Hallazgos arqueológicos de posibles antiguas tenerías en obras de la calle Palacio de Guadalcanal

Trabajo realizado por Elena Méndez Izquierdo/Florentino Pozo Blázquez/Rosa María Gil Gutiérrez

Revista Guadalcanal año 2020

1.-ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS

La actuación arqueológica se ha realizado asociada a las obras de reurbanización de la calle Palacio de Guadalcanal, siguiendo los planteamientos del proyecto de obras redactado desde la Diputación de Sevilla por los arquitectos Rodolfo Martínez de la Peña Fernández y Carmen Toro Pinilla, y promovido por el Ayuntamiento de Guadalcanal.

Dicho proyecto requería, con carácter previo a las restantes licencias que fueran pertinentes, la autorización de la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, conforme establece el artículo 33.3 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía, y la Resolución de 15 de julio de 2008 de la Dirección General de Bienes Culturales, por la que se delegan en las personas titulares de las Delegaciones Provinciales de la Consejería determinadas competencias en materia de Patrimonio Histórico.

La Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico emitió informe sobre el proyecto de obras mencionado, con fecha de 29 de julio de 2019, en el que se refleja el dictamen favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico a la intervención planteada en sesión celebrada el día 24 de julio de 2019, puntualizando que:

“…Se deberá realizar una intervención arqueológica preventiva consistente en un Control

de los movimientos de tierra, en los términos establecidos en el Reglamento de Actividades Arqueológicas de Andalucía.”

La arqueóloga colegiada Elena Méndez Izquierdo (nº Col. CDL 5.598) fue la profesional propuesta por la Diputación de Sevilla para la dirección de los trabajos relacionados con la actividad arqueológica. En base a este encargo fue presentado para su autorización el correspondiente proyecto de intervención arqueológica preventiva de control de los movimientos de tierras ante la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, el cual es autorizado con fecha del 15 de enero de 2020.

Plano 1. Situación de la obra en Guadalcanal

2.-CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA SOBRE LA QUE SE INTERVIENE

Las obras se centran en toda el área ocupada por la calle Palacio de Guadalcanal, situada en el centro urbano de la población, en pleno casco Histórico. Ésta discurre desde la Plaza de España, junto al Ayuntamiento y a la Parroquia Santa María de la Asunción, hasta la intersección con la Avenida de la Constitución. La calle presenta un solo acerado en el margen derecho, en sentido desde el Ayuntamiento hasta la Avenida de la Constitución. La calle queda delimitada, por el margen derecho, por una línea de fachada de viviendas y su acerado correspondiente, y por el margen izquierdo, por un acerado junto a la fachada lateral del Ayuntamiento y por un muro que lo separa de una zona verde denominada “Paseo de El Palacio”.

La superficie total de actuación es de 1.188,06 m², ocupando toda la longitud de calle (135 m) y anchura, la cual varía desde su extremo norte, de menores dimensiones, hasta su extremo sur, teniendo una anchura media de 8,85 m.

Las obras consisten en dotar de nuevas redes de abastecimiento de agua potable y de saneamiento en sustitución de las antiguas, así como en habilitar una nueva pavimentación tanto de las zonas de acerado como de calzada. A este respecto, en líneas generales, se modifican las rasantes tanto longitudinales como transversales, al objeto de uniformarlas, así como para mejorar las condiciones de accesibilidad al tránsito por la superficie, tanto rodado como peatonal, reduciendo los quiebros a los mínimos que permitan los accesos a los inmuebles.

La calle se proyecta con una calzada y franja de aparcamientos de trazado homogéneo y anchura fija, que se pavimentará con adoquines de granito tosco 20x10x10 cm. con aparejo perpendicular al encintado que delimita ambas zonas. La delimitación de una zona de la otra se realizará con piezas de bordillo de granito a corte sierra y cara superior flameada.

El acerado elevado tendrá un trazado quebradizo marcado por las alineaciones de las distintas fachadas y serán pavimentadas con baldosas de granito gris Quintana de diferentes dimensiones.

3.-OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA ASOCIADA A LA OBRA

Desde la Administración competente se estimó que el control y vigilancia arqueológicos de los movimientos de tierras es la actividad más indicada para esta obra, definido en la legislación de referencia como:


Figura 1. Proceso de retirada de pavimento de granito de la calzada.

