Carta a Andrés Mirón

         Estimado Andrés, cuando sea publicada esta carta, faltará poco para que se cumpla un año, de tu inesperada muerte, un día de otoño de 2004.

         Quien iba a imaginar, que cuando ibas camino de tu pueblo, un irresponsable de la carretera, acabaría con tu vida y la de tu compañera.

         Me impactó tu muerte y por eso te escribo esta misiva, pues odio las necrológicas, ya que supone reconocer la desaparición de alguien querido o apreciado y ya he pasado por otros sufrimientos, incluidos mi padre y una joven cuñada.

         Andrés, nos has dejado… y seguimos sin conocer esa obra tuya, inédita sobre nuestro pueblo Guadalcanal; creo saber los motivos de su no publicación, pero espero que no sea tarde y quizás algún día alguien se decida ha hacerlo.

         Andrés, hacía bastante tiempo que no coincidíamos en el pueblo, y no tuve la suerte de conversar contigo, pero resido en Madrid y desde hace más de veinte años, se encargó de hacerlo por ti, tu amigo José María Álvarez, que siempre me ha tenido permanentemente informado de tus trabajos literarios y los muchos premios que has recibido a lo largo de tu carrera como escrito-poeta; estoy convencido que José María es uno de los que mejor te conocían a ti y a tu obra y tal vez, el que más ha sentido tu desaparición.

         Andrés, también te quiero hacer llegar, que tenemos la suerte de contar en Guadalcanal, con otro gran paisano que tu bien conocías y que no es otro, que el incombustible Concejal Delegado de Cultura, Ignacio Gómez Galván, que me contaba hace unos meses, que estaba en contacto con tu familia, para en colaboración con el Ayuntamiento, editar una recopilación de sus poemas; espero y deseo se haga realidad lo más pronto posible dicha publicación.

         Andrés, quiero finalizar aún sabiendo que no podrás contestar a mi carta, pero sentía la necesidad de comunicarte que la calle donde naciste, ahora lleva tu nombre y que el pueblo de Guadalcanal te ha rendido un homenaje, al que asistieron tu familia, amigos y autoridades, arropados por todos tus paisanos; o sea, un gran homenaje, si no fuera porque has tenido que abandonar este mundo, para que se reconozcan tus méritos.

         Hasta siempre Andrés

                                      Miguel Grillo

                                      Fuenlabrada mayo 2005

Deja un comentario