Guadalcanal año 1942

En mi infancia fui testigo de las obras que transformaron la Iglesia de San Sebastián (abierta al culto hasta 1936) en el actual Mercado de Abastos, que tuvieron lugar a principios de los años 50 del siglo pasado. Mi recuerdo más vivo se refiere a la demolición del campanario ya que, posiblemente por accidente, cayó desde la torre al suelo una de las dos campanas que allí colgaban formando un gran estruendo, con el consiguiente susto para los espectadores que asistíamos a tan peculiar desmontaje. A consecuencia del impacto se produjo un hoyo en la parte de la acera situada a la derecha de la puerta principal de la Iglesia/Mercado. Se evitaron daños personales porque previamente se habían cerrado al paso las calles Santa Clara y Juan Campos, a la altura de la Puntilla, la Calle San Sebastián, más o menos a la altura de la Dulcería y de la actual Farmacia y la calle Santiago, a la altura de la tienda de Mallén. No fue necesario acotar la acera frente a la iglesia porque todavía estaba en pie la antigua Plaza de Abastos, que ocupaba lo que ahora es un aparcamiento frente a la Puntilla y de la que subsisten el puesto de los churros y otros contiguos. Las obras se prolongaron hasta la reinauguración del edificio como nueva Plaza de Abastos, creo que en 1952 pero la fecha exacta es la que constaba en una placa que, hasta hace unos años, figuraba en el techo. La torre derruida, distaba de ser tan alta como la de Santa María. En una foto incluida en el libro La Villa Santiaguista de Guadalcanal, de Manuel Maldonado Fernández, se comprueba que la torre era más bien un campanario con dos campanas, poco mayor que la atalaya que todavía corona San Vicente[1].

Ese hoyo en la acera me recordó durante muchos años el incidente de la campana. Estaba debajo de dónde entonces se colgaba la cartelera del cine. Por esa zona, se ponían los que podríamos llamar feriantes o juglares, que, de manera ocasional, montaban un pequeño espectáculo siguiendo la tradición medieval de la literatura de cordel y los romances de ciego. Estos poetas itinerantes recitaban una cantinela, señalando con un puntero a un lienzo en el que se representaban historietas lacrimógenas de niños perdidos o abandonados y dramas por el estilo. Estos cuentos tenían final feliz, porque, o bien acababan apareciendo los progenitores de los niños perdidos, o bien los abandonados eran adoptados por “unos señores muy ricos”. Lo dicho, puro medievo, tanto por la representación como por el marco en que se hacía.

Muchos años después he intentado situar en el tiempo y en la historia lo relativo a la iglesia de San Sebastián. Como afortunadamente se aclara en un panel a la entrada, la iglesia fue construida bajo el mandato del Alonso de Cárdenas, Maestre de la Orden de Santiago, a quien también se debe la construcción, asimismo en 1481-1482, de la Iglesia de Santiago de Llerena (dónde está enterrado). Alonso de Cárdenas es una figura singular que de alguna forma simboliza la vinculación de Guadalcanal a la Orden de Santiago que duró casi 600 años (desde 1241, cuando fue conquistada a los almohades, hasta 1835, disolución de la Orden de Santiago, o lo que es lo mismo, desde tiempos de Fernando III de Castilla y León hasta la Regencia de María Cristina, madre de Isabel II[2]). Cárdenas libró batalla y venció en Guadalcanal al Duque de Feria, en luchas intestinas por el dominio de la Orden y fue el último Maestre de Santiago ya que, tras su muerte en 1493 (como consecuencia de las heridas sufridas cuando acompañaba a los Reyes Católicos en la conquista de Granada), la Orden pasó  al dominio real hasta su disolución en 1835/36[3].