“El seguimiento de las remociones de terreno realizadas de forma mecánica o manual, con objeto de comprobar la existencia de restos arqueológicos o paleontológicos y permitir su documentación y la recogida de bienes muebles. El ritmo y los medios utilizados en los movimientos de tierra deberán permitir la correcta documentación de las estructuras inmuebles o las unidades de estratificación, así como la recuperación de cuantos elementos muebles se consideren de interés. Ocasionalmente se podrán paralizar de forma puntual los movimientos de tierra durante el periodo de tiempo imprescindible para su registro adecuado”.

Por lo tanto, el trabajo de campo se concretó en la presencia de arqueólogo a pie de obra de todas las actuaciones de remoción de tierras necesarias tanto para la reapertura de zanjas para la sustitución de redes de abastecimiento y saneamiento, como para la excavación de los terrenos que sirven de base al pavimento de adoquines de granito en toda la calzada.

Dicha presencia e inspección de los movimientos de tierras, lleva aparejada la necesidad de evitar que, tanto la maquinaria como los medios manuales empleados en obra, afecten a posibles restos arqueológicos ocultos hasta el presente. En el caso de localización de elementos de carácter arqueológico se procede a la limpieza y documentación gráfica de los mismos, actuaciones que llevarían a determinar su trascendencia patrimonial para, en última instancia, prever medidas de protección necesarias para su conservación, todo ello en coordinación con los servicios técnicos y de inspección de la Delegación Territorial de Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.

4.-DESARROLLO DE LOS TRABAJOS DE CONTROL ARQUEOLÓGICO DE LOS MOVIMIENTOS DE TIERRAS

La actuación arqueológica de control de los movimientos de tierras se inicia el 21 de enero de 2020, coincidiendo con los trabajos de excavación mecánica de los terrenos de base de los pavimentos de calzada en el extremo sur; y finalizan el 27 de mayo con la terminación de instalaciones de redes de saneamiento y abastecimiento de aguas en la línea de fachada de casas.

Figura 2. Proceso de excavación mecánica de los terrenos de base del antiguo pavimento de la calzada.

El proceso de excavación se ha llevado a cabo, fundamentalmente, con una máquina giratoria con pala de limpieza, recurso mecánico muy apropiado para la retirada de tierras de escasa consistencia que evita afecciones sobre posibles restos constructivos subyacentes. En los casos de bases de hormigón o roca (elementos a demoler sin riesgo arqueológico) se ha empleado martillo percutor y cazo de dientes. Acompañando a la actuación mecánica, se ha contado con personal de obra y medios de excavación manual adecuados para la preservación y limpieza de restos de posible entidad arqueológica.

A continuación, pasamos a describir los trabajos desarrollados y los resultados obtenidos en todo el recorrido de la calle Palacio, zonificando la misma en tres sectores:

1.-Sector sur, coincidente con la zona de mayor anchura de calzada en las proximidades y confluencia con la avenida de la Constitución.

2.-Sector central.

3.-Sector norte, acotado por las fachadas de la iglesia de Santa María de la Asunción y del Ayuntamiento.

4.1.-Actuaciones en el sector sur

Las primeras remociones de tierras tras la eliminación del adoquinado de calzada y una parte del bordillo y acerado pusieron al descubierto, a escasos 10 centímetros de profundidad respecto al mencionado acerado, un tramo de antiguo empedrado. Se trata del único vestigio del empedrado que, a modo de acerado tenía la calle antes de repavimentarse en 1977. Su cronología es de fines del siglo XIX o principios del siglo XX y se situaba en paralelo a toda la línea de fachada de casas, formalizándose en pendiente descendente hacia la avenida de la Constitución, similar a la actual.

Figura 4
Figura 3

Los restos de empedrado (UE 97) que se han documentado ocupan un área 16,70 metros de longitud y anchura variable (entre 1,2 y 3 metros). Se sitúan frente a las fachadas de las casas nº32 a la nº38, observándose en ellos una cuidada ordenación con cantos rodados, piedras calizas y ladrillos de tejar a sardinel, conformando alineaciones paralelas de 1,2/1,5 metros de anchura, enmarcados por hileras de piedras perpendiculares a éstas. El límite del empedrado lo marca un murete de mampostería de 50 cm de ancho (UE 98) que servía de “bordillo” o transición con el pavimento de la calzada, que hasta mediados del siglo XX debió de ser terrizo y posteriormente adoquinado con granito. Bajo los rellenos de escombrado que servían de asiento a la base de hormigón del pavimento adoquinado de la calzada, a una profundidad media de 55 cm respecto a la rasante de calle actual, se localiza, en una extensión de 251 m², el basamento de piedra natural caliza, llamada popularmente “toba”.

