Dos culturas hermanadas por el mar: Un viaje histórico a las islas Salomón

   Por Francisco Mellén Blanco – VI Jornadas Patrimoniales Guadalcanal 26-07-2013

Hacia la mitad del siglo XVI en Perú tenían la idea de que a poniente existían varias islas con oro y plata entre ellas las que se denominaban Hahuachumbi y Ninachumbi. Esta creencia determinó que el gobernador Lope García de Castro preparase una expedición marítima en su busca. En una carta al rey Felipe II en 1567 escribía: “Por tener gran noticia, como se tiene, de las islas que acá llaman de Salomón, y por echar parte de la gente haragana que anda en este reino, envío a Álvaro de Mendaña, mi sobrino, con cien hombres, al descubrimiento dellas”.

Ahora que se cumplen los 500 años del descubrimiento del Pacífico por Nuñez de Balboa, y se han celebrado diversos actos, también se cumplen 455 años sobre esta expedición oceánica. Los investigadores tenemos una decena de crónica directas, ya sean del mismo Mendaña, de Sarmiento de Gamboa, Gallego, Hernández Catoira, Juan de Orozco, los cronistas Belmonte Bermúdez y Suárez de Figueroa o la información ordenada por el virrey Álvarez de Toledo. Sus originales están en el Archivo General de Indias, en el de Simancas, en la Real Academia de la Historia, del British Museum, de la Santa Casa de Loyola, del Museo Naval o en la colección Navarrete. Sin olvidar las obras de Justo Zaragoza y las del Celsus Kelly.

Se destinaron dos naos: Los Reyes (capitana) y Todos los Santos (almiranta). Embarcaron unas 160 personas, entre las que se contaban, además de Mendaña, el maese de campo y almirante Pedro de Ortega Valencia, natural de la villa sevillana de Guadalcanal; el capitán y cosmógrafo Pedro Sarmiento de Gamboa, el piloto mayor Hernán Gallego; el escribano y factor real Gómez Hernández Catoira; Francisco de Gálvez, vicario castrense; Pedro Xuárez Coronel, capitán de artillería; dos capitanes de tropa, tres pilotos y tres religiosos franciscanos.

Partieron del puerto del Callao el 19 de noviembre 1567. El 28 del mismo empezaron los enfrentamientos entre Gamboa y Gallego. El primero quería ir hacia el sur y el segundo hacia el norte. El 16 de diciembre avistan una isla del grupo de las Ellice que nombraron Nombre de Jesús, y el 1 de febrero de 1568 ven unos bajos que bautizan de la Candelaria(hoy Roncador), hasta que el 7 de febrero descubrieron “una gran tierra“, acercándose a las naos españolas los isleños para ofrecer sus productos. La isla fue bautizada con el nombre de Santa Isabel, denominación que aún conserva. Estaban en el archipiélago melanesio actual de las Salomón, del que tomaron posesión en nombre de Felipe II. Los pilotos arribaron sus naves en el puerto de la Estrella (Estrella Bay, cerca de Kesuo Vove) en la zona que los nativos llamaban Samba. Las naos habían recorrido en 82 días unas 2200 leguas (12.200 km), a unas 30 leguas diarias (160 Km).

Mientras algunos expedicionarios se adentraron en la isla para conocer la tierra y sus habitantes, otros construyeron un bergantín destinado a reconocer las zonas costeras donde las naos no podían atracar.

Los tauriquis o jefes locales mantuvieron una actitud muy desigual con los españoles, unos de cordialidad y otros de recelo y de gran hostilidad. Así el tauriqui BILE-BANARA (cambio de nombres) fue uno de los amigos de Mendaña que solicitaron ayuda para luchas contra otros grupos tribales. Es curioso ver la gran cantidad de datos etnológicos y antropológicos que los cronistas españoles recogieron de los estos melanesios. Una de los actos que se sorprendieron fue la invitación a comer partes de carne humana, como un brazo de un joven. Le dijeron a Mendaña en su lengua “Naleha, naleha”, que quería decir comedlo, a lo que respondió el capitán “Teo naleha narra”, yo no lo como. Vieron también enormes murciélagos y gran cantidad de especias, clavo, nuez moscada, jengibre y pimienta, una raíz binahu, que comían en vez de pan, y gran cantidad de aves de todos los colores. (Estuvieron tres meses en la isla).