            Mis recuerdos de otro tipo son de orden más personal y están vinculados al prisma desde el que yo veía la vida que transcurría a mí alrededor. Este no era otro que la tienda de mi padre que en 1970 fue adquirida por mis queridos amigos Rafael Rojas, Eduardo Saavedra y Manolo Chaparro (ya fallecido), pasando entonces a denominarse Edurama. La tienda tenía un largo mostrador de caoba y unas estanterías de madera donde se apilaban las piezas de tela. Ese mobiliario tenía para mí un gran valor artístico y sentimental y quiero creer que sirvió para inspirar la tienda de Paco que Antonio Burgos describe en El contador de sombras. La vida, tanto en el pueblo como en la tienda, se regía por los ciclos de la aceituna. Gran parte de la clientela, casi toda vinculada a las tareas del campo, pagaba las deudas del año anterior cuando se recogía la cosecha del año en curso. No se cargaban intereses ni recargos de demora y todo tenía el encanto de lo eterno, al menos eso es lo que me parece ahora. Los pagos anuales y la renovación de la deuda constituían todo un ceremonial. La jefa de familia empezaba sacando los billetes que saldaban esa deuda (a veces de un atadillo en la pechera) y mí padre sacaba los libros mayores en los que Leopoldo Tena había realizado las anotaciones de lo debido.

Esos libros recogían una contabilidad con denominaciones peculiares. Concretamente los clientes conocidos en el pueblo por un mote no figuraban en las cuentas por su nombre y apellidos sino por el apodo que se aplicaba a su familia, a veces desde generaciones anteriores, y que, aparentemente, los interesados asumían sin problemas. Terminado el pago, empezaba la provisión al cliente de su demanda de géneros para el año que, a lo largo del tiempo fue realizándose por mis primas Encarnita (“la del Nene”) y Consuelo, y por mis queridos Antonio Yerga e Ismael Rivero, ya fallecidos, y, en los últimos años, por los citados Rafael, Eduardo y Manolo. Se creaba así una nueva cuenta que se saldaría tras la próxima aceituna. En la tienda asistíamos a diálogos que mostraban las vidas y preocupaciones del momento, una de ellas la emigración, mayoritariamente a Cataluña, a la que mucha gente llamaba, simplemente, Barcelona. Prueba de ello es el siguiente dialogo oído en la tienda y que retengo en la memoria. P. ¿Dónde está tu hijo?– R. En Barcelona–  P ¿En qué parte? R- En Tarragona. Es decir, usaban la figura literaria de designar a la parte por el todo.

Otro capítulo es el de las personas que me han dejado huella, la mayoría ya desaparecidos. Además de los ya citados, recuerdo especialmente a Pípole, el Jefe de los municipales, nuestro perseguidor cuando hacíamos travesuras. Pípole visitaba con frecuencia la farmacia de Don Joaquín Isern para hacerle llegar sus quejas por las reiteradas trastadas que hacían sus hijos, a quienes conocíamos por los botis. Don Joaquín era un personaje extraordinario que nos hizo vislumbrar otros horizontes. Sus hijos, mis queridos amigos, siguen manteniendo una vinculación y compromiso con el pueblo que es ejemplar.

Otras personas como Ruibal, el Nene y muchos otros, cuya enumeración haría esto demasiado prolijo, estarán siempre en mí recuerdo. Los citados eran vitalistas, con mil oficios, quienes a pesar de las penurias de la época tenían un sentido del humor que ha dejado de ser frecuente. Por último, y puesto que hablo de oficios, permítanme que mencione uno ya desaparecido. Me refiero al que ejercía Rafael Valdez, en su talabartería, situada donde ahora hay un bar frente a la fuente de la Plaza. Ya no hay caballerías que aparejar por lo que ha desaparecido la talabartería y el sonido acompasado que hacían las herraduras de burros y mulos en las piedras y adoquines de las calles. Ese traqueteo, junto al tintineo de las horas y los cuartos en el reloj de la plaza, era la música de fondo de mí generación. Definitivamente, aquellos eran otros tiempos.