Figura 5. Vista cenital de los restos de empedrado. Figuras 3 y 4. Trabajos de excavación manual y limpieza de los restos de empedrado documentados frente a las fachadas de las casas nº 32 a la 38

Se trata de un sedimento calizo petrificado de mediana dureza de origen geológico (era Terciaria), con afloramientos también calizos de gran dureza (“piedra jabaluna”), que se documenta en su coronación desde el entronque de la calle Palacio con la avenida de la Constitución, en toda la anchura de la calle y a lo largo de 24 metros hacia el norte. La pendiente descendente, acusada hacia el sur y ligeramente hacia el oeste, marca las pautas de pendientes actuales del viario.

Figura 6. Vista desde la confluencia con la Avenida de la Constitución del basamento calizo sobre el que se sitúan 36 fosas circulares.

Excavadas en este basamento geológico calizo, se localizan fosas circulares rellenas de escombrado moderno. Se documentan 36 fosas, algunas de ellas parcialmente, al situarse en el límite de la zona de obras. Éstas no han sido excavadas en su totalidad ya que se no ven afectadas por las obras de reurbanización.

Del mismo modo, en el proceso de reapertura de una zanja para la sustitución del saneamiento instalado en 1977, se han localizado 5 nuevas fosas, junto a la fachada de casas colindantes a la zona descrita de calzada. Todas fueron seccionadas en la excavación realizada entonces para la instalación del saneamiento antiguo.

Figura 7. Vista desde el “Paseo de El Palacio”.

El diámetro medio de las fosas es de 1,50 metros, oscilando algunas de ellas entre 0,70 metros (UE 23) y 2,46 metros (UE 26). La disposición en planta de las fosas no sigue un patrón ordenado, aunque ofrecen ciertas alineaciones en orientación suroeste-noreste. La separación habitual entre las mismas oscila entre la tangente y los 50 centímetros. En tres de ellas se han vaciado los rellenos que las colmataban, documentándose una profundidad de 20 a 40 centímetros.

Figura 8. Vista desde el extremo norte del sector descrito.

Tanto la rasante de coronación de las fosas como su colmatación, están afectados por las obras de pavimentación de calzada de mediados del siglo XX, habiéndose producido en dichas fechas tanto una destrucción de muchos de los elementos constructivos que se desarrollarían en alzado, como un relleno de las mismas a base de escombrados con abundancia de cascotes de teja, ladrillo y mampuestos calizos.

Figura 9. Detalle de una de las fosas excavadas (UE 8) y de su entorno
Figura 10. Detalle de las fosas UE 31 y UE 35.

Asociada seguramente a estas fosas, se localiza en el extremo suroeste de la calzada, en la confluencia de la Avenida de la Constitución, un canal (UE 40), de 20 x 30 centímetros de sección y 1,10 metros de longitud conservada, excavado en la piedra caliza y coronado por mampuestos. Coincide con la zona más deprimida y se interpreta como una atarjea de desagüe o recogida de líquidos rebosados de las fosas. Éstas, por su parte, pueden asociarse a balsas para curtidurías en usos para tintes de pieles o para maceración de taninos y azogue empleados en su descarnado y limpieza.

Figura 11. Atarjea UE 40, posiblemente asociada al desagüe de los líquidos rebosados de las balsas.

El grado de destrucción de las posibles balsas, producido en el proceso de pavimentación de la calzada a mediados del siglo XX, impide definir más elementos constructivos que pudieran darnos mayor precisión sobre su cronología, si bien tenemos constancia documental de la existencia en la zona de curtidurías ya a fines del siglo XV, como más adelante especificaremos.

Plano 2. Fosas localizadas en el extremo sur de la calle Palacio.

4.2.-Actuaciones en el sector central de la calle

Desde el sector anteriormente descrito hasta la zona central de la calle, la excavación general de la calzada y las zanjas para la instalación de red de saneamiento y abastecimiento afectó únicamente a rellenos de escombrados recientes datados en pleno XX, sin llegar a localizarse elementos de carácter arqueológico.

Figura 13 Vista cenital de la entrada al silo excavado UE 54.