Una vez acabado el bergantín, nombrado Santiago, el 7 de abril partía la primera exploración al mando del maese de campo Pedro de ORTEGA VALENCIA, que llevaba como piloto a Hernán Gallego, además de diez soldados y doce marineros. Navegaron al sudeste hasta el cabo Prieto y siguiendo al levante descubren varias islas bautizándolas con nombres españoles como RAMOS, Galera, Buenavista, San Dimas (Mbokonimbeti), San Germán (Mangalonga), Guadalupe (Soghonara) y FLORIDA. El 14 de abril avista Sesarga (SAVO) y GUADALCANAL (Gaumbata), así nombrada en honor de la villa donde nació ORTEGA VALENCIA. Y ya de vuelta al oeste ven las islas de SAN JORGE, San Nicolás, Arrecifes y San Marcos (Choiseul) para regresar al puerto de la Estrella en Santa Isabel el 4 de mayo. (Tardó un mes)

Con las noticias que dio Pedro de Ortega, las naos se trasladaron a GUADALCANAL el 8 de mayo, sirviendo de base para los nuevos reconocimientos. Parte de nuevo el bergantín a otra exploración al mando de Fernando Enríquez y del piloto Hernán Gallego. Navegaron hacia el oeste y después de avistar Malaita y descibrir las islas de Treguada (Ulawa), Tres Marías, San Juan (costa occidental de San Cristóbal) y San Urbán.

En Guadalcanal las hostilidades entre isleños y españoles, nueve de los cuales fueron atacados y descuartizados. Gamboa llevó a cabo una incursión de castigo, Como relata Catoira “en todo se preocupaba hacer el menor daño posible, y si alguno se hacía era de pura necesidad”.

La convivencia fue entonces más arriesgada y tomaron la decisión de trasladarse a la isla de San Cristóbal el 30 de junio, desde la cual se preparó el bergantín el 4 de julio para el tercer reconocimiento al mando de Gallego y llevando como capitán Francisco Muñoz. Se costeó la parte sur de San Cristóbal y se vieron las islas de SANTA CATALINA y SANTA ANA.

 Una vez de regreso acordaron emprender el regreso al Perú, no sólo por las hostilidades de los melanesios, sino también porque había muchos enfermos y las jarcias de las naves necesitaban materiales para su reparación. Gamboa propuso viajar de regreso en dirección sudoeste, para de paso intentar descubrir otra tierra “que está sobre Chile”, pero la mayoría optó hacerlo por el hemisferio norte.

Partieron de San Cristóbal el día 11 de agosto, el 4 de septiembre cruzaron el ecuador padeciendo grandes calmas, el 17 avistan unos islotes que nombran San Bartolomé (hallan un escoplo hecho de un clavo) y San Mateo, pertenecientes al archipiélago de las Marshall, en los 8º 41’ N. y 171º de longitud Este. Continuaron navegando ganando altura y el día 3 de octubre avistan una isla que llamaron San Francisco (actual isla de Wake en los 19º 20’ N. y 166º 30’ long. Este), enviaron un bote a tierra y al no hallar siguieron rumbo norte hasta alcanzar los 30 º N. de altura, donde un temporal separó a las dos naves, destrozando gran parte del aparejo y a punto estuvieron de hundirse. Como en otras travesías de Pacífico las tripulaciones padecían hambre, sed, escorbuto y enfermedades diversas. En los diarios se recoge que sólo se repartía diariamente “medio cuartillo de ruin agua y ocho onzas de bizcocho podrido”. El 9 de diciembre mejoró el tiempo y el día 17 la nao capitana Los Reyes arribó en la Baja California, en la bahía que llamaron Santo Tomé, la actual Sebastián Vizcaíno, y el 22 de enero de 1569 fondeaba en las costas mexicanas de Colima, cerca de Manzanillo. Tres días más tarde recaló la nao almirante Todos los Santos sin árbol ni batel y con una sola botija de agua”.

Permanecieron cuarenta días en aquellos parajes mejicanos recuperándose los enfermos, si bien otros pasaron a la eternidad debido al desgraciado estado en que venían. Se dirigieron después al puerto nicaragüense de Realejo y desde allí al puerto peruano del Callao, al que arribaron el 11 de septiembre, donde habían partido dos años antes. Cuarenta y tantos hombres perdieron la vida en esta expedición, un tercio de los embarcados.

