el interesado o por falta de medios, o por haber fallecido; y que habiendo con este motivo ocurrido ahora D. Liebert Wolters a tratar sobre el beneficio de estas minas, y dado el pliego que remití, encargándose del Asiento de ellas, bajo las condiciones que contiene, y adelante se expresan había venido en aprobarle, y la remití a mi Consejo de Hacienda, para que por él se despachase el Asiento (que es éste) y corresponde con las cédulas que pidiere de sus condiciones para su observancia, y que se haga las prevenciones, y además que sean precisas a su ejecución, y resguardo de mi Real Hacienda, con la calidad de que la capitulación diez y siete, que trata sobre que todos, y cualquier oficiales que vinieren del Norte, para la labor y beneficio de las minas, se han de ser molestados por causas, y motivo de Religión, sea, y se entienda mientras sirvieren en los trabajos de las minas propias; y con la condición de que se obtengan de toda injuria de nuestra Santa Fe, y no hagan ejercicios públicos de su secta; y los que no prosiguieren en los trabajos, hayan de salir del reino, sino la dejan; y publicado en mi Consejo de Hacienda, acordó se cumpliese. Por tanto, las condiciones con que se han de establecer este Asiento y beneficio, son las siguientes:

I.- Que el referido D. Liebert, sus compañeros y partícipes, han de gozar del fruto de las expresadas minas por tiempo de treinta años, que han de empezar a correr y contarse desde el día en que se entregasen los despachos, con calidad de que así el suplicante, como sus interesados, no se le ha de obligar abrir y a trabajar en dichas minas hasta pasado diez y ocho meses después de la fecha de este Asiento, por ser preciso en este tiempo hacer venir del Norte oficiales prácticos, y de inteligencia en este manejo, y mandar fabricar diferentes máquinas de una invención particular, jamás vista en estos reinos, con las cuales espera lograr el desagüe y limpieza de dichas minas, que impide el trabajo y beneficio de ellas, preparándose en este tiempo de los caudales que se necesitan para emprender obra tan grande, en que se sigue el beneficio que se deja considerar a mi Real Hacienda, reparar y reedificar las casas de dichas minas de Guadalcanal, que se hayan arruinadas, e incapaces de habitación, para el alojamiento de los oficiales y obreros: y pasado el referido tiempo de los diez y ocho meses, pondrá corriente, en primer lugar, una de las dichas minas, o bien sea la de Guadalcanal o Río Tinto, y concluidas éstas, continuará la labor y beneficio de las demás, con calidad que constando haber dado principio al trabajo, y beneficio de las citadas minas, en caso de cesar en la labor de todas ellas, o beneficio de sus metales, que se hubiesen sacado después de haber pasado el término de tres meses consiento se les quite el manejo y propiedad de ellas.

II.- Que en atención de los crecidos gastos que se ocasionan para poner corriente las referidas minas, se les ha de conceder por mí, como concedo a dicho D. Liebert liberación por seis años contados desde el día que se empezasen las fundiciones, beneficios, por azoque u otros, en la mitad de lo que debiere contribuir, según se previene por las ordenanzas, tanto en los metales de plata, u oro,  como en todos los demás, los cuales han de estar en custodia de D, Liebert, con intervención del Veedor y Contador, hasta que con la misma se beneficiasen luego que haya lo suficiente para ello, y cumpliendo el referido término, se obliga a pagar enteramente lo que corresponde por la razón de quintos.

III.- Que les ha de ser permitido cortas leña y fabricar carbón para el trabajo de las minas y casa de las beneficiaciones en los montes, que no fuesen de particulares, porque ha éstos se le ha de pagar su importe a justo precio, según lo dispuesto en las Ordenanzas de Minas.

IV.- Que por evitar los perjuicios que se siguen en los montes por el fuego, que de tiempo en tiempo se hace para sembrarlos, y por lo que distribuyen los árboles, y los ganados que pastan en ellos, se ha de mandar a observar lo dispuesto por las leyes, sobre la conservación de los montes y dehesas, y permitirles lo que en cuanto a esto conceden las Ordenanzas de Minas, y que por ningún modo se pueda poner en fuego en los montes de distancia de media legua de las bozas principales de dichas minas, procediendo con todo rigor contra las personas que lo quebrantasen sin que se permitan pastar en dichos términos ganados algunos, que no sean de la gente que se ocupare en los transportes, y abasto de dichas minas, y estudiándose todo lo expresado sin perjuicio de tercero, porque en este caso, así el referido D. Liebert como sus partícipes, satisfarán enteramente lo que se justificase haber adeudado, a quién tuviere derecho legítimo.

V.- Que, por las comunidades y lugares más cercanos a las minas, se les han de todas las acémilas y bagajes que necesitaren para el servido de ellos sin dificultad, ni dilación, pagando lo que fuere justo, y estuviese tasado por las justicias, sin hacer violencia en los dueños en los bagajes de su labranza.

VI.- Que en caso de que se descubran algunas nuevas minas en los parajes en que están las referidas, precediendo señalar el sitio y metal de ellas, y las demás formalidades prevenidas en las Reales Ordenanzas, se les hayan de dar por mi Consejo de Hacienda, para que estas mismas condiciones sean observadas en todo y por todo en cuanto a ellas.

VII.- Que por el superintendente de la Mina de Almadén, Asentista de la pólvora, y demás arrendadores, se les ha de dar la cantidad de azogue, pólvora, salitre, sal común y plomo, que precisamente justificaren necesitan para el beneficio, y fundición de dichas minas, pagando estos géneros al mismo precio que tiene de costa a mi Real Hacienda, excepto el de azogue, que éste desde luego se allana a satisfacer a razón de cuatrocientos reales de vellón el quintal, y no entregándosele a este precio, o al que fuese justo, y corriente en la referida Mina de Almadén, lo hayan de poder introducir de fuera de estos Reinos libremente.

VIII.- Que dicho D. Liebert y demás sucesores y partícipes que se emplearen en el servicio de las referidas minas, se le ha de conceder, como mando se les concedan las minas exenciones y franquicias, que en los años de mil seiscientos y ochenta y cuatro, y mil seiscientos y ochenta y siete se ampliaron por el Señor D. Carlos Segundo, a favor de D. Raphael Gómez, y los demás que entendieron en dichas minas, precediendo en cuanto a los comestibles y vestuario, para no pagar derecho de ello, que haya de señalar los géneros y cantidades de que en cada un año ha de gozar liberación presentando al principio de cada uno relación jurada de todo, y también las listas de la gente que trabajare, para que en su vista por el juez conservador que fuese de estas minas, se les dé ordenes que juzgare por conveniente.

IX.- Que para mantenerse en la paz y concordia, que negociación de tan graves consecuencias, requiere al resguardo y auxilio del dicho D. Liebert, y todos los demás dependientes de dichas minas, y mantener las autoridades de su jurisdicción con eficacia, que sus arduos casos requieren para la conservación, el Gobernador de mi Consejo de Hacienda, que es, o fuere como juez, conservador general y privativo, que ha de ser de dichas minas, ha de despachar, y mandar se libre título de juez subdelegado, con ampliación de jurisdicción, en favor de la persona que se eligiere por el dicho D. Liebert, que lo sea de su satisfacción, capaz, idóneo, competente, y de toda calidad, y que dicho título de subdelegación, se ha de aprobar por mí, mandando despachar mi Real Cédula de aprobación y ratificación, con plena facultad para su mayor consistencia, autoridad, y pronta ejecución a las órdenes que por Dicho Gobernador de Hacienda se le dieren, según y en la conformidad que se ha ejecutado por el que fue nominado por el referido D. Raphael Gómez, siendo ésta la base principal, y esencial, en que consiste la quietud, buen gobierno, y corriente del mineral, y para que dicho juez conservador pueda conocer y conozca asimismo de todo lo ajeno, y dependiente a dichas minas, con imbición a las Justicias, Chancillerías, Audiencias, y demás Tribunales, con las apelaciones solo a mi Consejo de Hacienda, a quién privativamente toca, por lo cual satisfará en cada un año seiscientos pesos de ayuda de costa.

X.- Que para mayor claridad, buen régimen, y justificación del producto que Dios fuere servido de dar al dicho D. Liebert, y demás participes en la beneficiación de dichas minas, se ha de nombrar por el gobernador de mi consejo de Hacienda un Veedor y Contador, para que este lleve la cuenta y razón de todo; y considerándose haber en efectos de plata, oro, u otro cualquier metal hasta en cantidad de cinco mil pesos, se hayan de hacer las reparticiones en la conformidad que queda estipulado, por lo cual desde luego el dicho D. Liebert satisfará al referido Veedor y Contador, la mitad del sueldo que se consignare correspondiente a este empleo, entendiéndose, que éste no tendrá obligación de pasar al paraje donde se hallan dichas minas, hasta que se haya empezado a trabajar en ellas, desde cuyo tiempo será de la obligación del dicho D. Liebert asistirle con lo que llevo referido.

XI.- Que en todo sea lícito ha dicho D. Liebert, de ir y venir, salir del Reino y entrar en él, dejando persona de toda su confianza, para administrar y adelantar el trabajo de las minas, con los mismos derechos y la mima autoridad que el mencionado D. Liebert; y que en caso de fallecer éste, han de ser reconocidos y mantenidos por mí y mis sucesores, como lo mando, y por mis Consejos y Ministros, así los interesados en dichas minas, que sucedieren en su lugar, como el heredero, o herederos que, nombrare, gozando los mismos privilegios, derechos y prerrogativas, que el dicho D. Liebert todo el tiempo que faltare hasta el referido de los treinta años y con las mismas fuerzas que se explican y expresan en este tratado.

XII.- Que por si alguna persona, con algún motivo, o derecho que pueda tener a dichas minas, intentase pedir cosa alguna contra el dicho D. Liebert, sus herederos y compañeros, no sea oído enjuicio, ni fuera de él: y si durante este Asiento se le inquietase, o perturbase a los interesados, que pretendan tener derecho en las expresadas minas, salga el Fiscal de mi Consejo de Hacienda, como lo ordeno a su voz y de defensa; porque desde ahora para entonces, ha de ser visto, que por mí han de quedar, como quedan, derogadas absolutamente todas, y cualesquiera otras mercedes y facultades, que por los Reyes mis predecesores se hubiesen dado en favor de otras cualesquier personas.

XIII.- Que se ha de permitir, que los dependientes de las minas menos los peones y jornaleros, puedan traer las armas que necesitaren para su resguardo y defensa, en el distrito de ellas, en la misma conformidad que el señor D. Carlos II concedió esta facultad al mismo D. Raphael Gómez, por Cédula de diez y siete de enero de mil seiscientos y ochenta y nueve.

XIV.- También se obliga por sí, sus herederos y sucesores, a que después de cumplidos los treinta años referidos, entregará graciosamente al Ministro de mi Consejo de Hacienda, y a favor de ella, todas las precitadas minas, corrientes, con las casas, molinos, ingenios, mulas, máquinas y otros instrumentos, y todo lo demás que se hallare, y de obras hechas y existentes, excepto la plata y otro metal, que tuviere fuera de los minerales.

XV.- Que el importe de los quintos pertenecientes a mi Real Hacienda, le ha de satisfacer en los mismos parajes donde se hicieren las beneficiaciones; y que en caso de que sea de mi Real agrado le paguen en Sevilla, o en este corte, expediré y/o las órdenes convenientes, para que los cabos militares de tropas, que se hallaren acuartelados en los lugares por donde transitare la conducta, la comboyea con toda seguridad, entendiéndose, que los gastos han de ser de cuenta de mi Real Hacienda, y por lo que toca al beneficio perteneciente al dicho D. Liebert, o sus interesados, tendrá facultad de disponer de él y conducirlo donde le pereciere, como no sea fuera de estos Reinos, con la circunstancia, que si para dicha conducción habían de menester, hagajes y escoltas, se le han de conceder, pagando los gastos acostumbrados.

XVI.- Que se te han de entregar al dicho D. Liebert, y sus sucesores y partícipes, todas las tierras de trigo, prados, jardines, viñas, montes, bosques, y otras cualesquiera que hayan sido de su jurisdicción, de las referidas minas en el tiempo que fueran trabajadas, oyendo en justicia a los poseedores, si a ello saliesen.

XVII.- Que todos, y cualesquiera oficiales que viniesen del norte para la labor y beneficio de dichas minas, no han de ser molestado por causa y motivo de su Religión, según y cómo se han practicado con los oficiales que se condujeron de Holanda para la Real Fábrica de paños de Guadalajara.