Es en el sector central de la calle, en un área de 157 m², en el que vuelve a localizarse la coronación del basamento natural calizo a 0,50 m de profundidad respecto a la rasante de calzada. Al igual que en el sector sur, dicho basamento aparece horadado por fosas, si bien de menor tamaño y de distintas características formales. Se contabiliza un total de 18 con una planta circular u ovalada de diámetros que oscilan entre 0,50 y 1,30 m.

Figura 14 Vistas del interior del silo UE 54.

Se selecciona para su excavación y documentación una de ellas, la denominada UE 54. Los rellenos que la colmatan hasta la base son en gran medida escombros recientes, con abundancia de cascotes de ladrillos, tejas y mampuestos, vertidos claramente en el proceso de obras de repavimentación de la calle a mediados del siglo XX. Únicamente el relleno de base, de apenas 20 cm de espesor, muestra una procedencia más antigua con abundancia de tierra fina arcillosa, muy asentada, con presencia de pequeños restos de teja y cascotes.

Figura 15 Vistas del interior del silo UE 54.

La fosa UE 54 tiene en la rasante superior de la piedra caliza sobre la que se excava una planta casi circular de 1,20 m de diámetro, reduciéndose a escasos 10 cm a un ovoide de 0,60 m de diámetro máximo. Desde este punto, la fosa se va ensanchando en forma acampanada hasta alcanzar a 1,45 m de profundidad una base circular de 1,65 m de diámetro.

Similares fosas hasta un total de cuatro se localizaron posteriormente en la zanja de saneamiento realizada junto a la línea de fachada de las casas, todas ellas seccionadas por las obras realizadas para instalar el colector en 1977.

Figura 16 Vistas desde interior del silo UE 54.

Estos elementos excavados en el terreno natural son propios para el almacenamiento de productos que necesitan temperatura y humedad constantes en contextos históricos muy diversos, desde época protohistórica, romana, medieval o moderna. Se trata de silos o fresqueras que bien pudieran estar asociadas a almacenamiento de productos de consumo del palacio de los comendadores de la Orden de Santiago, en uso entre los siglos XIV al XVII y situado por las referencias históricas en la zona hoy ocupada por el Ayuntamiento y aledaños.  

4.3.-Actuaciones en el sector norte

Acotado por las fachadas de la iglesia de Santa María de la Asunción y del Ayuntamiento, conforma el espacio de calle de menor anchura con acerados en ambos flancos.

Plano 3

Entre este sector y el central anteriormente descrito, la excavación general de la calzada y las zanjas para la instalación de red de saneamiento y abastecimiento afectó únicamente a rellenos de escombrados recientes datados en pleno XX, sin localizarse restos de carácter arqueológico.

Figura 12

Colmatado por estos rellenos de escombros localizamos en las cercanías de la puerta trasera de la parroquia de Santa María de la Asunción restos de un muro de mampuestos calizos (UE 66), afectado por una zanja de pozo ciego (UE 66) y definido a lo largo de 3,85 metros, con una anchura de 0,68 metros. No se identifican otros elementos constructivos asociados a la rasante de excavación, por lo que desconocemos las características formales y de uso de la edificación a la que pertenecería, si bien es muy probable que formara parte de las construcciones que estructuraban el palacio de los comendadores de la Orden de Santiago.

Figura 17 Vista desde su extremo sur del muro UE 66

Mayor entidad y desarrollo tienen los restos constructivos localizados en el extremo norte, en la confluencia con la Plaza de España. El elemento más relevante se sitúa en el mismo límite del área excavada. Se trata de un muro de mampuestos calizos unidos por mortero de cal de mediana consistencia. Se documenta a lo largo de 6,38 m en una anchura máxima de 1,80 m, conservándose a 0,35 m bajo la rasante del pavimento de adoquines de la calzada. Orientado en alineación noroeste-sureste, define claramente su paramento sur, mientras que la cara norte está muy afectada por la losa de hormigón que sirve de base al pavimento de adoquines de la plaza. Su situación y características formales indican que estamos ante un tramo de la muralla medieval de Guadalcanal, construida según algunos autores entre 1169 y 1175, en el contexto de reforzamiento defensivo que el imperio almohade establece en multitud de enclaves estratégicos, como es el caso de la alcazaba de Reina.

