Guadalcanal año 1945

Mis padres fueron dos maestros que estuvieron dedicados por entero a la enseñanza y a su familia. A hacer el bien por encima de todo y a los que la muerte de su hija mayor, Agnola, con algo menos de 9 años les hizo pensar aún más en todos esos niños y niñas que en Guadalcanal pasaban hambre.

Mi madre, Mª de la Paz Rodríguez Pantoja, llegó a Guadalcanal en septiembre de 1934; mi padre, Francisco Ortiz Mantrana, lo hizo en septiembre de 1940. Aquí se conocieron, se enamoraron, y en abril de 1941 se casaron.

Todos mis hermanos nacieron aquí, menos yo (aquí me engendraron) pero por azar, porque mi abuela materna no podía desplazarse hasta el pueblo, nací en Puerto Real (Cádiz); aquí me crié, pero a todos los efectos, menos los referidos al carnet, me siento guadalcanalense. En este pueblo pasaron 33 y 27 años, respectivamente, entregados como he referido antes a su trabajo y a sus hijos.

Mi padre fue un adelantado a su época pues nos sacaba a pasear en el cochecito de los mellizos (mis hermanos Paquito y Pacecita) a los cuatro, mientras mi madre hacía las tareas de arreglos y repaso de nuestras ropas y los quehaceres caseros que en aquella época hacían las mujeres más que los hombres.

Como hija, me siento orgullosa de ellos, porque además de ser unos padres cariñosos e inculcarnos los valores más bonitos de la vida, que es el querernos y respetarnos unos a los otros, el que nadie es más ni menos que tú, sino tu igual, hacer el bien es lo correcto; nos hicieron ver a lo largo de su vida que por muy poco que se posea, siempre puedes dar al que menos tiene.

 Esto lo lograron haciendo que en el pueblo hubiese un comedor escolar, que empezó con unas mesas con hules, sillas de anea de varias clases, platos de Duralex  y cubiertos de acero inoxidable y que poco a poco hubiese una marmita-olla Express.

De 15 becas que daba la Inspección de Enseñanza Primaria, ellos les daban de comer a 60 niños/as pues repartían en las becas hasta las pequeñas remuneraciones que como dirigentes del comedor les pagaban. Viven aún muchos de aquellos niños y niñas que iban al comedor y que hasta el día de su primera comunión tuvieron un desayuno de chocolate y picatostes ya que en sus casas poco tenían.

Se empezó en Los Milagros y después pasó a las Micros del Paseo de la Cruz. (Hoy cuando se abre un comedor, la Junta de Andalucía lo dota de todo lo necesario, incluido hasta placas solares para el agua caliente. En aquella época se abrió con lo que buenamente se pudo juntar).

Angelita (no me acuerdo de sus apellidos) estuvo de cocinera mucho tiempo. A veces había que echarle una mano y mi madre nos mandaba a mi hermana o a mí a ello. Las servilletas, de tela blanca, que mi madre hizo, se lavaron bastante tiempo en mi casa y recuerdo que al final del lavado se hervían en perborato Foret para que quedasen blancas, sin manchas.

Cuando se fueron a Sevilla, el comedor quedó perfectamente equipado: soperas, fuentes, cubertería completa y todo el menaje necesario para seguir su funcionamiento. Ignoro cuánto tiempo siguió y quién lo llevó y si sigue actualmente en funcionamiento.

Aparte de las muchas clases particulares que mi padre dio (la mayoría sin cobrar nada) para preparar a distintas oposiciones o cultura que le sirviera a los chavales para posibles colocaciones (no existían las becas de ahora y a veces quienes las obtenían no eran los más necesitados sino los que tenían padrinos), estas clases le abrían a puestos de trabajo fuera del pueblo (guardia civil, bancos, comercios…). También estaban las clases de adultos, que casi siempre las terminaba sobre las once de la noche y que a tantas personas sirvieron.

Otra forma de ayudar al pueblo era con una especie de ropero porque aquellos años eran de mucha escasez en las casas. (Mi hermano recuerda venir de Sevilla en el tren con un montón de cajas de zapatos de Segarra).