XVIII.- Que por ningún pretexto o motivo, cualquiera que sea, pueda ser lícito arrestar, ni encarcelar a dicho D. Liebert y sus interesados, ni embargarles sus efectos; y finalmente, se obliga a que en todo lo que no fuere expresamente comprendido en los referidos capítulos y condiciones, observará lo que se dispone, previene, y manda por las Reales Ordenanzas de Minas, gozando al mismo tiempo de todas las preeminencias, exenciones, libertades, y demás prerrogativas que en las referidas Ordenanzas de Minas se expresan, desde el día de la fecha de este Asiento; con las cuales dichas calidades y condiciones, que van expresamente declaradas, hace allanamiento y se obliga de emprender y tomar a su cargo el beneficio en general de las precitadas minas, sin que se pueda precisar a su labor y beneficio hasta el tiempo referido en el capítulo primero: para cuyo efecto, y poner desde luego en ejecución sus máquinas y operaciones, me suplicó admitiese dicho Asiento, mandando a que este fin se den las más prontas providencias, por convenir así a los intereses de mi Real Hacienda y beneficio público, para que se logre el buen celo, ánimo y leal afecto, y aplicación del dicho D. Liebert, en que por experiencia se reconozcan no ha degenerado de su nacimiento de Suevos y Godos, los que siempre han sido señalados por la fidelidad que han servido a sus Reyes y Príncipes. Y para que todo lo referido en este Asiento y sus partes, tenga efecto, por la mía prometo y aseguro, con mi fe, y palabra Real, se guardarán las condiciones que contiene a dicho D. Liebert y sus copartícipes, cumpliendo por ellos, con lo que de la suya les toca; y para su observación mando le cumpla el Gobernador, Ministros de mi Consejo de Hacienda, y fiscal que en este Asiento va expresado, se pueda oponer, con inhibición de cualquier otros Consejos, Chancillerías, Audiencias o Ministros míos, porque todos han de ser, como mando sean, inhibidos del conocimiento, que reservo solo al Gobernador y Consejo de mi Real Hacienda.

 Y para en cuando a todo lo contenido en este Asiento, dispenso cualquier Leyes, Pragmáticas y Ordenes que haya, o pueda ver en contrario, dejándolos en su fuerza por los demás, que así es mi voluntad, y que se tome la razón de este Asiento en mi Contaduría mayor de Cuentas, y las generales de valores y distribución de mi Real Hacienda, la general de Millones y la de Rentas generales, dentro de dos meses de su fecha; porque pasados y no lo haciendo, será nulo, y unas y otras han de hacer las prevenciones convenientes al resguardo de mi Real Hacienda, en inteligencia de que ha otorgado la obligación que debe darse para este Asiento, de la cual se ha de tomar la razón en las partes que van referidas. Dado en San Idelfonso a diez y seis de junio, año de mil setecientos veinte y cinco. -YO EL REY- Por mandado del Rey nuestro Señor. -D. FRANCISCO DIAZ ROMÁN.

MANIFIESTO POR D. LIEBERT WOLTERS VONSIOHIELM, CABALLERO DE NACIÓN SUECA.

 En que se hace público al Asiento y contrato que ha hecho son S.M. por el tiempo de treinta años de las minas de oro y plata de Guadalcanal, Río Tinto, Cazalla, Aracena y Galaroza en las provincias de Andalucía y Extremadura, y el proyecto y compañía que se establece para cuantos quisieron entrar en ella a beneficiar sus intereses, con las calidades y condiciones que se expresan.

 Habiendo acreditado la experiencia, que en los reinos y provincias de la Península de España se hallan varias minas de oro, plata y otros metales, tan ricas y abundantes como las mayores de Europa; y siendo en particular las descubiertas y mejores las de Guadalcanal, Río Tinto, Cazalla, Aracena y Galaroza en las provincias de Andalucía y Extremadura: hicieron Asiento con la Majestad del S. Felipe II (que santa gloria haya) los Condes Fúcares alemanes y, con sola la de Guadalcanal que abrieron, consiguieron hacerse los más ricos de Europa con el oro y la plata que sacaron de ella, hasta que se la querían quitar, la inundaron de agua y privaron de este beneficio a los Sres. Reyes de España y sus vasallos.

 Aunque todas, y cada una de por sí, es público y notorio, son muy abundantes los minerales de oro y plata, esto en particular la de Guadalcanal, pues en diferentes partes de ella se hayan más de dos tercios de plata maciza, y en algunas el todo con tanta abundancia, que solo el producto de los quintos para S.M., excedía de 60.000 escudos cada día.

 Las minas de Cazalla (que dista tres leguas de la de Guadalcanal) se abrió por un indiano de grandes experiencias, y a los 25 estados que profundizó, halló que traía a la superficie tres onzas de plata por quintal, y habiendo este muerto en la Villa de Cazalla en Andalucía, declaró en su testamento, que, si se llegase a profundizar hasta 40 estados, sería la más rica y abundante en sus minerales en todas las Indias.

 Hallase la de Río Tinto a 16 leguas de la de Guadalcanal, y 10 de la ciudad de Sevilla, de la que se sacaban 2.700 ducados de oro al día; y aunque ésta se halla llena de agua vitriolo, se puede sacar más fácilmente, de conformidad que en breve tiempo se logre conocido beneficio, y lo mismo las de Aracena y Galaroza; pues aunque éstas no se han abierto hasta ahora, se cree conseguirlo por los medios que se han de practicar.

 Deseosos diferentes sujetos de conseguir lo mismo que los Condes Fúcares en las minas de Guadalcanal, han hecho varios Asientos (con los Sres. Reyes de España) para sacar de ellas el oro y la plata, y el agua de que están inundadas; pero por faltarles inteligencia y máquinas para el desagüe han desistido de la empresa, sin lograr el beneficio y utilidad.

 Hallándose D. Liebert Wolters con suficiente inteligencia, práctica y capacidad para conseguir con brevedad el desagüe de dichas minas inundadas y abrir de nuevo las otras con las máquinas que ha de hacer para tan importante obra, (como lo ha manifestado con otras en la ciudad y Río de Vigo, a vista ciencia e inteligencia de muchos que se hallaron presentes, con las que consiguió sacar del mar diferentes efectos, como es público y notorio), ha hecho Asiento y Contrato como S.M. (Dios le guarde) por el término de 30 años para el producto y beneficio de dichas minas, con diferentes cláusulas, condiciones, prerrogativas, privilegios y exenciones que en dicho Real Asiento o Cédula se expresan, cuyo tenor es el siguiente:

 Deseando D. Liebert Wolters, manifestar con sincera y verdadera realidad el celo, cariño y amor que profesaba a la Nación española y lo mucho que apreciaba el acierto del R.S. de S.M., aumento de su Real Hacienda, y el beneficio y bien público de sus vasallos, y para que esto lo experimenten y también conozcan que el fin de su anhelo no es querer hacer ninguna extracción de tesoros en dinero de España, ha hecho el expresado Asiento con S.M. Y aunque para la ejecución de él, y ponerlo en práctica, tiene señalado tiempo hasta 18 de diciembre del año próximo de 1726; y también tiene sujetos fuera de la Nación española, que pretendan adelantar esta obra, debe preferir, y hacer experiencia de los naturales, antes de que otros, en la inteligencia que D. Liebert Wolters, cuando empezó a tratar con S.M. de este asunto, tenía por sí suficiente caudal, que se ha invertido en España, como S.M. tiene significado.

 Que siendo preciso haya algunos gastos en dichas minas, antes de sacar de ellas el considerable fruto que se espera señaladamente de las de Guadalcanal y Río Tinto, para que se logre el fin distributivamente se conviene en formar una Compañía con caja y tesorería, como se practica en estos casos, y en ella se pongan los fondos para suministrar los gastos a los sujetos de experiencias que han de venir del norte, y a los trabajadores y demás personas que sean necesarias conforme se regle por la misma Compañía, que deberá ser de esta forma:

BASES PARA LA FORMACIÓN DE UNA COMPAÑÍA, PRESENTADAS POR D. LEBERT WOLTERS, PARA LA EXPLOTACIÓN DE LAS MINAS QUE SE LE CONCEDIERON POR REAL ASIENTO DE 16 DE JUNIO DE 1725.

I

Que cada uno de los que entrasen en la Compañía, con su contingente, para unirse con el número de oros diez y nueve, para tener voto de elegir Director, Veedor, Contador y

Tesorero, y lo demás que pareciese conveniente, dando poder al que pareciese de todos (veinte hombres) de sana conciencia, verdad e inteligencia y sincero celo, para que por todos los de éste número de su voto; y en caso de que éste, por sus fines particulares, perturbe la quietud o de ocasión a discordias, se le revoque el poder y se dé a otro idóneo, siendo consecuencia de que si alguno pusiese cantidad que llegue a 40 porciones, debe tener dos votos, y a proporción si pusiere más.

II

Que debiendo reservarse D, Liebert Wolters las acciones que se dirán en adelante, por ella ha de tener facultad de nombrar seis sujetos de su satisfacción que voten igualmente como los precedentes en la elección de los oficiales que expresa el artículo antecedente, previniendo que en lo demás ha de tener los votos que correspondieren a sus acciones, y a la presidencia de esta Compañía la ha de ejercer el mismo D. Liebert, o la persona que eligiere. 

III

Que no se pueda elegir ninguno de los que hayan de ejercer empleo, para que tenga voto, sino tuviese interés o caudal puesto en la compañía.

IV

Que respecto de no poder concurrir todos lo que deben tener voto, en el paraje donde se han de abrir las minas, podrá el Director nombrado por la Compañía concurrir a las disposiciones prontas que se ofrezcan, y para las que fueren de gravedad e importancia avisará al apoderado general que haya de correr con los negocios de esta Corte, para que esto convoque a la Compañía en el paraje dónde convenga.

V

Que ha de haber un arca de dos llaves distintas, donde entre y esté seguro el caudal que se fuere depositando por la Compañía, para la primera entrada de los que quisieren concurrir, y la una de las dichas llaves la deberá tener D. Liebert Wolters, y la otra el Reverendísimo Padre Fr. Jerónimo Nieto, Procurador general del Real Convento de Nuestra Señora del Carmen Calzado de esta Corte, donde se depositará el dinero en el archivo y caja de dicho Real Convento, con intervención de dicho Procurador General y del referido D. Liebert Wolters, quién dará el boletín de resguardo a cada uno, según el dinero de las acciones que tomase, dejándolo anotado en su libro, en el ínterin que, sabidos los que concurren, se forma la Compañía, previniendo que para lo sucesivo la misma Compañía dará las reglas y providencias; y para la mayor comodidad de los que quieran entrar en dichas acciones, se asistirá en dicho Real Convento y archivo desde las nueve de la mañana hasta las doce, y por la tarde desde las tres hasta las siete, excepto los domingos y días de fiestas de precepto. 

VI

Que todas las personas que quisieren entrar a los intereses y al beneficio que se saque de dichas minas, puedan hacerlo con las proposiciones que se regulan, a cincuenta doblones de a dos escudos de oro cada una, pagaderos de esta forma: los cinco primeros el día que entren en la Compañía y quede alistado para que se forme sucesivamente; diez en 31 de marzo de 1726; otros diez en 1º de julio del mismo año, y los restantes de cada porción a cumplimiento de los cincuentas doblones, se pagarán en adelante si fueren necesarios y conviniere.

VII

Que desde el día de la fecha de este proyecto habrá facultad para entrar en él por el tiempo de treinta días, para que puedan gozar de este beneficio los que se hallaren dentro y fuera de esta Corte, por no permitir más dilación lo preciso de este importante encargo.

VIII

Que, fenecido el término de los treinta días, o antes si se cumpliere el número de las acciones, deberán juntarse en el archivo de dicho Real convenio, o sala que en sí se eligiese, para elegir los que han de votar, y éstos nombraran Director, Veedor, Contador y Tesorero, los que deberán estar pronto para marchar en compañía del dicho D. Liebert al paraje de las referidas minas y planificar todo lo conveniente.

IX

Que respecto de las providencias anticipadas que es necesario dar para formar las máquinas nunca vistas en estos reinos, para el desagüe, y para cortar leña y principiar las casas, y especialmente para hacer venir a los prácticos de fuera de estos reinos, que deben entender con los trabajos de dichas minas, y otras cosas urgentes, ha de poder D. Liebert disponer y librar sobre el caudal de los cinco doblones de este primer ingreso todo aquello que tuviere por conveniente y preciso emplear en los referidos gastos.

X

Que desando D. Liebert, por su parte, todo cuanto conduzca al acierto y continuación de esta grande obra, hará patente al Director que se nombrare, el ingenio y breve modo de desagüe de las minas, y todo lo demás que debe practicarse, para satisfacción de todos los interesados y desempeño de su verdad y honor, sincera y buena intención en el servicio de S.M. y provecho de los interesados, con la condición que ha de preceder juramento del Director de no revelar el ingenio a persona alguna, sino es en el caso de morir el citado D. Liebert; y porque siempre haya quién pueda continuar esta magnífica obra, lo dejará sabido luego que haya tomado posesión de dichas minas.

XI

Que se computaran hasta 2000 acciones, y de ellas se sacaran al público las 1300 al respecto de 50 doblones cada una en los plazos expresados; y los 700 restantes, han de quedar al beneficio y propio aprovechamiento de D. Liebert Wolters, libres, declarando que por razón de la anticipación de los 50 doblones que corresponde a cada acción no debe concurrir a ningún gasto nunca.

XII

Que siempre que se empiece a sacar fruto de las dichas minas, concurrirá su contingente al respecto de lo que se sacare y correspondiere a cada acción, igualmente de las 1300, con las 700 que se reserva el citado D. Sievert, a los gastos ordinarios y extraordinarios que desde entonces se ofrecieren; y de lo que quedase líquido del caudal, después de separar el quinto correspondiente a S.M. y los gastos de las minas, se repartirá a proporción a cada uno de ellos, según las porciones que tuviere.