Como bien escribe Landín Carrasco, si nos atenemos a la realidad política y económica, el resultado de esta expedición fue un fracaso. Ni oro, ni plata, ni productos que no pudieran hallarse en otros archipiélagos oceánicos ni siquiera una amistosa disposición de los melanesios. La leyenda de las riquezas de las islas Salomón se desvaneció, pero no las ilusiones de Mendaña en fundar una colonia en aquellas tierras, que intentaría otra vez con una nueva expedición en 1595, pero eso ya es otra historia.

Hoy las Salomón siguen siendo poco exploradas, 29.000 km2 de tierras extendidas en un área marítima de 1,3 millones de km2. Sus 580.000 habitantes (84 % de la población es rural) repartidos en las cerca de mil islas y atolones, hablan 87 lenguas. Fue colonia inglesa en 1893, y consiguió la independencia el 7 de julio de 1978, y hoy es una monarquía parlamentaria dentro de la Commonwealth británica, y el Gobernador general representa a la Reina Isabel II como reina de las islas Salomón. La mayoría de la población vive de la agricultura, pesca, y la silvicultura. Las islas son ricas en materias minerales, y hoy pueden ser un punto de referencia para fomentar el turismo, especialmente el australiano.

El mar abrió nuevas rutas, dio a conocer otras culturas, etnias y formas de vivir, permitiendo un encuentro entre personas e intercambio de bienes hasta entonces desconocidos. En este caso queda rubricado con el hermanamiento de GUADALCANAL, el de España y el de las islas Salomón, dos paraísos.

Cédulas

1557.-Real Cédula del rey a la Audiencia de Lima y al gobernador de Castilla del Oro para que se guarde y cumpla la cédula sobre casados a petición del licenciado Agreda, fiscal del Consejo de Indias, porque en Indias hay muchos casados que viven sin sus mujeres sin querer venir a España a hacer vida con ellas, especialmente en el caso de Pedro de Ortega, que tiene a su mujer en Guadalcanal.

05-07-1563. Madrid. .- Real Cédula a los oficiales de la Casa de la Contratación para que permitan pasar a Tierra Firme a Pedro de Ortega, llevando a su mujer, e hijos, tres hijas de Alonso de Valencia, dos mujeres y dos criados. (Extracto)

22-06-1563. Madrid.- Real Cédula por la que se da licencia y facultad a Pedro Ortega, electo alguacil mayor de Panamá, para que entretanto se instala en dicha ciudad la Audiencia Real que reside en Santiago de Guatemala, según está mandado, pueda entrar en el cabildo y regimiento de ella como los demás regidores, y sea recibido como tal con el juramento y solemnidad que se acostumbra.

18-12-1566. Madrid. Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia de Panamá, para que permitan que Pedro de Ortega Valencia, alguacil mayor de Panamá.

24-02-1572. Madrid. Real Cédula a Pedro Ortega Valencia, alguacil mayor de Panamá, para que, en atención a sus méritos y a los gastos que ha hecho en la jornada de descubrimiento de las Islas Salomón, pueda renunciar su oficio en su hijo Jerónimo de Ortega Valencia.

11-06-1572. San Lorenzo el Real. título de Contador de Nombre de Dios a Pedro de Ortega Valencia.

1575. Regidor, factor y veedor de Panamá.

1578.- Real Provisión por la que se nombra a Pedro de Ortega Valencia capitán general de la gente que ha de aprestarse para la lucha contra los negros cimarrones.

En 1582, guerra de Vallano, Panama.

24-04-1584, Aranjuez.- Cédula Real, Mariscal de campo del Bayano, a Pedro de Ortega Valencia en atención a los méritos contraidos en la derrota de John Hawkins y en la guerra contra los cimarrones.

1593.- vecino de la ciudad de Cuenca (Peru). Información de los méritos y servicios del mariscal Pedro de Ortega Valencia, que se halló en Panamá contra los Contreras en Perú, contra Francisco Hernández Girón en compañía del licenciado Hernando de Santillán y en el descubrimiento de las islas de Salomón.

27-10-1593, San Lorenzo. Real Cédula por la que se concede que Pedro de Ortega Valencia, nieto del mariscal del mismo nombre, le suceda en segunda vida en una encomienda que dicho mariscal tiene en Quito, ya que no puede hacerlo su hijo Jerónimo de Ortega Valencia.

