Escrito sobre la Hermandad de la Soledad

Datos facilitados por Salvador Hernández González.

Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Sección III (Justicia) Serie Hermandades. Legajo 225.

Escrito del párroco Juan Climaco Roda al Arzobispo de Sevilla, sobre la Hermandad de la Soledad.

Señor Don Silvestre Pérez Godoy.

Guadalcanal, 16 de febrero de 1884.

Mí estimado Señor Gobernador: he recibido su favorecida, fecha 12 del actual, a la que tengo el honor de contestar.

También es adjunta la exposición sobre la suspendida Asociación de la Soledad; y ruego a Usted encarecidamente que con la premura posible dé cuenta a Su Eminencia Reverendísima para que tome la resolución que le parezca justa a fin de evitar conflictos que pueden ocurrir en Semana Santa, atendido el carácter levantisco del depositario de los efectos de la Hermandad.

Me despido de Usted afectísimo. Su servidor que besa sus manos. (Rubricado) Juan Climaco Roda

Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo de Sevilla.

Don Juan Climaco Roda, Presbítero, Cura propio de la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor de las de esta villa, a Vuestra Eminencia Reverendísima con el debido respeto expone que con fecha 6 de julio del año próximo pasado el Gobernador Eclesiástico de la Diócesis (sede plena), conformándose con el dictamen del Fiscal General del Arzobispado, decretó la suspensión de la Asociación de Nuestra Señora de la Soledad por carecer de constituciones, hasta que las presentase y fuesen aprobadas por la autoridad del Diocesano. Posteriormente el que hacía de Mayordomo, y que se había negado a presentarlas, incurriendo en grave desobediencia a los preceptos de la autoridad superior eclesiástica, remitió al que suscribe una copia de las que formaron en 1831 tres individuos de dicha Asociación, cuyo papel original fue enviado por el exponente a la Secretaría de Cámara, en donde debe obrar, con las observaciones que le parecieron congruentes, por cuanto existiendo fundada en el ex – convento de San Francisco de esta villa verdadera Cofradía de la Soledad a mediados del siglo diez y siete (según antecedentes que obran en este Archivo Parroquial), debía funcionar con constituciones canónicamente aprobadas, las cuales no han sido presentadas. Es decir, Excelentísimo y Reverendísimo Señor, que los asociados han hecho perder a la Hermandad el carácter de verdadera cofradía, desligándose de la natural dependencia que deben tener de la autoridad eclesiástica. Así se explican los abusos que se venían cometiendo y la falta de intervención del Párroco, con quien para nada se contaba. Y así también se comprende que por la autoridad eclesiástica no se haya dado valor alguno a las referidas constituciones de 1831, formadas para uso particular de los asociados.

Han transcurrido ocho meses desde el decreto de suspensión, sin que la Junta de Gobierno ni los asociados hayan pensado en reorganizar la Cofradía formando y remitiendo a la aprobación de Vuestra Eminencia Reverendísima las antiguas constituciones, o bien otras nuevas. Los fondos, alhajas, ropas y demás efectos de la Asociación permanecen en poder de Don Narciso Calleja, vecino de esta villa y último Mayordomo de aquélla, y es muy probable que se niegue a preparar los pasos e imágenes para la procesión del Santo Entierro en la tarde del Viernes Santo, y esta omisión produciría un conflicto que el exponente está en el deber de evitar.

En su virtud, suplica a Vuestra Eminencia Reverendísima que en atención a que los fondos, alhajas, ropas y demás efectos de la suspendida Asociación no son de propiedad particular, sino de las imágenes, como costeadas unas con limosnas y otras con las cuotas recolectadas de los cofrades anualmente desde algunos siglos a esta parte, se sirva mandar que el depositario de ellos, Don Narciso Calleja, haga entrega al exponente bajo doble inventario de todos los documentos, libros, dinero, alhajas, ropas y demás efectos pertenecientes a la Asociación de la Soledad, hasta que se pueda reorganizar la Cofradía sobre bases canónicas. Así lo espera de la rectitud y bondad de Vuestra Eminencia Reverendísima, cuya vida guarde Dios muchos años.

Guadalcanal, lb de febrero de 1884.

Excelentísimo y Reverendísimo Señor. (Rubricado)   Juan Climaco Roda

Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Sección III (Justicia) Serie Hermandades. Legajo 225.

Excelentísimo e Ilustrísimo Señor Arzobispo de la Diócesis.

Excelentísimo e Ilustrísimo Señor:

Don José López de Ayala, ex-Diputado a Cortes, natural de Guadalcanal, a Vuestra Eminencia Ilustrísima con el más profundo respeto y en representación del Mayordomo de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad del citado pueblo, expone que por causas ajenas a la voluntad de su representado, no está regularizada la situación de la Hermandad de que es Mayordomo, a pesar de haber llevado al expediente que se instruye al efecto cuantos antecedentes y documentos se han exigido. Y como quiera que por lo avanzado de las fechas fuera difícil resolver el expediente por los trámites ordinarios antes del Viernes Santo, a Vuestra Eminencia Ilustrísima suplica se digne dictar sus superiores órdenes, a fin de que no se prive a la Hermandad de hacer las procesiones que en dicho día viene en costumbre de tiempo inmemorial.

Gracia que espera merecer de la notoria rectitud de Vuestra Eminencia Ilustrísima, cuya vida guarde Dios muchos años.

Sevilla, 5 de abril de 1884.

Excelentísimo e Ilustrísimo Señor. (rubricado) José López de Ayala

(Al margen) Palacio Arzobispal de Sevilla, 5 de abril de 1884.

Vista esta instancia, y en atención a la premura del tiempo, venimos a autorizar a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de la villa de Guadalcanal para que, por este año y de acuerdo con el Señor Cura de la Parroquial respectiva, celebre sus procesiones en la forma acostumbrada, sin perjuicio de lo que en su día resolvamos sobre el expediente que la dicha Hermandad tiene pendiente en esta Secretaría.

Lo decretó y firma Su Eminencia Reverendísima el Arzobispo, mi señor, de que certifico.

(Rúbrica)       El Arzobispo Doctor Silvestre Pérez, canónigo secretario

Deja un comentario