Figura 18. Vista desde el extremo este de los restos conservados de la muralla almohade, observándose a la derecha la destrucción de la cara interior con la losa de hormigón que sirve de base al pavimento de adoquines de la plaza.

Junto a la cara exterior de la muralla se localizan dos muros de mampostería, unidos en ángulo de 90º, muy afectados por instalaciones de saneamiento, abastecimiento y repavimentación realizados en 1977. Se conservan a 0,45 m bajo la rasante de pavimento, definiéndose en un caso (UE 69) a lo largo de 2,70 metros y en otro (UE 79) con una longitud de 3,70 metros. La anchura media de los mismos es de 0,60 metros.

Figura 19. Vista desde el este de los muros de mampostería localizados junto a la muralla, posiblemente pertenecientes al palacio de los comendadores de la Orden de Santiago.

Al igual que el muro UE 66 localizado junto a la puerta trasera de la parroquia, no se identifican otros elementos constructivos asociados a la rasante de excavación, por lo que desconocemos las características formales y la funcionalidad de la edificación a la que pertenecerían. No obstante, posiblemente formen parte del palacio de los comendadores de la Orden de Santiago.

Figura 20. Vista cenital de la muralla y los muros de mampostería palaciegos, afectados por instalaciones de saneamiento y abastecimiento.
Plano 4. Levantamiento de la muralla de Guadalcanal y antiguas dependencias del palacio documentadas en el tercio norte de la calle objeto de las obras.
Plano 5. Detalle de la muralla y estructuras anejas.

5.-MEDIDAS DE CONSERVACIÓN DE LOS RESTOS DOCUMENTADOS

La localización de restos de entidad arqueológica lleva al equipo técnico de la intervención a establecer medidas de protección que se concretan, por una parte, en rectificar las previsiones de rebajes mecánicos o manuales en las áreas sensibles y evitar la afección a todos los elementos patrimoniales.

Figura 21. Protección con lámina de geotextil del sector norte en el que se localiza la muralla y otros restos murarios.

Por otra parte, se procede a la cubrición de la rasante de dichos restos con geotextil y capa de áridos, con lo que se garantiza un “colchón” de separación con las losas de hormigón y pavimentos adoquinados de calzada y losas de acerados.

Figura 22. Proceso de colocación de geotextil y capa de áridos protegiendo el sector sur, en el que se localizan fosas posiblemente asociadas a balsas de curtidurías.
Figura 23. Proceso de colocación de lámina geotextil de protección en el sector central en el que se localizan varios silos.

Como medida de visualización permanente de la ubicación de estructuras significativas como la muralla almohade o las fosas de las tenerías del sector sur y zona central, se procede en el adoquinado de la calzada a plasmar su planta, según podemos ver en las dos fotografías que aparecen a continuación.

6.-CONCLUSIONES.

El proceso de control arqueológico de los movimientos de tierras realizado en las obras de reurbanización de la calle Palacio ha permitido la localización, documentación y conservación de significativos restos de valor patrimonial. La destrucción que se produce en el marco de obras de pavimentación anteriores (realizadas a mediados del siglo XX y 1977), queda evidente en la decapitación de muros en el sector norte o de las estructuras que cubrirían las fosas en el sector sur. También se documenta el seccionamiento de muchas estructuras con la instalación de las redes de saneamiento y abastecimiento, a la vez que se rellenan con escombrados silos y fosas de balsas. Estas destrucciones antiguas condicionan la datación y caracterización formal original de muchos restos. Aún así, podemos establecer hipótesis que referencien la adscripción cronológica y de uso de buena parte de éstos.

En el sector sur se han localizado un total de 40 fosas circulares excavadas sobre el basamento natural calizo que se interpretan a priori como parte de las balsas de una tenería o curtiduría de pieles. Tenemos constancia documental de la existencia en la zona de curtidurías ya a fines del siglo XV, mantenidas hasta, al menos, el siglo XVIII, tal y como nos lo referencian varias publicaciones y documentos recopilados por Ignacio Gómez. Así, en la inspección realizada a Guadalcanal en 1494 por los visitadores de la Orden de Santiago, siendo comendador don Fadrique Enríquez de Ribera, se hace referencia a la existencia de curtidurías en las inmediaciones del palacio. El mismo comendador había ordenado que fueran trasladadas a otro lugar por la pestilencia que emanaba del zumaque y pieles. Los curtidores se opusieron al Concejo de la villa y los visitadores de la Orden, finalmente, determinaron que, dada la importancia de las rentas de esta industria, se mantuvieran en el lugar, pero restringiéndoles el uso del agua en beneficio de las huertas del comendador[1].

