Exposición hallazgo de unas antiguas tenerías en la calle Palacio de Guadalcanal

1.-ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS

          La actuación arqueológica se ha realizado asociada a las obras de reurbanización de la calle Palacio de Guadalcanal, siguiendo los planteamientos del proyecto de obras redactado desde la Diputación de Sevilla por los arquitectos Rodolfo Martínez de la Peña Fernández y Carmen Toro Pinilla, y promovido por el Ayuntamiento de Guadalcanal.

          Dicho proyecto requería, con carácter previo a las restantes licencias que fueran pertinentes, la autorización de la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, que emitió informe sobre el proyecto con fecha de 29 de julio de 2019, en el que se refleja el dictamen favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico a la intervención planteada en sesión celebrada el día 24 de julio de 2019, puntualizando que:

“…Se deberá realizar una intervención arqueológica preventiva consistente en un Control de los movimientos de tierra, en los términos establecidos en el Reglamento de Actividades Arqueológicas de Andalucía.”

          La arqueóloga colegiada Elena Méndez Izquierdo (nº Col. CDL 5.598) fue la profesional propuesta por la Diputación de Sevilla para la dirección de los trabajos relacionados con la actividad arqueológica. En base a este encargo fue presentado para su autorización el correspondiente proyecto de intervención arqueológica preventiva de control de los movimientos de tierras ante la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, el cual es autorizado con fecha del 15 de enero de 2020.

          Los trabajos de campo fueron realizados por el arqueólogo Florentino Pozo Blázquez, Rosa María Gil Gutiérrez y la misma Elena Méndez.

2.- EXTENSIÓN DE LA   ACTUACIÓN

          La superficie total de actuación fue de 1.188,06 m², ocupando toda la longitud de calle (135 m) y anchura, la cual varía desde su extremo norte, de menores dimensiones, hasta su extremo sur, teniendo una anchura media de 8,85 m.

3.-OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA ASOCIADA A LA OBRA.

          El trabajo de campo se concretó en la presencia de un arqueólogo a pie de obra de todas las actuaciones de remoción de tierras necesarias tanto para la reapertura de zanjas para la sustitución de redes de abastecimiento y saneamiento como para la excavación de los terrenos que sirven de base al pavimento de adoquines de granito en toda la calzada.

            Dicha presencia e inspección de los movimientos de tierra, lleva aparejada la necesidad de evitar que, tanto la maquinaria como los medios manuales empleados en obra, afecten a posibles restos arqueológicos ocultos hasta el presente. En el caso de localización de elementos de carácter arqueológico se procede a la limpieza y documentación gráfica de los mismos, actuaciones que llevarían a determinar su trascendencia patrimonial para, en última instancia, prever medidas de protección necesarias para su conservación, todo ello en coordinación con los servicios técnicos y de inspección de la Delegación Territorial de Sevilla de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.

4.- DESARROLLO DE LOS TRABAJOS DE CONTROL ARQUEOLÓGICO DE LOS MOVIMIENTOS DE TIERRAS.

           La actuación arqueológica de control de los movimientos de tierras se inicia el 21 de enero de 2020, coincidiendo con los trabajos de excavación mecánica de los terrenos de base de los pavimentos de calzada en el extremo sur; y finalizan el 27 de mayo con la terminación de instalaciones de redes de saneamiento y abastecimiento de aguas en la línea de fachada de casas.

           El proceso de excavación se ha llevado a cabo, fundamentalmente, con una máquina giratoria con pala de limpieza, recurso mecánico muy apropiado para la retirada de tierras de escasa consistencia que evita afecciones sobre posibles restos constructivos subyacentes. En los casos de bases de hormigón o roca (elementos a demoler sin riesgo arqueológico) se ha empleado martillo percutor y cazo de dientes. Acompañando a la actuación mecánica, se ha contado con personal de obra y medios de excavación manual adecuados para la preservación y limpieza de restos de posible entidad arqueológica.