Como maestra, tengo que decir, que como estudié por libre, ellos fueron mis maestros, profesores y consejeros. Cada uno en su estilo fueron unos excelentes maestros, con una pedagogía muy avanzada, que se vio más en mi padre porque los varones estaban más tiempo en la escuela que las niñas. Él era del Plan Profesional promovido por la República, el número 7 de toda España de su promoción.

En los años 60 le concedieron la medalla de Alfonso X El Sabio (cuando se la concedieron no teníamos dinero para comprarle la medalla, cosa que hice con mi primer sueldo de maestra), galardón muy apreciado en la enseñanza, y debo decir que debió ser compartida con mi madre que a la chita callando hizo tanto como él. Ambos tenían varios “votos de confianza” de sus superiores y fueron los directores, de niños él y de niñas ella, de la Agrupación de escuelas (que habían sido unitarias) hasta su marcha a Sevilla en septiembre de 1967.

En mi vida profesional he tratado de imitarles, pero seguro que no he llegado a su saber. En muchas ocasiones nos hemos encontrados con antiguos alumnos/as y al hablarnos de ellos con ese cariño tan especial, nos hemos sentido emocionados.

Con respecto a nosotros, sus hijos, siempre tuvieron la inquietud de que no nos pasase nada. La muerte de Agnola los marcó toda su vida y siempre su recuerdo estuvo presente.

Nos hicieron estudiar una carrera (la que podían desde el pueblo) y nos sentimos privilegiados, sobre todo las hijas, porque familias con mejores posibilidades económicas no las hicieron estudiar y ellos, aunque había dos sueldos que eran bien pequeños, más hambre que un maestro escuela decía el refrán, y que la farmacia se llevaba un buen pico de ellos, intentaron que fuésemos autónomos y tuviésemos un porvenir.

Aprovecho la invitación que Ignacio Gómez le hizo a mi marido, Ramón Parrón Jiménez, y e1 haberme pasado éste el hacer la introducción de un año de su libro, para recordar a mis padres en su etapa, no pequeña, de maestros de Guadalcanal.

  Isabel Mª Ortiz Rodríguez

Para todos los que fueron alumnos de don Francisco o Doña Paz, Isabel Ortiz –su hija- nos ha hecho ver a estos maestros que conocimos en nuestra niñez y que quizás, no llegamos a saber todo lo que ellos hicieron por los niños y niñas de Guadalcanal. Los sacrificios que hicieron por sus hijos, que incluso don Francisco O. Mantrana, no pudo tener la medalla conseguida, hasta que Isabel no ganó el primer sueldo. Gracias.

Se inicia el año  con una sesión del Consistorio el día uno de marzo de 1945, donde se lee escrito del vecino Nilo Gallego Bernabé que manifiesta que el año 1936 y hallándose en la finca Valdefuentes, era poseedor de una burra y un borrico que había adquirido a Cayetano Blandez Álvarez, expresándose las características del animal. El Sr. Nilo al evadirse a la otra zona, perdió el borrico y teniendo conocimiento que éste se encuentra en poder del Ayuntamiento, solicita su devolución. Se faculta al Alcalde para que, de acuerdo con el Reglamento, se tramite expediente y se dicte la solución que mejor proceda.

Se aprueba encargar la fabricación de unas nuevas puertas del Matadero Municipal debido al mal estado en el que están.

También a los animales les afecta la falta de todo tipo de alimentos. Tanto es así, que se acuerda contestar al Jefe de Línea de la Guardia Civil la imposibilidad de suministrar paja para los caballos de los Guardias Civiles destacados en esta población, debido a que la existente no está a la venta por la sequía que se lleva padeciendo en los últimos años.

Sigue la falta de lluvia y el problema del paro obrero. Así el 20 de marzo se recibe escrito de la Diputación donde indica que, debido a la pertinaz sequía, se ha autorizado una subvención de 15.000 pesetas para arreglo del camino de Guadalcanal a Alanís, con objeto de mitigar el paro existente.