XIII

Que cualquiera de los que hubieren entrado en una o más porciones, tendrán facultad de venderla, cederla o traspasarla a su mismo derecho, bien sea voluntariamente o por muerte para sus herederos y sucesores; bien entendido que antes de hacerlo deberá acudir al agente general de la Compañía para que éste lo anote en su libro de registro y dé su permiso, firmándose en el mismo papel o cesión.

XIV

Que mediante la facultad antecedente, deseando la mayor equidad para los que entraren en las acciones y no puedan continuar con las pagas y plazos estipulados, y porque igualmente no cese el curso de tan importante obra, deberá cualquiera acudir al apoderado general que reside en esta Corte, cuando no pueda suministrar los medios de cualquier plazo asignado quince días antes de que se cumpla, para que se le busque alguna disposición de beneficio, en conformidad del capítulo antecedente, declarando de que si no se encontrase o no avisare con la anticipación referida, quedará eternamente excluido.

XV

Que en cuanto al trabajo de las minas, así por la obligación que tiene hecha con S.M., citada en su Real Decreto, como también por razón de su inteligencia, se le ha de reconocer a dicho D. Liebert, o a la persona que eligiere por superior a todos, como principal en el Asiente que se le ha concedido por S.M., y por sí, y sin intervención de otro alguno, ha de tener amplia facultad de elegir y nombrar todos los oficiales, ingenieros, obreros, minadores, proveedores y demás personas necesarias para el trabajo, y seguridad de las minas, y a estos los ha de quitar o mudar a su satisfacción siempre que convenga, señalando a cada uno el salario que según su habilidad deba gozar.

XVI

Que el Director, Juez Conservador, Tesorero, Contador y Apoderado General de esta Corte, y a los demás que se consideraren precisos, se les señalarán y pagarán sus sueldos de los caudales que pusieren los interesados, hasta que haya fondos de los que produjeren las minas; y será la obligación de estos ministros hallarse presentes al trabajo de las minas o dónde se señalaren, excepto el Apoderado General, que ha de residir en esta Corte, el que tendrá la obligación de dar noticia a cada uno de los interesados, de los caudales y beneficios que les rocaren, según el producto, por las relaciones que se remitiesen de dichas minas.

 Y para que todo género de personas puedan entender este negociado y entrar a la utilidad que Dios fuere servido se saque de las dichas minas, se hace este proyecto, y manifiesto para la seguridad y firmeza en todo lo que ha parecido posible que pueda practicarse reglado a la justicia distributiva, y conservación del derecho común. – Madrid a 4 de septiembre de 1725.

ARTÍCULO PUBLICADO POR D. ROBERTO KITH EN EL TOMO TERCERO DE LA REVISTA MINERA, AÑO DE 1852.

MINAS DE GUADALCANAL

Aun cuando el último reconocimiento practicado en las minas de Guadalcanal haya puesto bien de manifiesto la esterilidad de su criadero, y por consiguiente haya cesado el interés que ofrecía escribir sobre las probabilidades del éxito de su explotación, esta mina circunstancia de haber pasado dichas minas al dominio de la historia me ha movido a elegirlas por objeto de una memoria, con el fin de dejar consignados los hechos averiguados en estos últimos tiempos y evitar nuevas alucinaciones en lo sucesivo. Si las noticias que teníamos de las minas de Guadalcanal hubiesen sido ciertas y positivas, no se hubieran invertido infructuosamente en ellas cuantiosas sumas por las empresas que desde mediados del último siglo se han ocupado sucesivamente de su desagüe y habilitación, guiadas por una idea equivocada, y cuyas sumas aplicadas a otro objeto hubieran podido producir inmensos beneficios a nuestro país, en el que por desgracia hacen falta tantas empresas industriales. Pero nada de esto había: la riqueza de las minas de Guadalcanal en los veinte primeros años que se trabajaron por cuenta de la Corona de España se ponderó hasta lo infinito. Cuando su repentino abandono por los Fuggars, se estableció la creencia de que habían dejado en la mina grandes riquezas por beneficiar, que muchos testeros del filón habían sido tapados, y que habían obtenido inmensas utilidades en la explotación de aquel criadero. Estas eran las voces que corrían en 1636, época de dicho abandono, esto era lo que constaba de oficio, según un reconocimiento practicado de Real Orden por Ricardo Soto y Gregorio Romero, y esto mismo lo que se creía el año de 1842 cuando se denunciaron últimamente aquellas minas. La cuestión era de desagüe, y se creía generalmente que conseguido esto se encontraría allí una gran riqueza. Pero un amargo desengaño es lo que ha venido a resultar de los esfuerzos que se han hecho, y con el objeto de que en lo sucesivo se conozca con certeza el estado en que quedan aquellas excavaciones voy a describirlo, haciendo antes una reseña de la historia.

El filón de Guadalcanal fue descubierto en el mes de agosto de año de 1555. A 8 del mismo mes, Martín Delgado registró ante las autoridades de Guadalcanal una mina de plata, muy rica, en el sitio del molinillo, término de dicha villa, comprometiéndose al mismo tiempo a dar al Rey el quinto de lo que se sacase. En 19 del mismo mes Francisco Ruiz presentó otro registro por sí, y a nombre de Gonzalo Delgado, y en los días sucesivos se presenta otra porción de solicitudes a nombre de varios vecinos de Guadalcanal. Por esta razón Martín Delgado y Gonzalo Delgado son considerados como los descubridores de dicho filón. Pero ambos interesados de disputaban el derecho del primer descubridor; uno y otro habían cedido parte de sus minas, de cuya cesión se retrajeron cuando vieron la riqueza del mineral, y los otros denunciadores posteriores pretendían tener derecho también a las minas. Por otra parte Doña María de Córdova y Don Diego de Carvajal, cada uno por sí, pretendían se declarase que les pertenecía todo el mineral que se sacase de las minas denunciadas, menos la participación que debiera darse al descubridor, fundándose en que en ciertas mercedes de minas que tenían estaban comprendidas todas las que correspondiesen al término de Guadalcanal. Por último, Juan Xuren, que había celebrado un contrato de arrendamiento con el Rey obligándose a pagarle 160.000 maravedíes anualmente, con la condición de que fuesen suyos todos los productos que procedentes de las minas comprendidas en ciertos terrenos correspondiesen a la Corona, exigía el cumplimiento de este contrato respecto hallarse Guadalcanal dentro del término señalado en él.

Entretanto que estas cuestiones se dilucidaban habían llegado a la Corte las noticias de este portentoso descubrimiento y de los pleitos que con motivo de él se originaron, y en 11 de octubre de 1555, la Infanta Doña Juana, viuda del Príncipe D. Juan de Portugal, y Gobernadora a la sazón de España, comisionó al Marqués de Falces para que pasando a Guadalcanal, pusiese recaudo en las ricas minas descubiertas, e informarse detenidamente sobre el descubrimiento de dicho criadero y de los pleitos que había sobre su propiedad, previniéndole que, entretanto que se averiguaba a quién correspondían, no permitiera trabajar absolutamente a nadie ni en las operaciones de laboreo ni en las del beneficio.

Personado el Marqués de Falces en Guadalcanal mandó, bajo pena de muerte, que cesase toda clase de trabajo, prohibiendo que nadie quedase en el terreno, excepto los guardas y afinadores, bajo la pena de 200 azotes, y al dar cuenta de esta providencia, hizo una reseña de las minas descubiertas ponderando su riqueza, la que, según dicho informe, era tan grande que de la mezcla de mineral y almártaga que se fundía se obtenía una cuarta parte de plomo-plata, produciendo éste un 25 por 100 de plata. A consecuencia de este informe y con fecha 29 de octubre del mismo año, fue comisionado Agustín de Zarate para poner cobro y recaudo de las minas, previniéndole que se hiciere cargo de ellas para que se trabajasen por cuenta de la Corona, y que entretanto que se averiguaba que parte se habían de dar a los descubridores, a los propietarios y a los que tenían contratado sobre el quinto, pudieran poner los interesados una intervención para que les constasen los gastos y los productos, pero que no se entrometiese en averiguar a quién correspondía dicha mina ni lo que de ella se sacase, porque ambas cuestiones se habían de determinar en la contaduría mayor.

Esta es la historia del descubrimiento de las minas, cuya descripción nos ocupa, y al mismo tiempo la manera como pasó a la Corona de Castilla su propiedad. En lo sucesivo ya se trabajó por la Corona sin respetar los derechos adquiridos anteriormente, mandándose únicamente librar de cuando en cuando, y más bien graciosamente que como obligatorio, mezquinas cantidades a favor de Martín Delgado, que fue considerado como el verdadero descubridor. En los tiempos modernos, particularmente desde que se publicó la ley de minería de 4 de julio de 1825, se puede apenas comprender como se violaban unos derechos que hoy tanto se respetan, ni como había personas que siquiera pensasen en una industria, considerada generalmente tan aventurada y tan penosa aun con la protección de la legislación vigente.

Estudiando la historia de la minería española en los primeros años que siguieron al descubrimiento del filón de Guadalcanal se deducen dos consecuencias muy importantes.

La primera, que en cualquier tiempo en que se verifique uno de esos descubrimientos que hagan época en los fastos de la minería, se ocupa el interés individual de esta industria si se quiere hasta con exageración; y la segunda, que cuando la protección del Gobierno para el minero no ha sido bastante eficaz o bien entendida, se ha anonadado completamente la industria. Veamos lo que sucedió entonces. Se practicaron una porción de registros en todas partes, y esto a pesar de estar tan poco deslindado los derechos de los denunciadores y sus obligaciones. Solo en el término de Guadalcanal se hicieron más de 180 en los días sucesivos al descubrimiento de Martín Delgado. En todas las poblaciones inmediatas, como Llerena, Azuaga, Montemolín y Hornachos, se practicaron también gran número de ellos, y hasta el mismo Gobierno mandaba a los empleados que tenía en Guadalcanal, inquiriesen y averiguasen de otros criaderos y terrenos donde fuera conveniente establecer trabajos de investigación. De estas exploraciones resultó el descubrimiento de las minas de Cazalla, Aracena y Galaroza, que juntas con las de Guadalcanal, estuvieron por tanto tiempo reservadas a la Corona. Esto fue lo que sucedió hace tres siglos a consecuencia de un descubrimiento importante, y lo mismo ha sucedido en nuestros días, aunque con un resultado bien distinto. En aquella época cesaron toda clase de exploraciones por los particulares al apropiarse el Gobierno las minas de Guadalcanal, y aun cuando luego exhortaba éste a que se practicasen reconocimientos por aquellos, asegurando varias veces que sería respetado el derecho de propiedad del descubridor, no bastó esto de ninguna manera para que volviese a renacer la confianza. En este estado y tratando Felipe II de desenvolver esta industria en el país, expidió la Ordenanza de Minas de 10 de enero de 1559, por la que se anunciaban todas las mercedes y gracias hechas anteriormente a personas, que, aunque tenían permisos de minas, de lo que menos se acordaban eran de explotarlas. Dicha ley fijaba además las dimensiones que había de tener cada pertenencia, y autorizaba a que se pudiesen buscar minas en toda clase de terrenos, aun en los de propiedad particular, entregando al Estado un tanto de lo que se sacase. Esta ley, que puede llamarse protectora de la minería con relación a las ideas administrativas que entonces reinaban, prueba que el gobierno prestaba ya una particular atención a esta industria, sin embargo, de que las disensiones religiosas y las guerras continuas absorbían completamente su atención. Pocos resultados felices dio esta protección, porque nadie pensó en ocuparse de la minería. Influiría probablemente en este mal éxito el atraso en que se encontraban las ciencias y las artes, la falta de personas de conocimientos que dirigiesen y dieran impulso a las empresas, y el que la atención de los hombres se fijaba principalmente en las guerras de Europa o en las empresas mercantiles de América; pero lo que contribuyó más poderosamente a anonadar el espíritu minero, fue la expropiación ocurrida en Guadalcanal, según se encuentra comprobado por los escritos de aquella época. Muy diversos han sido en nuestros días el resultado del importante descubrimiento de los plomos de Sierra de Gador. A estos siguieron los de Sierra Almagrera, Hiendelaencina y otros de menor escala, desenvolviéndose, en fin, la industria minera en nuestro suelo, lo que seguramente no hubiera sucedido si las leyes modernas no hubiesen sido protectoras o se hubiese renovado el ejemplo de Guadalcanal. En este caso, Sierra de Gador habría corrido una suerte que no es fácil de prever, pero no se hubiera descubierto el filón Jaroso, ni ninguno de los muchos criaderos que en estos últimos años han creado valores de consideración, proporcionando al país las ventajas de que este es deudor a dicha industria, quizás hoy la más importante de España. Pero ocupémonos ya de Guadalcanal.