1593.- Real Provisión concediendo título de factor y veedor de Tierra Firme a Diego de Ortega Funes, en lugar y por dejación que hizo de dicho oficio, Pedro de Ortega Valencia.

1567.- Expediente de Confirmación del oficio de Regidor de Panamá a Gerónimo Ortega Valencia.

1571.-Gerónimo de Ortega Valencia, hijo de Pedro de Ortega Valencia,

1571 Panamá. Contador de Nombre de Dios, (cerca del rio Chagres)

(1573).- Alguacil mayor de Panamá.

Pedro de Ortega Valencia (16-03-1594) Quito. Real Cédula para que si Pedro de Ortega Valencia, hijo de Jerónimo de Ortega Valencia, hereda las encomiendas de su abuelo, pueda permanecer en España hasta cumplir los catorce años.

Pedro de ortega Hidalgo, primo de Pedro de ortega Valencia, 1583, Panamá.

Nació hacia 1520 y murió hacia 1598, embarcó hacia 1540 para América

PEDRO DE ORTEGA VALENCIA (mercader)= Isabel Rodríguez la Hidalga (01-05-1555)Valladolid

Jerónimo de ORTEGA VALENCIA = María de Arellano Ana de Cabrera? 1647 viuda

Mientras tanto en el punto donde se habían asentado los españoles, el Adelantado Mendaña iba conociendo algunos puntos de la isla y obteniendo información sobre ella a través de Bile Banara. Hubo un momento en que Mendaña fue atacado por los nativos de otra tribu, pero fueron reducidos gracias a Bile Banara. Mendaña conoció muchas de las costumbres de la tribu. Comían vinahu, que según Mendaña «una rayz que comen en lugar de pan». Una de las partes más curiosas de este viaje fue que cuando un cacique del poniente de la isla traía como presente al almirante español «un cuarto de carne humana, que parecía de un muchacho» según Hernando Gallego, que enterró allí mismo ante el asombro de los indios, diciendo Mendaña en la lengua nativa que no lo comía. Otro detalle significativo fue que Bile ofreció al Adelantado tres mujeres rechazándolas Mendaña.

La mayor parte de los españoles trabajaba en la construcción de un bergantín de reconocimiento, «el Santiago de 30 toneles», mientras que Mendaña seguía mandando exploradores al interior de Santa Isabel, enviando a los soldados Gabriel Muñoz y Diego de Ávila. Pedro de Ortega, con 35 hombres, dio con un cacique llamado Meta. Ortega sacó información al cacique llevando a uno de sus hijos hasta Mendaña haciéndole saber que en la isla había nuez moscada y clavo. A su vez, Mendaña le mostró perlas y oro y el nativo las reconoció, diciendo a Mendaña que había en abundancia.

El bergantín estaba ya listo para navegar, y el piloto Hernando Gallego y Pedro de Ortega, con doce marineros y diez y ocho soldados, durante un mes costearon Santa Isabel hasta avistar la isla de Ramos (hoy Malaita). Mendaña recibió en su barco un par de veces a Bile. Mendaña le habló en la lengua nativa del rey de Castilla Felipe II y le enseñó en un mapa todos los territorios que poseía su monarca y todos los vasallos. También tuvo la ocasión de hablarle del dios de los cristianos diciéndole que por fin llegaba a las costas y cerebros de aquellas nuevas tierras. Al cabo de un mes, el bergantín de reconocimiento volvió a Santa Isabel con buenas noticias. Gallego y Ortega Valencia habían descubierto todo un archipiélago. Hallaron una gran bahía con siete u ocho islas pequeñas (probablemente la isla San Jorge). Se dirigieron hacia el sur de Santa Isabel y divisaron dos isletas, y luego divisaron una gran isla (hoy Malaita), a la que bautizaron con el nombre de Ramos por descubrirse en su día. Costearon la isla y al sureste de allí divisaron otras dos islas que llamaron La Galeray Buena Vista. Más tarde saltaron a tierra en la isla Flora, la mayor de las islas Floridas. Los españoles observaron que los habitantes de aquella isla «…se enrubian el cabello, huyen del arcabuz, tocan arma con caracoles y tambores y comen carne humana». Más al este los españoles vieron, pero sin desembarcar, San Germán y Guadalupe. Desembarcaron un poco más al sur, en Sesarga (isla de Savo) y descubrieron que en aquella isla se encontraba un volcán en erupción, por lo que tuvieron que abandonarla.