Rafael Álvarez Blanco

Rafael Álvarez Blanco, nos ha podido contar en primera persona la caída de la campana de la iglesia de San Sebastián, ya que la tienda de su padre estaba a escasos metros. Como tantos otros, marchó de nuestro pueblo, primero por los estudios y después por su trabajo. Pero los recuerdos de su niñez en Guadalcanal no los olvida, ni a muchos de los personajes que vivieron en esa época. Gracias.

El 28 de enero de este nuevo año de 1942, la Comisión de Obras Provinciales de la Diputación de Sevilla, informa de haber conocido la petición del Ayuntamiento de Guadalcanal, el estudio de los antecedentes necesarios y redacción de los oportunos anteproyectos, para la construcción en dicho pueblo de un grupo de viviendas al amparo de las facilidades que para estas obras concede el Instituto Nacional de la Vivienda. Se presume la necesidad de construir 114 viviendas, de las cuales 23 habrán de edificarse en los dos primeros años que constituyen la primera etapa del plan a realizar. El presupuesto total se eleva a 575.000 pesetas, de las cuales 230.000 serán aportadas por el Instituto Nacional de la Vivienda en concepto de anticipo, y 287.500 pesetas como préstamo, ascendiendo a 57.500 pesetas la aportación municipal en terrenos y efectivo. Los terrenos están situados en el llamado Paseo de la Cruz.

No hemos encontrado actas de la Comisión Gestora hasta el 1 de marzo de 1942, en ella sigue la misma Corporación compuesta por:

AlcaldeAntonio Limones de la Hera
GestorJosé de la Hera Moreno
GestorManuel López Blandez
GestorJosé Mª Rivero Yanes
GestorRamón Parrón Calderón
GestorIgnacio Vázquez Rodríguez
GestorRafael Cárdenas Ordoñez
GestorJosé Yanes Criado
GestorJosé Blandez Chaves

El Ayuntamiento queda enterado de la tramitación de un sumario con motivo de las anomalías cometidas en la administración y venta de los bienes que a su fallecimiento dejó el vecino de esta villa para una fundación benéfica, Juan Antonio Barragán García, según comunicación de la Alcaldía del pasado mes de noviembre, acordando no mostrarse parte por ahora por confiar en la acción de la justicia. Se acordó formar una Comisión para visitar al Gobernador Civil para reivindicar la nulidad de las ventas.

La Comisión fue informada de la toma de posesión del médico interino, Antonio Macias Pérez, el pasado mes de noviembre y el día 4 de febrero Ignacio Martínez Sánchez, también interino. Igualmente recibieron información de que el 31 de enero pasado, se jubiló el médico Eusebio Antonio Márquez Pérez, aprobando la pensión anual de 4.050 pesetas.

Y por fin, son informados de la terminación de las obras del Cuartel de la Guardia Civil.

El 16 de marzo se reúne el Consistorio en sesión ordinaria y trataron los siguientes asuntos: Se aprobó solicitar de la Junta provincial de Beneficencia de Sevilla, autorización para poder investigar ante los Tribunales, los bienes de la fundación benéfica Juan Antonio Barragán García, llevada actualmente por personas que no tienen derecho a ello.

 También se aprobó solicitar autorización al Ministerio de Gobernación, para constituir una Junta Municipal de Beneficencia.

 Vista la solicitud de los Mayordomos de las Hermandades de Semana Santa, se acordó concederles la subvención de 100 pesetas a cada una de ellas, total 500 pesetas.

 Finalizadas las obras en el cuartel, se aprueba que el alojamiento de la Guardia Civil concentrada se efectúe en el nuevo edificio.

Nueva reunión el 1 de abril como asunto de interés, tenemos que vista las irregularidades cometidas por el Fiel del Matadero y Encargado de la Plaza de Abastos, Francisco Yanes Sanz, en la recaudación de derechos por reconocimiento sanitario de pescados y por puestos en la Plaza de Abastos, se le impone la sanción de suspensión de empleo y sueldo por quince días.