Hecho cargo Agustín de Zarate de las minas de Guadalcanal, empezó sus trabajos de explotación y beneficio, obteniendo ya en el año de 1555, 97 marcos y 7 onzas de plata, y en el inmediato de 1556, 74.715 marcos, 7 onzas y 4 ochavas. Si se considera esta producción tan considerable de plata en el primer año de explotación y la corta potencia del filón, así como los grandes espacios de él que se encontraban completamente estériles, no puede menos de conocerse que la ley del mineral debía ser muy rica, como efectivamente se encuentra comprobado por los escritos de aquellos tiempos, pues según un ensayo practicado con un ejemplar remitido a Madrid, dio éste por resultado 82 libras de plata por quintal de mineral. ¡Resultado asombroso y que hacía ver en aquella época otro Potosí en Guadalcanal! Sin embargo, la riqueza media del mineral, como puede presumirse no era tan grande. De las dos clases en que separaban el mineral, la una que llamaba cohizo tenía 22 marcos, 5 onzas de plata por quintal, según el resultado de varios ensayos, y la otra a la que daban el nombre de lavadura, contenía de 11 a 12 onzas de plata por quintal. El mineral, a pesar de seco, se beneficiaba por fundición, y después de hacer con él una preparación mecánica a mano y martillo lavándola en harneros, se hacía una mezcla de 30 arrobas de mineral lavado y 16 arrobas de almártaga, a lo que se agregaban escorias de fundiciones anteriores, obteniendo plomo-plata que se afinaban después en fuslinas. De esta manera se siguió beneficiando el mineral, y como puede suponerse, ninguna descripción científica hay ni del criadero, ni de la mina, ni del beneficio de los minerales. Estados de la profundidad de los pozos, estados de la producción de la plata y de la inversión de los productos, y nada más que estados. Por lo que se deduce de ellos la profundidad de los tres pozos principales a fines del año de 1558 era la siguiente: el Pozo-Rico tenía 162 pies de profundidad; el de la traviesa 198 pies, y el de la puerta, que era el pozo de Martín Delgado, 102 pies. En todos ellos se presentaba el filón más rico en unos que en otros y empobreciéndose y enriqueciéndose alternativamente, teniendo el filón sobre que estaban situados todos estos pozos sobre un pie de potencia, término medio. La producción en aquella época era todavía bastante considerable, y se pagaban los jornales de los barreneros a 3rs. y a 2 el de los torneros. Sin embargo, poco tiempo después empezaron ya a bajar los productos de las minas, como se demuestra por el siguiente estado, que publicamos para que se conozca cual fue el verdadero producto de Guadalcanal.

Estado de la plata producida en las minas de Guadalcanal durante los años que se trabajaron por la Corona de España.

AñosMarcos OnzasOchavas
15559770
155674.71570
155753.43735
155874.11330
155967.75667
156019.91311
15618.46120
156211.86020
15637.31120
15648.80054
156513.65370
156612.29631
15674.21676
15683.92060
15692.40060
15703.34150
15715.56460
15727.32800
15739.33520
15744.51570
15752.40350
15762.73024
Total400.2239428

Además se obtuvieron 2698 marcos, 6 onzas y 3 ochavas del beneficio de los terrenos y lamas que con arreglo a una contrata tomó a su cargo Francisco Pérez de Canales; pero como por otra parte en las oficinas de Guadalcanal se beneficiaron los minerales que se sacaron de Cazalla, Aracena y Galaroza, desde el año de 1559, cuyos productos están comprendidos en el anterior estado, puede considerarse, mediante a la poca importancia que dio estas tres minas, que el producto de Guadalcanal en los primeros 22 años fue de cerca de 400.000 marcos de plata.

Como puede verse por el estado que precede, el producto de las minas iba disminuyendo progresivamente, aumentándose los costos, por cuya razón, y después de varios informes y consultas, se decidió el abandonarlas, lo que se llevó a cabo en 1576. Posteriormente se cedió por la Corona repetidas veces a particulares el beneficio de las minas de Guadalcanal bajo ciertas condiciones, y entre otras contratas se celebró una con los herederos de Marcos y Cristóbal Fuggar, contratada sobre la que tanto se ha hablado, y en la que me merece que se ha ponderado mucho la riqueza que obtuvieron de Guadalcanal, y fundo esta opinión: 1º  en que los Fuggars se hicieron cargo de la mina en junio de 1632.  2º que con los medios de que podían disponer en aquellos tiempos, el desagüe debió haberse verificado con mucha lentitud, lo que está comprobado con un reconocimiento de oficio en 1635, es decir, un año antes de su abandono, según el cual no habían llegado todavía al plan de las labores. Y 3º porque aun cuando se suponga que en el mismo año de 1635 habilitasen completamente la mina, y tuviesen la suerte de trabajar el siguiente, en que solo la disfrutaron, en minerales muy ricos ¿qué objeto podían tener en ocultarlo? Según su contrato, los dos primeros años no debían satisfacer ningún derecho por lo que sacasen, cuya gracia se amplió a cuatro años más. Pudieron, pues, disfrutar gratis seis años la mina y no lo hicieron. El motivo de aquella alarma no le puedo comprender, pero sí insisto que a mi modo de ver se ha ponderado mucho el beneficio que los Fugarse sacaron de allí. Yo no dudo de que, como muy inteligentes en el laboreo de minas, aprovecharían los restos que los antiguos hubiesen dejado y algunas llaves que estos considerasen peligroso arrancar; pero no puedo en mi concepto concederse más, atendiendo a que, de la profundidad, como luego demostraré, no pudieron extraer nada, y si gastar mucho en excavaciones.

Ya hemos visto por otra parte cuán poco acierto es el que ellos dejaran minerales dentro de las excavaciones, pues tan inciertas pueden ser las noticias de los grandes beneficios que obtuvieron, y si las ocultaciones que hicieron parecen probadas, también resulta de oficio que cuando los Fuggars abandonaron las minas había a la vista minerales por valor de 12 millones. Si el tiempo ha desmentido esta existencia, razón hay a mi entender para dudar a lo menos de que obtuviesen los grandes beneficios que se supusieron. De todos modos, y lanzados los Fuggars en Guadalcanal, se aguaron las minas y se concedieron después a otras empresas, como la que formó D. Juan Luis Ladrón de Guevara, que la estuvo trabajando 16 años, sin obtener resultado alguno.

En una época más modernas todos sabemos que el Sr. Conde de Cleonard primero, y después el Sr. Marqués de Remisa, establecieron trabajos de consideración en aquellas minas, sin buen éxito, y en el año de 1842 se formó la actual compañía de minas de Guadalcanal con el fondo de 100.000 rs., y con el objeto de registrar Santa Victoria, ver si del laboreo de estas minas sacaban utilidades, y si así era, emplear sus productos en el desagüe de Pozo-Rico. Pero este plan no pudo llevarse a cabo, bien por la impaciencia de los accionistas o por otras causas que no son de este lugar, y se procedió al desagüe de Pozo-Rico, colocando al efecto una máquina de vapor de poca fuerza, que no desaguó más que hasta el tercer piso. Llegado a este punto, y no pudiendo la empresa hacer más desembolsos, celebró un contrato con una compañía inglesa, por el cual se obligaba a esta a desaguar la mina, y habiéndolo efectuado, se ha podido al fin penetrar en aquellos antiguos subterráneos, cuya descripción he ofrecido.

En el límite septentrional de la provincia de Sevilla. Y en uno de los estribos que se destacan de Sierra Morena, se halla situado el pueblo de Guadalcanal. Colocado en la ladera occidental de un valle que corre de N. a S., dirección que tiene allí los estribos de la sierra, se halla separado solamente de la mina de Pozo-Rico por un puerto de poca elevación. La mina, distante media legua al E. de Guadalcanal, se encuentra en un valle extenso, que se domina perfectamente desde el puerto de Arrebatacapas, y en el que una vegetación lozana y hasta plantíos de olivos le dan cierto aspecto agradable. En medio de este valle, en que solo aparecen ligeras ondulaciones del terreno, se destaca la chimenea de la máquina de vapor y los demás edificios que constituyen aquel establecimiento, formando ciertos contrastes con la soledad y falta de habitaciones, y mucho más de establecimientos fabriles, que se nota en toda esta parte de Sierra Morena.

Así como Guadalcanal es el último pueblo hacia el Norte de la provincia de Sevilla, así también el terreno en el que se encuentra colocado es límite de la formación primitiva hacia aquella parte, porque a menos de media legua empieza ya a presentarse los diversos terrenos del grupo de la grauwaka, que se extienden hasta los márgenes del Guadiana y aún mucho más allá, y que en las inmediaciones de Guadalcanal forma el valle dónde se hallan situados Llerena, Ayllones, Berlanga, La Granja y otros puntos.

Las grandes masas de granito que aparecen en Sierra Morena (en el Pedroso hay una que tiene una legua de circunferencia), y cuyas ramificaciones se extienden en todos sentidos, deben tener la mayor influencia en la formación y disposición en esta parte de la sierra y aun de toda ella, y el trastorno del terreno creo sea debido principalmente a él. Por lo demás el terreno de Guadalcanal se halla constituido por la pizarra arcillosa alternando con el esquito clorítico, éste con menos abundancia, y atravesados ambos en todos sentidos por una multitud de filones y venas, ya de cuarzo, ya de espato pesado, y ya de espato calizo, si bien la mayor parte son silíceos. La dirección de la estratificación es de N. 25º O. o de N.O. a S.E., y su inclinación al S.O.

Se presenta además en el terreno de Guadalcanal con mucha abundancia, capas de una potencia considerable de pirita de hierro algo argentífera, y de varios ensayos practicados he obtenido cinco adarmes de plata por quintal de pirita. Una de estas capas de dos varas de potencia que atraviesa el socavón de entrada de la mina Santa Victoria, trataron de beneficiarla persuadidos de que era muy argentífera, pero renunciaron a ello después de enterarse de dichos ensayos.

(Se continuará).

CONCLUSIÓN

El filón de Pozo-Rico no presenta señales de su existencia en la superficie, pero por las labores practicadas sobre él se tiene un completo convencimiento de su disposición. Su dirección es de N. 35º E. y su inclinación de 12º al N. 35º O. Pero esta inclinación constante hasta la profundidad de 192 varas, cambia repentinamente y pasa a ser de 4º al S.E. Este cambio de inclinación, y el estar cortado por una falla, de la que luego me ocuparé, son los dos fenómenos más notables que presenta el estudio del filón de Pozo-Rico.

La composición del filón es la siguiente: la ganga la constituye el espato pesado, el espato calizo y el cuarzo, dispuestas estas tres sustancias en la forma que luego diré. Las sustancias metálicas que contiene, son: plata roja o plata antimonial, y plata agria o plata antimonial sulfurada, pirita de hierro, óxido de hierro, e indicios de pirita arsenical y de pirita de cobre. No he visto ningún ejemplar que contenga plata nativa ni plata cornea, pero creo muy probable que contuviese el filón la primera. Las salbandas se hallan bien caracterizada, y constituidas exclusivamente por una arcilla azulada impregnada de pirita de hierro.

La potencia del filón presenta como es consiguiente bastantes variaciones, considerada en toda la extensión de las labores: nunca llega a tener una vara, reduciéndose algunas veces a 6 y 4 pulgadas, pero término medio se puede fijar en 20 pulgadas en su parte superior. Desde la profundidad de 160 varas disminuye de una manera considerable.

No en toda la masa de filón se hallan sustancias metálicas, muy al contrario, la mayor parte está compuesta de ganga, y solo accidentalmente y con mucha irregularidad, tanto en su disposición como en su importancia, se presentan los minerales ricos en forma o maneras de bloques, pero siempre dentro de la caja del filón y sin salir de sus salbandas.

Se conoce que antiguamente sabían esta circunstancia, si se atiende a que el método seguido en las labores era correr una galería general al nivel de cada piso, dentro de la misma masa del filón. Si éste se presentaba estéril, la galería no tenía más que las dimensiones ordinarias, pero si con esta encontraban minerales, establecían un banqueo, arrancaban la parte útil del filón, y luego que se concluía seguían la galería con las mismas dimensiones que antes, de manera que las galerías que habría en la masa de filón eran verdaderas labores de investigación. Además de estas galerías generales y de los pozos para servirse de ellas, practicaban otras intermedias entre piso y piso, todo con el objeto de buscar mineral.

Por estas galerías se conoce perfectamente cuales han sido los puntos en el que el filón ha estado más o menos rico según la abundancia o escasez de banqueos que se encontraban en ellas.

Según se deduce de estas observaciones, la mayor riqueza ha estado entre el segundo y tercer piso, o sea entre 54 y 67 varas de profundidad. Desde este punto empieza a disminuir rápidamente la abundancia de los minerales, hasta esterilizar completamente antes de llegar al nivel del cuarto piso, pasado el cual, no se encuentra ninguna labor que parezca de beneficio. A esta desaparición de minerales acompaña otro fenómeno. La ganga que en la parte superior se compone de espato pesado, y de espato calizo como acompañante de los minerales ricos, va perdiendo estas dos sustancias y componiéndose casi exclusivamente de cuarzo en la que no se nota ni la más ligera pinta de mineral aun antes de llegar, como he dicho, al nivel del cuarto piso, que está a 98 varas de profundidad. Hay más todavía. Ya he manifestado que las salbandas se componen de una arcilla azulada impregnada en pirita de hierro, pues mientras más abunda la pirita en las salbandas y aun en el terreno, más importantes son las excavaciones en el filón, y por consiguiente tanta mayor ha sido la abundancia de minerales. Pasado el cuarto piso no se vuelve a encontrar pirita ni tampoco minerales ricos.