En el sector central se han localizado una veintena de silos excavados en la roca caliza que bien pudieran estar asociadas a almacenamiento de productos de consumo del palacio de los comendadores de la Orden de Santiago. Conocemos que el palacio o casa de la Encomienda se situaba junto a la muralla de la villa y al que se le asociaban huertas, caballerizas y almacenes de todo tipo, ocupando una extensa área que hoy se identifica con la parcela que ocupa el Ayuntamiento, parte de la calle Palacio y el paseo aledaño[2].

Diversos muros localizados en el sector norte interpretamos que formarían parte de dicho palacio. Las primeras noticias de la casa de la Encomienda de Guadalcanal datan de 1313, con ampliaciones sucesivas hasta alcanzar la denominación de palacio y castillo, ya a fines del siglo XV. Según nos refiere Aurora Ruiz Mateos, se conservó todo el castillo hasta 1690. Iniciado el deterioro, el Consejo de las Órdenes dispuso demoler el interior por ser dificultoso e inútil su reparo.

También en el sector norte, en la confluencia de la calle Palacio con la plaza de España, localizamos los restos de la muralla medieval de Guadalcanal datada por algunos autores entre 1169 y 1175[3]. La destrucción de ésta se realiza desde mediados del siglo XIX, si bien ya en el siglo XVIII adolecía de mantenimiento y estaba en ruinas. Hoy día únicamente queda en pie un tramo de muralla a los pies de la torre de la iglesia de Santa María de la Asunción. Los restos documentados en la intervención de restauración realizada en 2019 coinciden en su factura y componentes con los localizados en la calle Palacio: fábrica de mampostería de piedras calizas de dimensiones variadas dispuestas en línea para formalizar los paramentos y en forma aleatoria macizando el interior. El mortero de unión de los mampuestos es bastardo, terrizo-arenoso pobre en cal.[4]

Finalmente, el Ayuntamiento de Guadalcanal está promoviendo la excavación y musealización de los restos de curtidurías situados en el espacio peatonal lindero a la confluencia de la calle Palacio y la avenida de la Constitución, continuando con la labor de documentación que se ha llevado a cabo en el sector sur de la presente intervención arqueológica.

Sombreado, zona de nuevas excavaciones (Plano Úrsula Gómez)

Se está preparando un proyecto que ha sido autorizado por el Presidente de la Diputación de Sevilla, para continuar con las excavaciones en la zona que aparece señalada en el plano y que ocupará un total de 255².

Fotografía de la entrevista con el presidente de la Diputación de Sevilla

Con las pozas encontradas, se habilitará una exposición permanente de estas tenerías centenarias con todas las pozas que aparezcan en la excavación. También se incluirá la reproducción de un molino de zumaque de la época, con las piedras originales que se conservan, como se puede ver en la fotografía inferior.

Recreación de un molino de zumaque
Panel informativo con fotografías de las pozas de las tenerías
Panel informativo de molino y planta de zumaque

Aparecerán paneles informativos, que recogerán la historia de las tenerías y los molinos de zumaque, así como fotografías y planos de las pozas aparecidas en la calle Palacio.

Plantas de zumaque

Igualmente se rodeará la zona con plantas de zumaque para que los visitantes puedan ver la principal materia que se usaba para el curtido de las pieles.

[1] GONZÁLEZ MORENO, J.: “Don Fernando Enríquez de Ribera, tercer duque de Alcalá de los Gazules”. Sevilla, 1969

[2] RUIZ MATEOS, A.: “Encomienda de Guadalcanal”, en Revista de Guadalcanal, 1994.

[3] GORDÓN BERNABÉ, A.: “Las murallas de Guadalcanal”, en Revista de Guadalcanal, 1996.

[4] POZO BLÁZQUEZ, F.; SÁNCHEZ LIRANZO, O.; MÉNDEZ IZQUIERDO, E.; GIL GUTIÉRREZ, R.: Memoria preliminar y final de actividad arqueológica preventiva de control arqueológico de los movimientos de tierras y análisis arqueológico de estructuras emergentes en obras de restauración de la torre de la iglesia de Santa María de la Asunción de Guadalcanal (Sevilla). Inédita, 2019.

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