Después de varios años viviendo intermitentemente en Guadalcanal, el día 2 de abril de 1945, se da lectura a la instancia suscrita por Luis Chamizo Trigero, natural de Guareña (Badajoz) y vecino actualmente de Madrid, solicitando su baja en el Padrón de Vecinos. Se aprueba su exclusión según lo solicitado.

También se aprueba el presupuesto de Manuel Rius Vázquez, para la construcción de 26 metros lineales de caño para recogida de aguas pluviales en la calle Moro, cruzando la de Menéndez Pelayo y Avda. de Portugal, por importe de 986 pesetas. Y la reparación del puente sito en la entrada de la calle San Francisco, por importe de 428 pesetas.

A instancia del Gobernador Civil, se aprueba preparar un Proyecto General de Obras donde se incluyen la ejecución de la Plaza de Abastos, pavimentación y alcantarillado plano general de esta villa, ampliación del Cuartel de la Guardia Civil, reforma interior de las Casas Consistoriales para oficinas municipales y Juzgado Comarcal, red de distribución de agua potable, Matadero Municipal y Grupo Escolar.

El día 24 de abril, se acuerda la construcción de un colector en la zona de la Cava, de una longitud de 102 metros y un ancho de dos metros por uno treinta de alto. El precio será de 224 pesetas por metro, por lo que el costo total del colector será de 23.027 pesetas.

 Y seguimos con los uniformes de la Guardia Municipal, que habían aprobado su compra hace varios meses. Así el Consistorio en la sesión del 4 de mayo, acuerda la compra de género para los uniformes de verano de la Guardia Municipal, al comerciante José Mª Álvarez Medina. Los citados uniformes serán confeccionados por el sastre Manuel Alonso Silva.

El Juez Municipal informa que ha sido nombrado alguacil del Juzgado Cayetano Pinelo López.

Siguen las obras en la población, el 22 de mayo se da lectura al proyecto de empedrado y alcantarillado de la calle Sanjurjo y Guaditoca, realizado por el perito Juan Gómez Fe, por un importe total de 42.575 pesetas. Estas obras son adjudicadas el día 4 de julio al constructor Luis Rius Palacios, la de la calle Guaditoca por un importe total de 28.900 pesetas y la de la calle Sanjurjo, por un total de 13.658 pesetas.

El primer punto que abrió la sesión del 20 de julio fue el de la lectura del expediente de destitución del funcionario del Ayuntamiento responsable de los Fondos Municipales, José Antonio Cordobés Pinelo. Fueron leídos por el Secretario el Pliego de Cargos, extrayendo lo siguiente: 1º. Que estuvo afiliado a partidos integrantes del llamado Frente Popular, probablemente a Unión Republicana o Izquierda Republicana. 2º. Que sus ideas políticas son de izquierdas como lo demuestra: a) Las indudables y por nadie discutidas ideas de extrema izquierda de todas sus amistades íntimas. b) La asiduidad con que frecuentaba la taberna que servía de Centro al partido de Unión Republicana. 3º Que por lo que antecede es indudable que le unía estrecha amistad con los individuos que constituían el Comité Revolucionario que decretó todos los asesinatos y actos vandálicos que se cometieron en esta villa, puesto que dichos componentes eran en buena parte individuos pertenecientes a los Partidos que antes se nombran y concurrentes asiduos al mismo local que el expedientado. 4º. Durante los días de dominio rojo colaboró con el Comité Marxista haciendo varias entregas de dinero perteneciente a los fondos municipales, con destino a la construcción de trincheras y fortificaciones que se opusieron al avance de los ejércitos nacionales, sin cumplir ninguna clase de formalidades. Se acuerda enviar al expedientado los cargos que se formula, para que realice el de descargo, en término de ochos días.

De nuevo el 13 de agosto, se reúne el Consistorio en sesión extraordinaria para tratar la resolución del expediente abierto a José Antonio Cordobés Pinelo y después de varios considerando, resuelven sancionar con la pérdida de los haberes devengados y de una manera absoluta con la prohibición de ejercer cargos públicos alguno y por consiguiente, el de Depositario de los fondos Municipales.