Este cambio esencial en la composición de la ganga del criadero y en la de la salbanda debería ir acompañado de una variación en las sustancias ricas del filón con arreglo a las teorías admitidas sobre la formación de esta clase de criaderos, y la experiencia lo ha acreditado, porque no se vuelve a encontrar mineral alguno ni señales de que lo hayan arrancado como en la parte superior de él.

Si el filón de Guadalcanal fue producido por el rellenamiento de una grieta, en lo que en mi opinión no puede quedar duda, y que este rellenamiento proviniese del interior, nada de extraño tiene que en la parte superior se depositasen las sustancias mineralógicas que existían, mediante que todas ellas son muy volatilizables.

En mi concepto, desde poco más abajo del nivel del tercer piso, no existe ni han existido minerales argentíferos en el filón de Pozo-Rico. Una objeción muy fuerte se puede hacer. Siendo la profundidad total de las labores 242 varas 22 pulgadas. En la que hay abierto 11 pisos, no habiéndose encontrado nada desde el tercero, ¿qué objeto hubo para abrir los ochos pisos restantes? Confieso que estas labores son de bastante consideración para practicarlas solo como de reconocimiento. Pero cuando en ellas no se ve señal ninguna de mineral ni se han practicado banqueos, cuando las galerías siguen, si en el filón, pero con sus dimensiones constantes, preciso es suponer que han sido hechas solo con el objeto de buscar minerales ricos, aunque sin encontrarlos. Quizás todas estas labores no hayan sido de una misma época, quizás las diferentes empresas que han explotado la mina han ido profundizando sucesivamente, como ha sucedido en nuestros días en las de Cazalla, que después de desaguada y de no encontrar minerales, se practicaron labores de reconocimiento en el filón en una profundidad de cerca de 100 varas, habilitando pisos como los de Guadalcanal. Y, por otra parte, cuando la falta de excavaciones de beneficio va acompañada de los fenómenos que he citado antes, cuando además de estas variaciones en la naturaleza del filón y de las salbandas, la potencia se disminuye de una manera considerable reduciéndose desde las 160 varas de profundidad a dos pulgadas, que es otro dato de empobrecimiento del criadero, ¿puede haber algún inconveniente en admitir la esterilidad del filón desde la profundidad del tercer piso? Yo creo que no, y siendo un punto de tanta importancia para la compañía de Guadalcanal, me parece que no están de más ninguna de las razones y datos en que apoyo esta proposición, que he tenido la satisfacción de discutir con el ingeniero inglés Mr. Ducan Sauw, director que ha sido por la compañía inglesa de aquellas minas, y que está conforme con todo lo que llevo dicho.

De todos modos, la profundidad total de las labores de Guadalcanal es, como he manifestado antes, de 242 varas 22 pulgadas, repartidas en once pisos, siendo término medio la distancia de uno a otro de 22 varas. Estas labores se comunican por la superficie por tres pisos situados en la misma dirección del filón, y titulados Pozo-Rico, Pozo de San Antonio y Pozo Azuaga, de los que el primero es más septentrional y el último el más meridional. Ninguno de los tres llega a la mayor profundidad de las labores. El pozo Azuaga no profundiza más que hasta el primer piso, o sea, 37 varas. El de San Antonio llega en la actualidad hasta el quinto, si bien cuando se desaguó no llegaba más que hasta el segundo, y el de Pozo-Rico es vertical hasta el tercer piso, de este al quinto inclinado, y desde aquí ofrece un desvío a cada piso hacia el sur de 12 varas. Fácilmente se puede comprender los inconvenientes que han tenido que vencer los ingenieros encargados del desagüe en la colocación de los comunicadores y transformadores, para transmitir el movimiento de la máquina de vapor por pozos y galerías alternativamente, inconvenientes que no se hubieran ofrecido si el Pozo-Rico o cualquiera de los otros dos hubiera llegado verticalmente al límite inferior de las labores.

En cuanto a la extensión del filón que está reconocida en una longitud de 326 varas, no se ha llegado por ninguno de los dos extremos al límite longitudinal del criadero. Por el lado del N. el filón no desaparece, presentándose perfectamente caracterizado en todos los testeros de las galerías, pero estéril completamente, y reducido a una potencia casi insignificante, verificándose lo mismo en todos los pisos, excepto en el último. Por el lado del sur se halla cortado por una falla o filón atravesante, compuesto solo de arcilla, y cuya dirección, la de la falla, es de N. 35º O., siendo su inclinación al S.O.

El filón desaparece siempre al presentarse la falla, y no volviéndose a encontrarse este después de pasarse esta con la galería de cada piso, sino el terreno, claro es que ha habido un salto. Los entendidos ingenieros ingleses que han dirigido el desagüe y habilitación de estas minas, conocieron y caracterizaron perfectamente este fenómeno, así como el resbalamiento se había verificado en sentido lateral hacia el E., y las labores emprendidas para encontrar la continuación del filón, estaban perfectamente calculadas y de acuerdo con los principios de la ciencia, pero la galería establecida con dicho objeto solo cortó un filón emborrascado, que aunque paralelo al de Pozo-Rico, estaba absolutamente estéril.

En el sentido longitudinal la mayor riqueza del filón ha estado entre el Pozo Rico y el de San Antonio, en una longitud de 90 varas. Desde Pozo-Rico hacia el N. ya he manifestado antes que va esterilizando y estrechando, presentándose en todos los testeros de las galerías de los diversos pisos, si bien reducido a una potencia de media pulgada. Al sur del pozo de San Antonio se presenta la falla, y nada tiene de particular que la continuación del filón sea estéril, si se atiende a que, partiendo del centro de la mayor riqueza, los puntos del filón que por el lado de Sur corresponden después de la falla a la continuación del criadero, son equidistantes con los que están ya estériles por la parte de Norte.

La extensión de los pisos va disminuyendo progresivamente a medida que es mayor la profundidad, y siendo así que el primero tiene 244 varas de longitud, el último solo corre 75. Debe atenderse a que en el primer piso no hay labores sino desde Pozo Rico hacia el Sur, y que en el tercero solo las hay hacia el N. del mismo punto; por consiguiente, aun cuando el piso de más extensión solo tenga 244 varas, el filón está reconocido como he dicho antes en una longitud de 326 varas.

Recopilando, pues, cuanto llevo dicho resulta que el célebre filón de Guadalcanal aparece hoy en día completamente estéril hacia el N. Que por la parte del Sur se halla cortado por una falla, y que aun cuando lo que se ha tomado por continuación del filón no lo fuese, hay pocas esperanzas de que esta parte sea rica, atendiendo a lo que se verifica en la extremidad del N. del criadero. Po último, que en profundidad en donde se presenta el filón en todos los pisos, parece probable con arreglo a lo que antes he manifestado que no se vuelva a encontrar mineral, tanto por la diversa naturaleza de la ganga, como por la pequeña potencia del criadero, el que ya en el último piso aparece tan disminuido y tan emborrascado, que se llegó a dudar si las labores se había separado y seguido alguna vena que se destacase del mismo. Pero habiéndose corrido galerías en sentido perpendicular a la dirección del filón sin resultado alguno, no pudo quedar duda que se caminaba sobre él.

Creo, pues, en virtud de lo dicho que las labores practicadas después de desaguada la mina son suficientes para juzgar en virtud de los datos que ellas y el estudio del criadero arrojan, de la poca probabilidad que hay de que esta vuelva a enriquecer. ¿Deberían haberse practicado labores de más consideración en otro sentido? Yo creo que sí. A mi modo de ver debía estar preparada, tanto la compañía inglesa como la española, a hacer obras de investigación de una importancia que correspondiese a la magnitud del desagüe, porque si había datos para creer que practicada esta operación se encontrarían en minerales los testeros de las galerías, este caso debía considerarse el más favorable para sus empresarios. Pero no porque fuese de mayor resultado debía esperarse con seguridad. Estoy persuadido de que atendía la gran riqueza de los minerales de Guadalcanal, y a que el especulador debe mirar los negocios bajo todas sus fases posibles, las personas que formaron la empresa española tomarían en consideración el caso contrario, el de que no encontrando minerales hubiese que buscarlos. El desagüe, por consiguiente, debía haberse considerado siempre como el medio de poder bajar a las excavaciones y estudiar el criadero, practicando después las labores que la prudencia aconsejase. Era, pues, la operación inicial, es decir, no el fin sino el medio, y una vez ejecutado aquello no debía dejarse nada por hacer. En este sentido el desagüe de la mina de Guadalcanal fue un buen pensamiento, era un problema que había ya que resolver, y todos sabemos que la habilitación de las minas antiguas, cuyo abandono como las de Guadalcanal estaba en el misterio, ha sido en repetidos casos una especulación lucrativa para los que lo han tomado a su cargo.

Si practicado el desagüe se ha visto que no solo no hay minerales, sino que tampoco hay fundadas esperanzas de que el filón vuelva a enriquecer, me parece que debería haberse registrado el terreno con más empeño del que se ha hecho. Ya he dicho antes que en este hay una multitud de filones, capa y venas que lo atraviesan en todos sentidos, teniendo alguno de ellos indicios de plata roja. ¿No es, pues, probable, que los filones contemporáneos a los de Pozo-Rico, y formados en las mismas circunstancias, ¿se compusiesen de especies mineralógicas iguales o análogas? El mayor inconveniente para poder registrar estos criaderos, aun prescindiendo de que pueden también muchos de ellos no haber llegado a la superficie, consiste en el desagüe, y una vez vencido los obstáculos que debían presentarse en esta operación, y estando ya colocada la máquina, el haber sostenido las aguas al nivel del tercer piso y corrido galerías de una extensión considerable en dirección perpendicular al criadero, lejos de ser desacertado, hubiese sido una obra en armonía con el sacrificio del desagüe total. Pero una vez verificado éste sin resultado inmediato, el desaliente se apoderó de la empresa, y dejó subir las aguas, que se hallan hoy en día al mismo nivel que en el año 1842.

La máquina empleada en el desagüe de Guadalcanal es de simple efecto, de tracción directa, con condensación, y de fuerza de 36 caballos de vapor. Empezó a funcionar esta excelente máquina el día 26 de diciembre de 1848, y la mina estaba completamente desaguada a fines de enero de 1850. En el espacio, pues, de un año, se resolvió la cuestión de desagüe, que para algunos que desconocen los progresos de la mecánica era impracticable.

A consecuencias de haber estado tanto tiempo aguadas las labores se hallan en un estado tal de ruina, que había puntos en que ni se conocía por donde seguían las galerías. En la actualidad se encuentran completamente desatoradas y bien fortificadas, pero llenas otra vez de agua como antes de empezarse el desagüe.

Al ocuparme de las minas de Guadalcanal, me he hecho cargo únicamente de la mina de Pozo-Rico, porque es la sola que ha tenido importancia. Hay sin embargo algunas otras a su alrededor, de las cuales diré pocas palabras.

La compañía española al denunciar la mina de Pozo-Rico, lo hizo también de las de Santa Victoria, Pozo Azul, El Chaparral y Santa Casilda. De todas ellas la que tiene labores de más importancia es la de Santa Victoria.

Para dirigir los trabajos de la empresa formada por el Señor Conde Cleonard, vino a España Don Juan Martín Hoppensack, ingeniero bastante conocido, y que ha dejado un buen nombre. Éste fue quién abrió la mina de Santa Victoria sobre un filón de espato calizo, paralelo al Pozo-Rico y de un pie de potencia en su parte superior, pero que presentó el mismo fenómeno de ir disminuyendo en profundidad. Los minerales eran iguales que los de Pozo-Rico, pero la pirita de hierro abundaba más que en éste, y no presentaba en él ni el espato pesado ni el cuarzo. En los bancos del primero al segundo piso parece que fue de donde más mineral se sacó, pero no puedo conocer su importancia. Esta mina, que tiene hoy día tres pisos fue trabajada posteriormente por el Sr. Marqués de Remisa, el que solo sacó de allí 50 libras de plata, abandonándola después. La compañía inglesa no la ha trabajado.

Las minas de Santa Casilda y El Chaparral fueron abiertas por la empresa de Remisa, pero no hay en ellas labores de consideración. La primera tiene un filón de espato pesado, y la segunda otra de espato calizo con algunas pintas de plata roja. Ninguna de ellas se ha trabajado en esta última época, así como tampoco la de Pozo Azul, que aunque no se ha reconocido, tiene un filón de barita.

Un cuarto de legua al N.N.E. de Pozo-Rico hay también otra mina abierta de Hoppensack, y conocida en el país por la mina de la Cueva o Contramina, en la que se presenta un filón de barita o espato pesado y algunos indicios de plata roja y de pirita paralelo al de Pozo-Rico. Esta mina tampoco se ha reconocido en época más moderna, ni tengo noticias de que un pozo que hay en el extremo del socavón haya sido desaguado.

Colindante también con las pertenencias de Pozo-Rico por el N. se halla otro pozo titulado de los Marmolitos, en el que aparece un filón de barita, aunque completamente estéril. Yo creo que esta ha de ser el mismo de Pozo-Rico.