El 1 de mayo, de acuerdo con la comunicación recibida de la Diputación de Sevilla, se acordó remitirle certificación de la escritura de compra del huerto denominado Baldíos de la Orden, propiedad de este Ayuntamiento, donde se proyecta construir las veintitrés viviendas protegidas incluidas en la primera parte del plan aprobado por dicha Corporación provincial. Se acordó solicitar de la Caja de Ahorros de la Diputación provincial, la cantidad de 57.500 pesetas, que como aportación municipal, en concepto de 10%.

Se informó que la Junta Provincial de Beneficencia ha denegado el permiso para investigar los bienes de la Fundación Juan Antonio Barragán García y del recurso de apelación.

Por último se acordó la colocación de lámparas en la carretera de la Estación del ferrocarril, con protectores de hierro.

En sesión del 16 de mayo, se ratifica el acuerdo de 15 de noviembre pasado, aprobando definitivamente la construcción de 23 viviendas para maestros nacionales, cuya construcción efectuará la Diputación Provincial y el Instituto Nacional de la Vivienda, así como el 10% financiado por el Ayuntamiento, en total tendrá que aportar 57.500 pesetas.

A primero de junio se reúne la Comisión Gestora y queda enterada de la Resolución del Ministerio de la Gobernación, denegando la creación en este pueblo de una Junta Municipal de Beneficencia.

Se acordó adquirir los nuevos uniformes para la Guardia Municipal, que ya habían sido aprobados el año pasado.

Ratificar el contrato para alumbrado de la nueva Plaza de Abastos con dos lámparas y arriendo de un contador.

Quedó enterada la Corporación del informe emitido por la Alcaldía a la Dirección General de Beneficencia y Obras Sociales, relacionado con la investigación de bienes de la institución benéfica Juan Antonio Barragán García.

En la sesión del día 3 de agosto, se estudió la comunicación del Ministerio de Agricultura sobre reintegro de préstamos por intensificación de cultivos concedidos a la Cooperativa Obrera en el año 1933, en la que el Ayuntamiento era fiador. Se acordó por unanimidad hacer constar que con el importe de los barbechos dejados por los yunteros quedó suficientemente saldado el débito.

Se acordó solicitar a la Dirección general de Sanidad, el nombramiento de médico de asistencia pública de esta villa a favor de José Llinares Llinares, que viene desempeñando interinamente el cargo durante varios años, y en atención a la economía que supondría para los intereses municipales la refundición del mismo, con el que ostenta de médico de la Casa de Socorro.

Por unanimidad fue aprobado el presupuesto extraordinario para la construcción de las 23 viviendas protegidas por la Diputación Provincial con la colaboración del Instituto Nacional de la Vivienda, siendo el total del presupuesto de 723.977 pesetas, que se pagará con un préstamo a cuarenta años.

En la tarde del 16 de agosto de 1942, según leemos en la Hoja Parroquial del 9 de agosto, fue expuesto a pública veneración, la nueva talla del Cristo de las Aguas (que se puede ver en la fotografía). El 19 del mismo mes, se llevó en procesión desde la iglesia de Santa María a la de la Concepción, donde se establecerá la cofradía y rendirá culto a sus titulares. Había sido adquirida a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Veracruz, de la Puebla de Cazalla y tallada por el imaginero Ramón Chaveli, por 1.125 pesetas.  También se informaba que en breve comenzaría la construcción del nuevo paso y que estaba previsto adquirir la imagen de la Dolorosa para el próximo año. Posteriormente este Cristo se vendería a una Cofradía de San Nicolás del Puerto.

El primero de septiembre se reúne la Comisión Gestora y se aprobó la recepción del acondicionado Cuartel de la Guardia Civil, por encontrarse en las debidas condiciones, según acta de la Comisión de Obras.

Sigue la Comisión Gestora hablando de viviendas, ya que en la sesión ordinaria del 17 de septiembre, se examina el anteproyecto de construcción de 10 viviendas tipo A, 9 del tipo B y 4 del C, redactado por el arquitecto Pedro Sánchez Núñez. Queda aprobado y enviado a la Dirección General del Instituto Nacional de la Vivienda. Las viviendas serán construidas en los terrenos de este Ayuntamiento denominados Baldíos de la Orden, frente a la Cruz de la Avda. de Portugal.