A continuación, pasamos a describir los trabajos desarrollados y los resultados obtenidos en todo el recorrido de la calle Palacio, zonificando la misma en tres sectores:
     1.-Sector sur, coincidente con la zona de mayor anchura de calzada en las proximidades y confluencia con la Avenida de la Constitución.

     2.-Sector central.

     3.-Sector norte, acotado por las fachadas de la iglesia de Santa María de la Asunción y del Ayuntamiento.

4.1.-Actuaciones en el sector sur

          Las primeras remociones de tierras tras la eliminación del adoquinado de calzada y una parte del bordillo y acerado pusieron al descubierto, a escasos 10 centímetros de profundidad respecto al mencionado acerado, un tramo de antiguo empedrado. Se trata del único vestigio del empedrado que a modo de acerado tenía la calle antes de repavimentarse en 1977. Su cronología es de fines del siglo XIX o principios del siglo XX y se situaba en paralelo a toda la línea de fachada de casas, formalizándose en pendiente descendente hacia la avenida de la Constitución, similar a la actual.

          Los restos de empedrado (UE 97) que se han documentado ocupan un área 16,70 metros de longitud y anchura variable (entre 1,2 y 3 metros). Se sitúan frente a las fachadas de las casas nº32 a la nº38, observándose en ellos una cuidada ordenación con cantos rodados, piedras calizas y ladrillos de tejar a sardinel, conformando alineaciones paralelas de 1,2/1,5 metros de anchura, enmarcados por hileras de piedras perpendiculares a éstas. El límite del empedrado lo marca un murete de mampostería de 50 cm de ancho (UE 98) que servía de “bordillo” o transición con el pavimento de la calzada, que hasta mediados del siglo XX debió de ser terrizo y posteriormente adoquinado con granito.

Bajo los rellenos de escombrado que servían de asiento a la base de hormigón del pavimento adoquinado de la calzada, a una profundidad media de 55 cm respecto a la rasante de calle actual, se localiza, en una extensión de 251 m², el basamento de piedra natural caliza, llamada popularmente “toba”.  Se trata de un sedimento calizo petrificado de mediana dureza de origen geológico (era Terciaria), con afloramientos también calizos de gran dureza (“piedra jabaluna”), que se documenta en su coronación desde el entronque de la calle Palacio con la avenida de la Constitución, en toda la anchura de la calle y a lo largo de 24 metros hacia el norte. La pendiente descendente, acusada hacia el sur y ligeramente hacia el oeste, marca las pautas de pendientes actuales del viario.

Excavadas en este basamento geológico calizo se localizan fosas circulares rellenas de escombrado moderno. Se documentan un total de 36 fosas, algunas de ellas parcialmente al situarse en el límite de la zona de obras. Éstas no han sido excavadas en su totalidad ya que se no ven afectadas por las obras de reurbanización.

          Del mismo modo, en el proceso de reapertura de una zanja para la sustitución del saneamiento instalado en 1977 se han localizado 5 nuevas fosas junto a la fachada de casas colindantes a la zona descrita de calzada. Todas fueron seccionadas en la excavación realizada entonces para la instalación del saneamiento antiguo.

           El diámetro medio de las fosas es de 1,50 metros, oscilando algunas de ellas entre 0,70 metros (UE 23) y 2,46 metros (UE 26). La disposición en planta de las fosas no sigue un patrón ordenado, aunque ofrecen ciertas alineaciones en orientación suroeste-noreste. La separación habitual entre las mismas oscila entre la tangente y los 50 centímetros. En tres de ellas se han vaciado los rellenos que las colmataban, documentándose una profundidad de 20 a 40 centímetros.

          Tanto la rasante de coronación de las fosas como su colmatación están afectados por las obras de pavimentación de calzada de mediados del siglo XX, habiéndose producido en dichas fechas tanto una destrucción de muchos de los elementos constructivos que se desarrollarían en alzado como un relleno de las mismas a base de escombrados con abundancia de cascotes de teja, ladrillo y mampuestos calizos.