Por último, por el sur del criadero también se han practicado reconocimientos, denunciando al efecto una mina que se tituló Registro de Pozo-Rico, y cuyo objeto era ver si se cortaba el filón.

Pero tanto porque la existencia de la falla no se conocía entonces y buscaban la continuación del filón en el mismo plano en que éste se encuentra, como porque las labores se hallaban no muy bien calculadas y a un nivel superior al de Pozo-Rico, solo cortaron una capa de pirita y algunas venas de barita, abandonándolas poco después.

Antes de concluir esta reseña debo hacer patente mi gratitud a los Sres. Ducan Sauw, G. Michel y D. Vicente López Preve, ingenieros los primeros de la compañía inglesa de Guadalcanal, y el segundo de la empresa de Remisa, que con la mayor franqueza se han prestado a darme cuantos datos y conocimientos les he pedido.

– Roberto Kith –

INFORME DADO POR EL INGENIERO DON LUCAS MALLADA.

CRIADEROS DE GUADALCANAL.

Descubiertos en 1555, produjeron grandes cantidades de plata en los diez años siguientes, pasados los cuales decreció rápidamente su riqueza, habiéndose resultado infructuosas las diversas tentativas de nuevas explotaciones emprendidas en épocas posteriores hasta nuestros días.

 Dista la mina media legua E. de Guadalcanal, y se encuentra en un valle extenso, que se domina perfectamente desde el puerto de Arrebatacapas. La masa de granito y otras masas hipogénicas que se ramifican en todos sentidos por esta parte de Sierra Morena, trastornaron considerablemente las pizarras y grauwachas de Guadalcanal, pues están atravesadas en todos sentidos por una multitud de filones y venas de cuarzo lechoso, de espato pesado y de carbonato de cal. Los estratos inclinan generalmente al SO. u O. SO. y entre ellos abundan masas irregulares de pirita de hierro algo argentífera.

 No presentan señales en la superficie del filón; pero por las labores practicadas sobre él se tiene un conocimiento completo de su disposición. Se dirige al N. 35 grados E.; inclinada 78 grados al N. NO. Hasta la profundidad de 162 metros, y de allí cambia repentinamente a 86 grados SE.

 Las sustancias metálicas que contienen son; plata roja, plata agria, piritas de cobre y hierro, óxido de hierro e indicios de pirita arsenical con gangas de varita, espato calizo y cuarzo; las salbandas están constituidas por una arcilla azulada impregnada de piritas; en la parte superior la potencia del criadero fue de 46 cm. término medio; pero desde la profundidad de 134 metros, disminuyó de una manera considerable. La parte rica se agrupaba en masas aisladas por otras mayores de gangas; y se conoce que antiguamente sabían esta circunstancia, si se atiende que el método seguido en las labores era correr una galería general a nivel de cada piso dentro de la misma masa del filón. Si éste se presentaba estéril, la galería no tenía más que las dimensiones ordinarias; pero si con esta se encontraban minerales, establecían un banqueo, arrancaban la parte útil, y luego que se concluía seguían la galería con las mismas dimensiones que antes. De manera que la galería que abrían en la masa del filón eran verdaderas labores de investigación.

 Por estas galerías se conocen perfectamente cuales han sido los puntos en el que el filón estaba más o menos rico, según la abundancia o escasez de banqueos que se encuentran en ellos. La mayor riqueza estuvo entre el segundo y tercer piso, o sea entre 45 y 57 m. de profundidad, desde donde aquella empieza a disminuir rápidamente, hasta esterilizar del todo el filón antes de llegar al nivel del cuarto piso, pasado el cuál no se encuentra labor que parezca de beneficio.

 A esta desaparición de minerales acompaña otro fenómeno. La ganga, que en la parte superior se compone de barita y de espato calizo, se cambia en cuarzo, en la que no se nota ni la más ligera pinta de mineral. Por otra parte, mientras más abundó en las salbandas la pirita de hierro, más importantes fueron las labores, lo que prueba que tanto mayor fue la riqueza. Este cambio esencial en la composición de la ganga en el criadero y en la de la salbanda, debía ir acompañado de una variación en las sustancias ricas, con arreglo a las teorías admitidas sobre la formación de esta clase de criaderos.

 Las profundidades a que llegaron las labores del siglo XVI fueron de 204 m. repartidos en 11 pisos, comunicados en la superficie por tres pozos, titulados Rico, San Antonio y Azuaga.

 Está reconocido el filón en una longitud de 274 m.: por su extremo septentrional no desaparece, pero se reduce a una potencia insignificante y esterilizada del todo; por el opuesto le corta un crucero, compuesto sólo de arcilla, inclinado al SO., y que hizo resbalar el argentífero hacia el E.

 La mayor riqueza estuvo entre Pozo Rico y el de San Antonio, en una longitud de 75 m. La extensión de los pisos va disminuyendo progresivamente a medida que es mayor la profundidad; y siendo así que el primero tiene 204 m. de largo, el último solo corre 63. Paralelo al filón rico hay otros varios que se trabajaron a fines del siglo XVIII y principios del XIX, pero sin provecho grande. El que se llamó de Santa Victoria es de espato calizo; midió un pie de potencia en su parte superior y disminuyó rápidamente en profundidad. Los minerales eran iguales a los de Pozo Rico; pero la pirita de hierro abundó mucho más, y no se presentó el cuarzo ni la barita. Entre los pisos primero y segundo se sacó la mayor riqueza, se llegó a fundar un tercer piso, y en su último periodo el Marqués de Remisa solo sacó de allí 50 libras de plata y la abandonó después.

 Santa Casilda era otra mina abierta por Remisa en un filón de barita, y el Chaparral otra sobre otro filón de espato calizo con algunas pintas de plata roja.

 Un cuarto de legua al N. NE. De Pozo Rico abrió Hoppensack otra mina llamada de la Cueva o Contramina sobre un filón de barita con indicios de plata roja y de pirita; y colindante también con el primero se halla al N. el pozo de los Marmolitos donde hay otro de barita completamente estéril, tal vez remate septentrional del de Pozo Rico.

 En la vertiente septentrional de Puerto Blanco, sobre el camino de Sevilla a Extremadura, a media legua de Cazalla, existe un filón cuyo espesor varía de 7 a 24 cm., compuesto de espato calizo, salpicado irregularmente de galena argentífera, plata roja y pirita arsenical argentífera. Inclina de 70 a 75 grados N.NO., y la roca en que arma es una arenisca cuarzosa de color negruzco, dirigida E. a O. con 30 grados inclinación N. No se sabe con certeza la época de su descubrimiento, no por quien se abrieron las excavaciones hasta los 34 m. de profundidad que tenía en 1775, cuando emprendió su beneficio la compañía del Conde Cleonard, bajo la dirección del ingeniero Hoppensack, que dio las labores de disfrute una extensión considerable; pero que en 1779 se abandonaron los trabajos. Se intentó proseguir su explotación en diferentes épocas sin éxito favorable, y por fin en 1850 se investigó hasta una profundidad de 105 metros, en cuyo punto el filón tenía 14 cm. de espesor. Cuantas tentativas se efectuaron en el siglo XIX para encontrar la prolongación del filón rico han sido infructuosas. De 1867 a 1870 se sacaron de los vaciaderos de estas minas 1958 quintales métricos de mineral argentífero en el registro llamado Hoppensack.

 En 1889 y 1890 se trató de beneficiar igualmente las mismas escombreras, pero los resultados fueron casi nulos.

– Lucas Mallada –

CONTRATO ARRENDAMIENTO ENTRE D. ANTONIO AURA BORONAT Y D. INOCENCIO FERNÁNDEZ Y MARTINEZ.

Entre D. Antonio Aura Boronat, propietario, vecino de Madrid en la calle de La Concordia, número cuatro y D. Inocencio Fernández y Martínez, mayor de edad, vecino de Figaredo, Concejo de Mieres (Asturias) convienen lo siguiente:

Primero.

D. Antonio Aura Boronat declara que es el único propietario, con los títulos en propiedad en regla de un grupo de minas metalíferas situada en los términos de Guadalcanal, provincia de Sevilla, conocido con el nombre de “Pozo Rico”, componiendo 108 hectáreas y 9287 metros cuadrados. A esta superficie habrá que agregar la de la mina Júpiter y una demasía, ambas comprendidas entre las minas Aquiles, Lirio y Hoppensac, cuyos títulos están pendiente de tramitación y se hallaran despachados en plazo breve.

Segundo.

El Sr. Aura Boronat se obliga en ceder en participación a D. Inocencio Fernández todas las minas de las que es propietario, así como las propiedades, útiles y herramientas que estén afectas a estas minas, en la proporción de setenta por ciento, conservando para sí en propiedad el treinta por ciento restante.

Tercero.

Si en cualquier época conviniese al Sr. Fernández constituir una sociedad, sea anónima, comanditaria o colectiva, se entiende que al Sr. Aura Boronat se le concederá el treinta por ciento completamente liberado en este negocio, reservándole además un puesto en el consejo de Administración.

Cuarto

D. Inocencio Fernández se obliga a facilitar la suma de doscientas mil pesetas en efectivo, destinadas a los primeros trabajos de investigación y explotación.

Quinto

Don Inocencio comisionará por su cuenta y en el plazo de dos meses un ingeniero que tendrá el encargo de informar sobre las minas y si el informe fuera a juicio satisfactorio, comenzará desde luego a cumplir las obligaciones atrás estipuladas y el Sr. Aura Boronat las suyas.

Sexto

Si el capital invertido fuese mayor que doscientas mil pesetas el exceso de la cifra será amortizado con los primeros beneficios que se obtengan.

Séptimo

Todos los gastos que ocasionen las minas, de cualquier género que sean, se satisfarán por el Sr. Inocencio a partir de la fecha que el presente contrato quede consolidado por escrito

Octavo

Se concede al Sr. Aura Boronat el derecho de inspeccionar las labores y encaminar las contabilidades, y al Sr. Inocencio el derecho de dirección técnica y administración de las minas.

Noveno

En caso de rescisión de contrato por incumplimiento de la cláusula cuarta, las minas, máquina y artefactos destinados a la explotación y beneficio de los minerales, quedarán en la propiedad del Sr. Aura Boronat.

Décimo.

El Sr. Aura Boronat concede el plazo de dos meses a D. Inocencio Fernández, a partir de la fecha de este contrato, para aceptar esta opción. Durante este plazo el Sr. Aura Boronta no podrá comprometer sus minas ni hacer operación alguna que altere los términos de esta opción.

Undécimo.

En el caso de llegar a tener beneficio en la explotación de las minas, se formará un fondo de reserva, cuya proporción se fijará en su día, con objeto de hacer frente a las nuevas investigaciones o reconocimiento si los partícipes lo estimen necesario.

Duodécimo.

Cualquiera duda o cuestión que surgiese sobre la interpretación del presente contrato, será dirimida por amigables componentes.

Y para que consten, lo firman por duplicado en Madrid a primero de febrero de 1910

Índice.

1.- Carta del 28 de febrero de 1914 de J.M. Ormaza.

2.- Carta del 15 de marzo de 1914 de J.M. Ormaza.

3.- Carta del 26 de octubre de 1914 de J.M. Ormaza.

CARTA A 28 DE FEBRERO DE 1914.

Sr. Don Inocencio Fernández Figaredo.

 Mi querido amigo: he leído detenidamente el artículo de Roberto Kith que me ha preocupado. No me explico bien después de tener una empresa y de “pasar las minas al dominio de la historia” el altruismo de ese señor en publicar un artículo desprestigiándolas (es mucha oficiosidad o altruismo) y sin embargo hablando de que

“debería haberse registrado el terreno con más empeño de el que se ha hecho” preguntándose:

“¿Deberían haberse practicado labores de más consideración en otro sentido? Yo creo que sí.”. Contesta terminantemente.

No lo entiendo; si el filón resulta de una notaria esterilidad a que meterse en más líos. ¿Qué quiere decir el otro sentido? 

Quisiera saber la historia y causa de este artículo. Si se tratara de un informe particular sería más o menos acertado. Pero un artículo se publica para algo y con Guadalcanal se ha especulado mucho. No le sorprende a V. también la inoportunidad de un artículo sobre unas minas “que han pasado a la historia” diciendo que nada valen y hablando sin embargo de reconocimientos en otro sentido.

Créame V. que me ha preocupado todo eso, repito que si se tratara de un informe destinado a alguien que V. hubiera descubierto, no me sorprendería. Pero vislumbro una historia. Poco he de poder si la averiguo.

Pero vamos a lo que importa que no son las causas del artículo.

Pues amigo Inocencio, el artículo en cuestión no nos ha descubierto ningún hecho nuevo y afirma algunos inexactos como luego veremos. La única novedad consiste en la rotunda afirmación de la creencia de ese señor en la esterilidad del filón en profundidad. Vamos a verlo.

El primer párrafo está destinado a justificar el artículo “aunque las minas han pasado a la historia” por motivos de altruismo industrial que no me convencen, Guadalcanal ha estado siempre sobre el tapete como de mismo artículo se desprende y un artículo en una revista sobre el asunto tenía necesariamente que favorecer a unos y perjudicar a otros.