 Sigue la adquisición de imágenes, ya que se da lectura de escrito del Párroco del 18 de agosto, donde comunica la adquisición de la imagen de la Santísima Virgen de la Asunción Gloriosa a los Cielos y, deseando conmemorar este acontecimiento con la celebración de actos religiosos, solicita una subvención y designación de una Comisión Municipal para determinar los actos que se han de celebrar.

En la sesión del 20 de septiembre, se acuerda conceder siete solares en la Avda. de Portugal y hasta el Arroyito, a otros tantos vecinos.

También se trata del nombramiento de José Mª Bernal Álvarez, como Jefe de la Guardia Municipal.

            El 4 de octubre, se da cuenta de la finalización de las obras en la calle Sanjurjo y la adjudicación de varias parcelas en el callejón de la Cava.

Y para paliar el paro, se aprueba un recargo sobre el Impuesto Industrial del 25%.

El 28 de octubre, se da lectura al Proyecto de Presupuesto Municipal para el año 1946, que queda aprobado por un importe total de ingresos y gastos de 487.409 pesetas.

El Consistorio se vuelve a reunir el 15 de noviembre, tratando los siguientes asuntos: Se da lectura a escrito de Carmelo Montero Gálvez exponiendo que habiendo adquirido a los herederos de Isidro Arriba Cabeza el Huerto de los Gitanos, que será destinado al cultivo de cereales, solicita a esta alcaldía que ordene la prohibición de que acampen en citado huerto los feriantes y caballerías en época de feria de la localidad.

 Este año están de suerte los Municipales, no sólo le compran uniformes de verano, sino que además en el mismo año se aprueba la compra de género para la confección de capotes para la Guardia Municipal, al industrial José Mª Álvarez Medina, por importe de 2.640 pesetas. Igualmente se acuerda encargar al sastre Manuel Alonso Silva, la confección de los capotes.

También se acuerda la compra de un Cristo Crucificado, a una empresa de Olot (Gerona) de 120 cm. de longitud y por el precio de 5.008 pesetas, para el Cementerio Municipal de San Francisco.

Se recibe escrito del Gobernador Civil del 18 de diciembre, informando de la constitución de la Junta Provincial del Patronato de la Protección de la Mujer, para cooperar a evitar la inmoralidad pública, para cuyos fines deberán prever una partida en los próximos Presupuestos Municipales.

 Recién terminado el cuartel, al parecer se olvidaron de hacer las cocinas y cuadras, ya que en este Pleno se acuerda encargar al perito Aparejador Rafael Herrera el proyecto para la construcción de cocinas y cuadras en el Cuartel de la Guardia Civil. También se encarga otro proyecto de alcantarillado y adoquinado de las calles Queipo de Llano y Sevilla. Se decide efectuar las obras en el Cementerio Municipal para la colocación del Cristo.

1 comentario en “Guadalcanal año 1945”

  1. Conocí personalmente a Don Francisco Ortiz Mantrana, cuando hacía 3º de Prácticas de Magisterio (1971-1972) y puedo dar fe de que la vocación, el conocimiento, la formación y sobre todo sus formas de trabajar en clase y de atender con exquisito amor a los alumnos, eran muy diferentes al resto de los maestros que en el aquel Colegio del Plantinar de Sevilla. Años más tarde tuve la extraordinaria fortuna de conocer, compartir profesión y profunda amistad con su hija Isabel y su esposo Ramón y puedo decir de todo corazón, que su compañía, su extraordinaria vocación de servicio y su competencia profesional fueron para mí de un inmenso valor profesional, educativo y personal. Así pues, ni a D. Francisco, ni a su hija Isabel y a su yerno Ramón, los olvidaré jamás y mi recuerdo siempre estará lleno de gratitud y admiración. E incluso creo, que aquellos años que pasé en Olivares como maestro de escuela, junto a los que pasé en El Coronil, fueron los mejores de toda mi vida profesional. Muchas gracias por este artículo y por poner en valor a D. Francisco y el Plan Profesional del Magisterio de la IIª República.

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