          Asociada seguramente a estas fosas se localiza en el extremo suroeste de la calzada, en la confluencia de la Avenida de la Constitución, un canal (UE 40), de 20 x 30 centímetros de sección y 1,10 metros de longitud conservada, excavado en la piedra caliza y coronado por mampuestos. Coincide con la zona más deprimida y se interpreta como una atarjea de desagüe o recogida de líquidos rebosados de las fosas. Éstas, por su parte, pueden asociarse a balsas para curtidurías en usos para tintes de pieles o para maceración de taninos y azogue empleados en su descarnado y limpieza.

          El grado de destrucción de las posibles balsas, producido en el proceso de pavimentación de la calzada a mediados del siglo XX, impide definir más elementos constructivos que pudieran darnos mayor precisión sobre su cronología, si bien tenemos constancia documental de la existencia en la zona de curtidurías ya a fines del siglo XV, como más adelante especificaremos.

4.2.-Actuaciones en el sector central de la calle.

          Desde el sector anteriormente descrito hasta la zona central de la calle, la excavación general de la calzada y las zanjas para la instalación de red de saneamiento y abastecimiento afectó únicamente a rellenos de escombrados recientes datados en pleno S. XX, sin llegar a localizarse elementos de carácter arqueológico. Es en el sector central de la calle, en un área de 157 m², en el que vuelve a localizarse la coronación del basamento natural calizo a 0,50 m de profundidad respecto a la rasante de calzada. Al igual que en el sector sur, dicho basamento aparece horadado por fosas, si bien de menor tamaño y de distintas características formales. Se contabiliza un total de 18, con una planta circular u ovalada de diámetros que oscilan entre 0,50 y 1,30 m.

          Se selecciona para su excavación y documentación una de ellas, la denominada UE 54. Los rellenos que la colmatan hasta la base son en gran medida escombros recientes, con abundancia de cascotes de ladrillos, tejas y mampuestos, vertidos claramente en el proceso de obras de repavimentación de la calle a mediados del siglo XX. Únicamente el relleno de base, de apenas 20 cm de espesor, muestra una procedencia más antigua con abundancia de tierra fina arcillosa, muy asentada, con presencia de pequeños restos de teja y cascotes.

La fosa UE 54 tiene en la rasante superior de la piedra caliza sobre la que se excava una planta casi circular de 1,20 m de diámetro, reduciéndose a escasos 10 cm a un ovoide de 0,60 m de diámetro máximo. Desde este punto, la fosa se va ensanchando en forma acampanada hasta alcanzar a 1,45 m de profundidad una base circular de 1,65 m de diámetro.

          Similares fosas hasta un total de cuatro se localizaron posteriormente en la zanja de saneamiento realizada junto a la línea de fachada de las casas, todas ellas seccionadas por las obras realizadas para instalar el colector en 1977.

          Estos elementos excavados en el terreno natural son propios para el almacenamiento de productos que necesitan temperatura y humedad constantes en contextos históricos muy diversos, desde época protohistórica, romana, medieval o moderna.

Se trata de silos o fresqueras que bien pudieran estar asociadas a almacenamiento de productos de consumo del palacio de los comendadores de la Orden de Santiago, en uso entre los siglos XIV al XVII y situado por las referencias históricas en la zona hoy ocupada por el Ayuntamiento y aledaños.   

4.3.-Actuaciones en el sector norte

          Acotado por las fachadas de la iglesia de Santa María de la Asunción y del Ayuntamiento, conforma el espacio de calle de menor anchura con acerados en ambos flancos.

          Entre este sector y el central anteriormente descrito, la excavación general de la calzada y las zanjas para la instalación de red de saneamiento y abastecimiento afectó únicamente a rellenos de escombrados recientes datados en pleno S. XX, sin localizarse restos de carácter arqueológico.

          Colmatado por estos rellenos de escombros localizamos en las cercanías de la puerta trasera de la parroquia de Santa María de la Asunción restos de un muro de mampuestos calizos (UE 66), afectado por una zanja de pozo ciego (UE 66) y definido a lo largo de 3,85 metros, con una anchura de 0,68 metros.

No se identifican otros elementos constructivos asociados a la rasante de excavación, por lo que desconocemos las características formales y de uso de la edificación a la que pertenecería, si bien es muy probable que formara parte de las construcciones que estructuraban el palacio de los comendadores de la Orden de Santiago.