Luego habla de la explotación de los Fúcares, vea V. lo que sobre esto digo yo en mi informe primero. Que el ensayador Martín de Soto con alguacil y escribano salieron de Madrid con objeto de informar. Que resulta probado que en una mineta había más de 100 espuertas cosidas llenas de metal y que pusieron en prisión al administrador. Que luego que los factores tuvieron noticia de la llegada del ensayador Soto y Gregorio

Romero “cesaron de trabajar los ingenios y pararon todas las operaciones de desagüe”.

“Todos estos son hechos probados, constan en las cartas que se conservan en Contaduría General N. 855”.

Los Fúcares pues pararon las minas en riqueza dejándolas inundar al saber la llegada de los comisionados.

Y el tal Kith lo sabía, porque los datos que él presentó están tomados de la página 671 del tomo segundo de la Obra Histórica de las minas de Guadalcanal de Tomás González que V. debetener, donde constan también los datos de la riqueza y de la parada de los Fúcares. Kith lleva pues el deliberado propósito de desprestigiar el asunto y falsear los hechos pues dice en la página 6 “que los Fúcares pudieron disfrutar gratis seis años la mina y no lo hicieron” lo cual claramente no es cierto y lo sabía Kith, “no podían disfrutar gratis el mineral que extraía cuando se nombró a Soto para reconocerlo” y no podían seguir extrayéndolo porque “la dejaron inundar”. ¿Por qué la desfigura Kith?

Después del primer párrafo viene la historia de las minas. Está extractada en su totalidad de la mencionada obra de Tomás González con algunas consideraciones que no sé qué intención tienen sobre el desarrollo de la industria minera en la Sierra de Gador.

Las leyes y datos que presenta como tomados de la misma obra son los mismos que los de mi Informe con las mismas equivalencias que V. anota. En una cosa coincidimos ese señor y yo, en que se exageró mucho la riqueza de Guadalcanal.

Pero hay una parte importantísima de la historia que Kith pasa en silencio, aunque la indica al decir que el filón iba enriqueciendo y empobreciendo, alternativamente.

En noviembre de 1566 los oficiales de Guadalcanal participaron que en ningún pozo ni mineta había metal ninguno, así como suena, carta del 6 de noviembre. Es decir, estaban como estamos hoy nosotros a los 200 metros.

En vista de ello se llamó al Capataz Blanco y este dio la receta de ahondar los pozos, ni más ni menos, lo mismo que opino yo hoy. Es decir, el problema de esterilidad que tanta alarma a Kith ya se presentó en los primeros niveles dónde según él se sacó toda la riqueza y la solución fue profundizar. Llegó Blanco, tomó la dirección de la explotación, profundizó sus pozos y el resultado fue el siguiente. En Julio de 1570 es decir a bastante más profundidad de la esterilidad de 1566, el filón metalizó fuertemente hasta el extremo de “No haberse visto tal, con cuatro palmos de ancho”, cartas del 6 de agosto de 1570 y del 15 de septiembre del mismo año.

Y la cosa no tiene duda, la metalización fue en profundidad “a lo hondo de los pozos que dieron a los principios metal trayendo al Blanco, capataz, por cuya industria se pusiese por obra esta opinión suya y muestras cuyas albricias de tan buena nueva se nos deben según la calidad de los que fuere Dios servido que sea”, carta del 11 de julio de 1570. Fue en profundidad a 130 metros, dejando arriba una zona estéril desde los 64 metros y fue la mayor riqueza que se vio. Mayor que superiormente según comprobó Zarate en la visita que le mandaron hacer al encontrar la riqueza. De ella sacó Zarate muestras de 812 Kilos en Tonelada faltándole poco para ser plata de ley, carta de Zarate de 27 de noviembre de 1570.

Resulta pues comprobado, aunque Kith no lo diga, que después de una zona estéril a los 64 metros (cuando los oficiales avisaban que todas las labores estaban estériles), a los 130 metros (80 estados, declaración de Álvaro Blanco, página 300 del libro de Tomás Gonzales; el estado tiene 1.62 metros.) se encontró una zona inferior, la más rica de todas. Si a los 64 se persona allí Kith, riqueza perdida, gracias a un capataz menos pesimista que Kith y bastante más minero que aquél, se dio con la enorme riqueza en profundidad.

No solamente oculta esta circunstancia Kith sino que la desfigura, pues dice textualmente “la mayor riqueza ha estado entre 54 y 67 varas de profundidad. Desde este punto empieza a disminuir rápidamente hasta esterilizar completamente al nivel de 4º piso”. No sé cuál es el 4º piso de Kith, pero lo que afirma no es cierto, esterilizó completamente a los 64 metros y volvióa metalizar más fuertemente que nunca a los 130 metros. ¿Qué de particular tiene sabiendo esto que después de agotado este nivel llegaran hasta los 200 metros y que significa que en éste esté estéril como en los 70?

Así se explicaba lo que el mismo Kith reconoce en una objeción de fuerza cuando dice “¿qué objeto hubo para profundizar 8 pisos, no habiendo nada desde el tercero?” Se ve notoriamente la mala fe del tal Kith que cada vez me está escamando más. El tercer piso según él está a las 67 varas y a los 200 metros hay 11 pisos y no encontraron nada desde el cuarto. Todo esto es un galimatías de pisos presentados a mala fe, la verdad es que es lo lógico es que se presentó una zona rica hasta los 64 metros (dejémonos de pisos) una estéril hasta los 130 y otra rica en este nivel que les empujó a profundizar hasta los 200. Y esto es lo lógico y esto es lo que explica lo sucedido que se pregunta Kith.

Indudablemente la historia de la mina está presentada de mala fe para desprestigiar el asunto. Vamos ahora con la parte técnica.

En esta no hay nada más que una novedad para mí que me viene muy bien conocer, que a la profundidad de 192 varas cambia la inclinación del filón lo cual explica porque tienen cortado el filón antes de lo esperado.

Por lo demás en las apreciaciones técnicas hay bastantes inexactitudes siempre con tendencia pesimista. “Debajo del nivel del tercer piso no existe ni ha existido mineral argentífero”. El mineral más rico apareció a los 130 metros. “La potencia disminuye considerablemente, reduciéndose desde 160 varas a dos pulgadas”. A 200 metros está nuestro crucero perfectamente a la vista en dos ramales uno de más de 20cms. potencia y otro de 10 desconocido por los antiguos. Pero como el primero está en la galería antigua o Kith ha escrito lo anterior de referencias o falsea los hechos a sabiendas.

Ahora vamos con la esterilidad del filón en profundidad.

Esta teoría de la esterilidad de los filones en profundidad en cuanto no se encuentra mineral me desespera. Es la historia de todos los ingenieros chambones. ¿Qué un filón no da mineral?, pues es que ha esterilizado en profundidad y a otra cosa. Es un procedimiento muy cómodo de practicar la ingeniería, de esa manera lo mismo podían dirigir minas los veterinarios. Mientras hay mineral se saca y cuando no lo hay es que el filón esteriliza en profundidad y a otro.

Y suele suceder que viene otra compañía profundiza la mina y se lleva los millones que eran del propietario anterior. ¿Quiere V. ejemplos?

Cuando yo me encargué de las minas de “La plata” estaban estas a 257 metros de profundidad. Desde muchos metros antes no se veía ni rastro de mineral, así como lo digo, ni rastro, no se podía encontrar ni un gramo, el ingeniero anterior se había despedido porque eran indudable que el filón esterilizaba en profundidad y desde entonces he sacado de los 300 metros para abajo más de 5 millones de pesetas.

En la mina “Catalina” de Pontoux, éste célebre financiero llama al ingeniero César Rubio (el mismo lo cuenta) porque desde los 300 metros llevaba una zona estéril y le preguntó como amigo, más que como ingeniero su franca opinión sobre el asunto y Rubio después de visitar la mina le aconsejó que la aparase en vista de que esterilizaba en profundidad; al poco tiempo cuando por lástima no habían más que a la mitad de los obreros un pozo en profundidad dio con la zona rica inferior de la cual sacó Pontoux más de 20 millones de pesetas.

“Si el filón de Guadalcanal fue producido por el rellanamiento de una grieta, en lo que en mi opinión no puede quedar duda (ni en la mía tampoco) y que este rellanamiento proviniese del interior (tendría que ver que a los 200 metros de profundidad el relleno procediera del exterior con 20 cms. de espesor de grieta), nada de extraño tiene que en la parte superior se depositasen las sustancias mineralógicas que existían, mediante a que todas ellas son muy volátiles”. Pues yo lo encuentro enormemente extraño, lo primero porque no lo entiendo bien lo que quiere decir. ¿Si es un relleno procedente del interior (como yo también creo) lo que ha formado el filón que quiere decir eso de la volatilización? Los rellenos se forman por arrastre líquidos que llevan en fusión, disolución o suspensión las materias rellenantes, si están en estado volátil no hay tal relleno, sino una sublimación. Si el filón ha sido producido por relleno no pudo ser por volatilización y como he visto y su hijo de V. lo vio conmigo, el filón en los primeros pisos desafió a todos los ingenieros del mundo y a todos los que tengan sentido común a que digan si aquel relleno en el que se ve de todo, cuarzo, espato y barita, ha sido formado por volatilización. Y si así ha sido como en los primeros niveles también hay y en abundancia otras sustancias que no son metálicas, todo ha sido volatilizado igualmente. En fin, por esas volatilizaciones que no tienen pies ni cabeza tampoco se explica porque arriba hay metal y abajo no. El sentido común dice que siendo relleno interior como afirma Kith de abajo han venido los metales y la misma razón hay para que se depositen arriba como abajo, salvo la razón de densidad que más favorece al depósito de los materiales pesados inferiormente.

Pero hay razones para que los depósitos metalizados sean a distintos niveles intermitentes.

Este problema se planteó ya en Hiendelaencina con filones semejantes y de la misma constitución y la misma clase de mineral y vea V. mi opinión sobre el asunto que fue la causa de encontrar las metalizaciones en profundidad que estamos explotando (y que se pueden aplicar salvo pequeñas variantes al filón de Guadalcanal perfectamente) van adjuntas en un trozo de una Memoria sobre Hiendelaencina que le envío.

La variante que hay que introducir en esta explicación de la distribución de la metalización en zonas es cambiar la clase de rica de caja, Pero la teoría sigue la misma. Si por una grieta asciende un líquido que lleva en su seno las materias que deposita en el hueco de la grieta, la clase de sustancia depositada cambia con la clase de roca que atraviesa, pues cambian las condiciones de conductibilidad calórica, eléctrica y de afinidad y las variaciones de temperatura de conductibilidad y afinidad son la que producen la precipitación.

En el pozo de Guadalcanal se ha visto que en profundidad van cambiando en zonas la clase rica, a estos cambios tiene que corresponder cambios en el depósito y según se van atravesando por el filón las distintas zonas va cambiando el precipitado en ellas, en unas se depositan los metales, en otras el cuarzo y el espato.

Estos cambios son los que había que estudiar ahora y ya he encargado a Blanco que me haga un croquis de las distintas zonas del pozo para ver su correspondencia con las metalizaciones. Hasta ahora no se podía hacer esto por estar inundadas las labores, ahora es cuando hay que empezar a estudiar la mina.

Vea V. la esterilidad en profundidad, según la teoría de Kith se debían haber parado a los 200 metros.

Y después de esto, amigo Inocencio, piense V. lo que le conviene porque ya entra la cuestión en el terreno de la conveniencia particular.

Para una entidad cualquiera sea V, u otra, creo la profundización de Guadalcanal uno de los negocios más indicados que puedan presentarse.

Ahora bien, en mi carta anterior le indicaba las dos maneras de atacarla, V. será con su claro criterio lo que más conviene. Y resulta curioso lo que vengo a decir en resumen lo mismo que Kith.

“¿Deberían haberse practicado labores de más consideración en otro sentido? Yo creo que sí. A mi modo de ver debía estar preparada tanto la compañía inglesa como española hacer obras de investigación que corresponderán a la magnitud del desagüe.”.

Espero sus impresiones.

Suyo affmo. y atto. amigo s.s.q.s.m.e.

– J.M. Ormaza –

CARTA A 15 DE MARZO DE 1914.

Sr. Don Inocencio Fernández Figaredo.

 Mi querido amigo: me he atrasado en escribir a V. porque quería darle noticias concretas. Ya puedo hacerlo.

V. recordará si revisa mi carta sobre el corte de la galería antigua escrita desde la mina, en ella le notificaba a V., – 1º. El corte de la galería antigua sobre un ramal estéril de filón en cuarzo sobre el cual estaban las labores antiguas en galerías y pequeños pocillos, este ramal aparecía antes de tiempo lo que indicaba o un cambio del buzamiento del filón poniéndose más vertical o la existencia de otro ramal principal que debía aparecer posteriormente. – 2º. Un segundo ramal baritoso que aparecía a los cuatro metros de la galería y con una inclinación muy marcada y que parecía indicar la existencia de otro todavía siendo el segundo en consecuencia uno de los accidentales que cuando el filón se bifurca en dos ramas va de una a otra. Es decir que se presenta el asunto como lo indica la adjunta figura:   

Se había cortado pues el ramal a sobre el que trabajaron los antiguos, el b que cortamos nosotros y parecía ir de a, a un terreno c que se suponía y que es el que daba yo más importancia pues a mi modo de ver debía aparecer en la continuación teórica o sea allí donde la prolongación de la línea de inclinación del filón en las labores superiores debía cortar el crucero o sea en X. En esta región aparecía en el crucero un pequeño trastorno o descomposición de la pizarra que se ha reconocido en galería y esta lleva actualmente y a 4 metros y por fin se marca perfectamente un ramal de filón de esta forma con 25 centímetros de potencia en barita, algo más con la pizarra descompuesta entra salbandas que ya están perfectamente señaladas y que lo más importante en el paso teórico del filón con la misma inclinación y con igual buzamiento que en los pisos superiores.