Tras zarpar de Sesarga los exploradores de Mendaña dieron con una isla de grandes proporciones a la que llamaron Guadalcanal debido a que Ortega la descubrió y le puso el nombre del pueblo sevillano Guadalcanal del que es natal. Cuando arribaron a la isla, numerosas canoas y hombres a nado se acercaron al bergantín. Sin embargo, los isleños empezaron a tirar desde tierra piedras a los españoles, los cuales con los arcabuces mataron a algunos indígenas, provocando que el resto se retirase. Ortega saltó a tierra y descubrió numerosos recursos naturales. Se bautizó como Ortega a un río2 y Gallego a otro en los que descubrieron pepitas de oro. Cuando terminaron de inspeccionar la isla, pusieron rumbo a Santa Isabel. En la vuelta fue cuando dieron con la isla Varnesta a la que bautizaron como isla San Jorge. Hernando Gallego relató las noticias más interesantes sobre aquella isla. Su cacique se llamaba Benebonafa y según Gallego en su puerto podían «caber mil naos». Los españoles cambiaron baratijas por perlas con los indios de allí. El bergantín siguió navegando y descubrieron más islas. Descubrieron una isla, también importante, a la que bautizaron como San Nicolás (probablemente Nueva Georgia). Durante el camino descubrieron y exploraron muchos islotes. Gracias a que costearon Santa Isabel pudieron obtener sus medidas. Más tarde los españoles del bergantín alcanzaron a divisar una gran isla, ya casi confinante con la isla de Nueva Guinea, a la que bautizaron San Marcos (puede ser la actual Choiseul). Conocieron y exploraron mucho, pero no estaban satisfechos y Ortega mandó efectuar una exploración por tierra. La canoa que Ortega mandó explorar a tierra, en la que iban nueve soldados, un marinero y un indio amigo, encalló en los corales y naufragaron. Esos náufragos estuvieron perdidos tres días hasta que el bergantín los recogió.

Los españoles del bergantín consiguieron volver sanos y salvos a la bahía de la Estrella donde seguían ancladas sin novedad las dos naos de Mendaña.

Mendaña relataba que “La música que ellos tienen son muchos canutillos de cañas, juntos, puestos por su orden, unos mayores que otros, a manera de órgano, los cuales tocaban con la boca, como quien toca pínfano, y unos caracoles grandes a que ellos llaman coflís. Luego mandé que tocasen (los nuestros) alguna trompeta y pífano, y después cantaron algunos soldados, tocando una vihuela; admirándose de ver nuestros instrumentos, y más de oír cantar. Danzaron luego, que son muy amigos de danzas”.

Fondea en la isla de GUADALCANAL (Gaunbata para sus habitantes) el día 20, y también llaman Ortega un río, con una superficie de 6500 km2, la estimaron tan grande como la Española, muy poblada y rica en jengibre, frutas, puercos y otros productos muy estimados por los descubridores.

Surgieron frente a Guadalcanal, al abrigo de una punta y cerca de un rió que llamaron Gallego. Hernández Catoira, escribano mayor, narra que “ la gente de Guadalcanal hace gran ventaja a la de Santa Isabel, porque son más robustos y negros que ellos y aun tienen mejores pueblos y casas. Y tendrá más de 250.000 hombres de pelea.

Pedro de ORTEGA VALENCIA, alguacil mayor de Panamá, y maese de campo,

Perlas = DAUI, oro=CEREQUE y ABURU, taro= FILA, clavo=AGURU, nuez moscada=AGATARI. Espiritu=KESOTO

 Auspició la famosa expedición marítima de Álvaro de Mendaña que partió del Callao el día 19 de noviembre de 1567 y que condujo al descubrimiento de las islas Salomón, en Oceanía. Mendaña (quien era sobrino del gobernador) reconoció las islas que bautizó con los nombres de Guadalcanal, San Cristóbal y Santa Isabel. En septiembre de 1569, retornó a Callao, tras recorrer más de 27.000 kilómetros. Años después emprendió otra expedición a la Oceanía.

Para esta expedición se alistaron 160 hombres, entre ellos numerosos oficiales como el capitán Pedro Sarmiento de Gamboa, al mando de la nao capitana; Francisco de Gálvez, vicario castrense; el alférez general Hernando.

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