La Hoja Parroquial del día 20 de septiembre, informaba de la terminación de la reforma exterior de la iglesia de la Concepción, realizada por los devotos de la Virgen y los vecinos del barrio. Se acordó que con los ingresos sobrantes, más un poquito que se busque, dotar al templo de un altar para la Virgen titular, ya encargado y que pronto se verá lucir.

Por el acta de la sesión del 17 de octubre, sabemos que la Comisión quedó enterada de haberse presentado el 28 de septiembre el médico propietario del segundo distrito, Enrique García Peña.

Se acordó que por la Comisión de Obras públicas, se formule un proyecto de obras de pavimentación y alcantarillado más urgentes, y se someta a la deliberación de esta Comisión Gestora.

Debido al pésimo estado de la calle Huertas, en la sesión ordinaria del 16 de noviembre, se aprobó la renovación de la pavimentación de la parte comprendida entre las calles General Moscardó y San Francisco, es decir, 320 metros cuadrados de empedrado.

También se vio la solicitud que presenta José Chaves Álvarez, para que se le confiera en propiedad el cargo de Recaudador-Depositario, cuyos trabajos viene realizando desde el año 1938. La Comisión Gestora por unanimidad acordó conferir a José Chaves Álvarez el cargo en propiedad de Recaudador de Arbitrios e Impuestos.

El Ayuntamiento visto el informe del Sr. Síndico, por unanimidad también acuerda aprobar provisionalmente las cuentas municipales de los años 1935, 1936, 1937, 1938, 1939, 1940 y 1941.

La Hoja Parroquial del 19 de noviembre, informaba de la compra de un nuevo paso para la Virgen de Guaditoca, que será realizado por el escultor y tallista José Sanjuán. El costo será de 7.000 pesetas.

En la sesión de primero de diciembre, quedan enterados del fallecimiento del guarda de la Plaza de España, Juan José Díaz Parrón, el día 20 de noviembre último. También se nombra conserje interino del Cementerio a Narciso Gordillo Sánchez

De nuevo tenemos noticias de más desperfectos  en el cementerio, ya que en la sesión ordinaria del 16 de diciembre, la Comisión queda enterada del hundimiento de una hilera de nichos en la sección K, del cementerio de San Francisco.

También a la vista del mal estado en que se encuentra la esquina de la antigua iglesia de San Sebastián, convertida hoy en Mercado de Abastos, la Comisión acordó que sea reconocida por albañiles y que en caso necesario, se proceda al derribo de la parte que se considere amenazada de ruina. Se designa nuevo conserje del Cementerio a Enrique Nogales Gordillo.

Termina el año con una sesión extraordinaria del 31 de diciembre de 1942, donde se estudia el presupuesto presentado por la Comisión de Hacienda para el año 1943 y después de un detenido estudio se aprueba por unanimidad. Total presupuesto de Gastos: 385.285,38 pesetas. Sumando igual los ingresos previstos.


[1] Libro publicado por la Diputación de Sevilla en 2011,  de especial interés para los interesados en conocer esta parte de la historia de Guadalcanal

[2] La mayoría de las fuentes consultadas atribuyen la reconquista de Guadalcanal al Maestre Rodrigo Iñiguez en 1241. Sin embargo, Manuel Ledesma en la obra citada en 1, considera que, aunque Iñiguez realizó en ese año incursiones por la zona de Guadalcanal, el dominio de esta plaza no se hizo efectivo hasta 1246, cuando el Maestre Peio Pérez Correa, sucesor de Iñiguez, obtuvo la rendición de la alcazaba de Reina

[3] En esos años es cuando Guadalcanal pasa a formar parte de la provincia de Sevilla, como consecuencia de la aplicación del Decreto de noviembre de 1833 (elaborado por Javier de Burgos, Ministro de Fomento de María Cristina) que acababa con la organización territorial de España vigente en el antiguo régimen.

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