 Este ramal bien puede ser el verdadero tronco del filón no siendo el filón sobre que trabajaban los antiguos más que una rama desprendida del tronco.

Me fundo para ello en que la rama descubierta ocupa como ya he dicho el lugar exacto que corresponde a la prolongación del filón en los pisos superiores, donde fue en riqueza, conservando su misma dirección e inclinación y que su relleno es baritoso que fue lo que apareció inferiormente desde un principio mezclado con el mineral, es lo que llamaban los primeros explotadores “guija blanca” y de la que se quejaban porque quitaba riqueza al filón. El ramal que los antiguos llevaban ni ocupa el sitio que debe ni tiene la inclinación que le corresponde ni su relleno es el mismo de arriba.

Si como parece ser el verdadero tronco es el que hemos cortado, la explotación va fuera del filón desde muy arriba porque la bifurcación viene de muy alto (ya le diré a V., exactamente desde donde en cuanto reciba unos datos que he pedido) y esto explicaría muchas cosas incluso los pesimismos de este señor Kith.

No quiero insistir sobre la importancia que todo esto puede tener porque espero que avancemos más en galería sobre el ramal descubierto para reconocer éste y afirmar sobre seguro, pero como sea, o no, el verdadero tronco del filón su existencia está comprobada, no creo deba demorar más el comunicar a V., estas noticias que he atrasado cerca de 15 días para tener seguridad de ellas.

Por lo menos está probado un hecho indudable, los anteriores explotadores a causa sin duda de la dificultad enorme de su sistema de desagüe y profundización, que los disculpa, llevaban las minas pésimamente reconocida: lo que ya vemos, desacreditaría completamente a un ingeniero que hubiera trabajado por el sistema moderno, los ramales que se dejan sin reconocer en un filón metálico argentífero no tienen perdón de Dios.

A los 300 metros en “La Plata” cortamos uno en el crucero completamente estéril y porque se cortó con un error de 2 metros, se prolongó el crucero y se cortó otro detrás que nos dio 25.000 duros en 20 metros de galería.

Estando pues la mina pesimamente reconocida, lo cual ya es evidente, hay muchas probabilidades de que nosotros encontremos la metalización con la que no pudieron dar los antiguos que por lo visto caminaban a ciegas y apurados por el agua.

Los cruces y bifurcaciones del filón son sitios que hay que reconocer detenidamente porque en ellos se condensa y estanca la metalización concentrando en manchones que a lo mejoraparecen en un pequeño cambio de inclinación. Precisamente ahora mismo llevamos a los 330 metros en “La Plata” un pocillo que bajaba completamente estéril y que al cambiar de inclinación a causa de un ramal que se ha presentado, lo llevamos magníficamente metalizado, este cambio ha coincidido con el ramaleo en esta forma;

cualquiera, sobre el principio del pocillo señalado con tinta azul hubiera abandonado la labor porque el filón se presentaba completamente estéril, de la parte de rojo estamos arrancando mineral de 80 kilos de plata en Tonelada.

En resumen, yo no sé la impresión de V., la mía es excelente. Si yo tuviera dinero me lo gastaba sólo y muy a gusto en esa mina.

Como me pregunta V., mi opinión respecto a lo que hay que hacer y aplacé la contestación porque esperaba el resultado de este acontecimiento que hoy le he escribo, se la manifestaré ya, aunque pueda sufrir alguna pequeña modificación.

Ante todo, es preciso poner guiaderas y jaulas al pozo, el sistema actual de cubas estaba bien para una sola labor, para lo que ahora tenemos que hacer saldrá más caro a la larga en personal para largar las cubas y en lentitud en la extracción. Esta colocación de guiaderas y jaula amas de las vagonetas consiguientes, acarreará un pequeño aumento de gasto de momento que pronto se amortizará en la reducción de jornales de acarreadores de carretillas y escombreros de carga y descarga de las cubas.

No debemos profundizar el pozo maestro por ahora, hay que tener en cuenta que, si bien es lo indicado para la buena marcha posterior, nos acarrearía una aumentación de fuerza en el torno de extracción y una nueva bomba y sobre todo (que es lo que me decide) un atraso considerable en el reconocimiento. Siendo el crucero actual de 32 metros para cortar todos los ramales prolongando el pozo cien metros tendríamos un crucero en esta forma, de 48 metros.

Y esto no llevaría a un atraso enorme en profundizar y perforar el crucero antes de llegar al filón. Propongo en cambio el siguiente:

Colocar después del ramal último a los 36 metros un contrapozo o sea un pocillo a brazo que vendrá a cortar los ramales a los 25 metros y que continuaremos hasta los 50 metros  que se puedan hacer a brazo en esta forma, de los 25 metros para abajo llevará un buen tronco (cerca de 10 metros) con los ramales dentro de el en diagonal,  lo cual nos servirá de reconocimiento posterior, se saldrá de ellos pero a los 50 metros, con otro pequeño crucero a de cuatro metros volveremos a cortarlo y así lo iremos reconociendo considerablemente, si el reconocimiento resulta entonces será la ocasión de perforar el crucero b señalado con puntos para colocarnos bajo el pozo y profundizar éste sin perjuicio de repetir la operación en A al extremo del crucero inferior que prolongaremos como se señala en puntos.

Para todo esto quizás haga falta algo más de las 60.000 pesetas de préstamo que V. propone, aunque mucho menos que profundizar el pozo maestro, porque el propio tiempo que hacemos este contrapozo es indispensable reconocer bien en galería el piso actual y quizás el superior si como creo los antiguos iban perdidos, con lo cual subirá el presupuesto mensual. De todos modos, no creo que sea grande el exceso de presupuesto, le diré a V., cifras exactas en cuanto reciba unos datos que he pedido.

Espero la suya.

         Suyo affmo. y atto. amigo s.s.q.s.m.e.

– J.M. Ormaza –

 CARTA A 26 DE OCTUBRE DE 1914.

Sr. D. Inocencio Fernández Figaredo.

Mi querido amigo: he puesto a V. dos telegramas para tranquilizarle pues la causa de mi retraso en escribir no ha sido otra si no que deseaba hacerlo despacio desde esta para trabajar concienzudamente la situación y entre viajes, y los jaleos inherentes a la situación actual no he tenido un día libre.

Como V. sabe el 18 salí para Guadalcanal. No encontré allí novedad ninguna filoniana y sólo referente a la instalación del pozo maestro que va está en perfecto funcionamiento permitiendo trabajar con toda amplitud en los reconocimientos que se deseen. Esto unido a que el filón a pesar de lo reconocido en él sigue perfectamente caracterizado pero estéril, me ha hecho cambiar el plan para hacer el último esfuerzo por las siguientes razones.

Está visto que estamos en un nivel estéril, hasta ahora teníamos que resignarnos a trabajar en él porque las deficiencias de la instalación. nos obligaba a ello, aparte de que convenía a cerciorarse.

No se podía hacer más que lo que se hizo, procurar cambiar de nivel subiendo en chimenea y preparar el reconocimiento 50 metros más abajo. La chimenea sigue estéril y el contrapozo para bajar 50 metros está terminado, pudiendo cambiar el nivel con la actual instalación que permite detener las jaulas y establecer labores donde se quiera, es lo lógico abandonar la labor de chimenea y establecer un reconocimiento mucho más alto en el nivel 130 en las cercanías de donde encontraron la riqueza últimamente los antiguos en zona blanda al propio tiempo que se trabajan los cruceros en 250 que ya están en marcha. Por esta razón he suprimido a 200 los reconocimientos salvo una galería que he cambiado del ramal 32 nuevo al 25 antiguo. Esta galería que conservo en el 200 la he cambiado del ramal nuevo al antiguo porque tiene por objeto alcanzar antes la confluencia de los dos ramales donde suelen metalizar estos filones, en el frente A antiguo tardamos mucho menos que al B nuevo en llegar a C.

Resulta pues que en proyección vertical vamos a tantear cuatro reconocimientos como definitivos a tres niveles distintos.

Uno en A 130, otro (galería) en el filón antiguo B a 200 metros y dos en el nivel 250 en C sobre los dos ramales antiguo y moderno. El crucero necesario en A es de 8 metros y se perforará rápidamente después de preparar un descansillo para que se detengan las jaulas, el de 200 en la galería antigua está en marcha y los dos cruceros de 250, uno de 8 metros y otro de 15, están en marcha y el desagüe prevenido con el motor eléctrico adquirido a Boetticher por una casualidad (no se encontraba por nada del mundo uno adecuado) y las cadenas – hélices – (tres sobre un eje de poleas que he preparado y ensayado en talleres de ésta).

Todo el artefacto de desagüe saldrá un día de estos para Guadalcanal y entretanto he dado disposiciones para preparar la instalación allí, pienso mandar un capataz de ésta que conoce el asunto para su instalación porque hay que tentarse la ropa al cortar los ramales, se nos va a venir encima un río de agua de las labores superiores.

De manera amigo Inocencio, que ya tengo dispuesto todo para el último esfuerzo, cortados los filones en 130 y 250 y reconocidos en 200 se harán algunos metros de galería (la cuantía depende de cómo se presenten) y si esto no resulta mi consejo de amigo es que no se gaste un cuarto más en la mina. Si se tratara de una sociedad aconsejaría otra cosa, tengo la seguridad absoluta  de que el filón contiene como todos sus similares argentíferos ricos manchones de plata, pero lo mismo puede estar a 10 metros del frente de las labores que a 100 y no es cosa de aconsejar a un particular y amigo como V. que siga gastando hasta dar con ellos, en una sociedad como digo aconsejaría que ésta gestionara un nuevo capital para trabajar 200 metros más en profundidad y extensión en ambos lados en la seguridad de dar con riqueza; a V. no puedo aconsejarle eso porque representa considerable dispendio y aunque V. pueda hacerlo perfectamente, no lo considero para un particular por lo menos dirigido por mí, sería demasiada preocupación para mi amistad, porque sería jugar el todo por el todo y actualmente estamos en ese caso, gracias a que el asunto se ha llevado con economía, el capital empleado puede resarcirse en el porvenir con la formación de una sociedad que se encargue del trabajo serio de investigación que no recomiendo a V. particularmente. Quizás sea lo mejor si llega el caso y las labores no resultan, echar toda la maquinaria arriba y guardarla cuidadosamente para gestionar la formación de una sociedad que aprovechando esta maquinaria y duplicándola baje a 400 metros trabajando 200 a cada lado. Podremos dar como razón de nuestra decisión el trastorno de la guerra que no nos permitió financieramente continuar, ésta es razón muy presentable para el porvenir y estando la mina inundada que averigüen la verdad de dicha causa, Creo que una vez terminada la guerra con el resurgimiento de negocios indudable después de que desaparezcan sus defectos no será difícil formar una sociedad pues la mina tiene muchos golosos.

Ahora bien, mi querido amigo, esto no debe hacerse hasta cerciorarnos bien de que los niveles 130 y 250 están también estériles porque sería muy triste que los que llegasen se lo encontraran así en el avance y ya sabe V. que estas minas cambian en 15 días, con una labor que metalice estamos al cabo de la calle y en cuatro labores que vamos a tantear en niveles distanciados de 130 a 250 nada tendría de particular que así sucediera. Veremos pues esto con todo cuidado y lo estudiaremos con todo el cuidado que merece de común acuerdo, pero mi deber de amigo leal es prevenirle el caso y no empujar a V. mayores gasto como lo haría uno que no fuera amigo de V. pues yo personalmente nada pierdo sino más bien lo contrario con que esta situación se prolongue.

Y basta por hoy, espero la suya y seguiremos charlando por escrito.

Sabe V. lo mucho que lo aprecia su affmo. s.s.q.s.m.e.

– J.M. Ormaza –

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3 comentarios en “Investigación histórica-Minera de las minas de plata “Pozo Rico” de Guadalcanal”

  1. Estimada Carmen:
    Me alegra ver publicado tu trabajo de fin de carrera, creo que merecía la pena dar publicidad al esfuerzo que hiciste en su día.
    Sabes lo que pienso de la mina y sus alrededores.
    Pido a Dios que NOS permita ver el renacer del área.
    Un abrazo

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  2. Interesante y elaborado trabajo sobre unas minas que fueron de importancia y las cuales pasaron por diferentes avatares favorables , o no, lo cierto es que en el entorno local hoy, como antes, con este trabajo se recupera su memoria.

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  3. Trabajo bien elaborado, detallado técnicamente y documentado. Que pone en valor la historia industrial/minera, evitando el olvido en que se encuentra, como tantas otras materias e historias. Muchas gracias

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