5.-MEDIDAS DE CONSERVACIÓN DE LOS RESTOS DOCUMENTADOS

          La localización de restos de entidad arqueológica lleva al equipo técnico de la intervención a establecer medidas de protección que se concretan, por una parte, en rectificar las previsiones de rebajes mecánicos o manuales en las áreas sensibles y evitar la afección a todos los elementos patrimoniales.

Por otra parte, se procede a la cubrición de la rasante de dichos restos con geotextil y capa de áridos, con lo que se garantiza un “colchón” de separación con las losas de hormigón y pavimentos adoquinados de calzada y losas de acerados.

Finalmente, como medida de visualización permanente de la ubicación de estructuras significativas como la muralla almohade o las fosas del sector sur y zona central, se procede en el adoquinado de la calzada a plasmar su planta.

Noticias históricas de las Tenerías

          Las primeras noticias que tenemos de la existencia de estas tenerías, vienen recogidas de la visita canónica de la Orden de Santiago, que realizaron en Guadalcanal en el año 1494.

          En la entrevista que tuvieron con el Comendador, dijo a los Visitadores, que en las inmediaciones del Palacio estaban enclavadas una serie de tenerías, lugar preferente por estar suficientemente abastecidas del agua de la fuente que existía en la Plaza Mayor. El comendador don Fadrique Enríquez había ordenado que fueran trasladadas a otro lugar no tan céntrico de la villa, a lo que se opusieron los curtidores y, poco después el Concejo de Guadalcanal, alegando que la industria del curtido de pieles era de una importancia capital, que beneficiaba incluso las rentas del maestre. Los visitadores, entonces, para restringir el agua en perjuicio de los curtidores, otorgaron el derecho al comendador de disfrutar por tres días en semana del agua de dicha fuente, tanto para abastecer su casa, como para regar la huerta del Palacio. El resto de días, se la tenían que repartir entre agricultores y las tenerías. Además, la salida de las aguas residuales de la referida industria debería estar acondicionada de modo a evitar el desagüe a las huertas de la calle de este nombre, …so pena de seiscientos maravedises a los quebrantadores de esta sentencia.

          En verdad debió ser importante esta industria, porque en la misma visita de 1494, consta que había 34 molinos de zumaque. Las rentas que producían para el Maestre, eran las terceras en importancia, después de las del pan y el vino. Por otra parte, el zumaque era la principal materia para el curtido de las pieles, ya que tenía un alto contenido en Tanino (35%).

          La importancia que tuvo el cultivo de esta vegetal en Guadalcanal, la extraemos del Catastro del Marqués de la Ensenada (1753) en relación a las plantaciones de zumaque, que dice lo siguiente: Extensión plantada de zumaque en número de dos mil cepas.

          El municipio de Guadalcanal era proveedor de pieles de todos los pueblos de los alrededores, fabricando desde odres (para envasar el famoso vino que se elaboraba en esas fechas), arneses, bolsos, armaduras, aljaba, botas, zapatos y sandalias, etc. Había también otras dos tenerías y el gremio de zapateros estaba compuesto en este año de 1494, por 27 maestros zapateros.

          A la vista del interés de todos los vecinos por poder disponer en una exposición permanente los restos de estas tenerías centenarias, se está preparando un proyecto que ha sido autorizado por el Presidente de la Diputación de Sevilla, para continuar con las excavaciones en la zona que aparece señalada en el plano que figura a la derecha. En total serán 255m².

En esta zona se podrán ver todas las pozas que aparezcan en la excavación.

También se incluirá un molino de zumaque y paneles informativos, que recogerán la historia de las tenerías y los molinos de zumaque, así como fotografías y planos de las pozas aparecidas en la calle Palacio.

Igualmente se rodeará la zona con plantas de zumaque para que los visitantes puedan ver la principal materia que se usaba para el curtido de las pieles.

Seguimos trabajando y esperamos que en poco tiempo se haga realidad este museo de las tenerías de Guadalcanal.

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