Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Expediente ermita San Benito

Ermita San Benito

Datos facilitados por Salvador Hernández González

SECCION II (GOBIERNO) – SERIE ASUNTOS DESPACHADOS. LEGAJO 632, DOCUMENTO N ° 12

Bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación y San Benito existe en las inmediaciones de esta villa una ermita que pertenece a esta Parroquia de Santa María. Todos los ornamentos, alhajas y efectos, y hasta las llaves están en poder de una familia de esta villa desde hace sesenta años.

Para que nuestro Eminentísimo y Reverendísimo Señor Prelado pueda formar juicio de lo que hay en e1 particular y disponer lo que considere más justo, me permitiré extractar un expediente que por cierto no se encontraba en el Archivo Parroquial, en donde debió radicar, y que hace poco tiempo vino a mis manos inesperadamente.

Dicho santuario fue casi destruido en la invasión de los franceses a principios del siglo presente. Sus muchas alhajas, ropas de las imágenes y ornamentos pudieron salvarse por el Mayordomo Don Bartolomé Olmedo y Rico, el cual desgraciadamente no conservó el depósito, sino que vendió lo mejor sin autorización, y se apropió su importe, que no pudo ser reintegrado por haber fallecido sin dejar bienes.

En tan lastimoso estado, y desamortizada también una gran cerca de tierras contigua y perteneciente a 1a ermita, un vecino de este pueblo llamado José Vázquez pidió y obtuvo el nombramiento de Mayordomo, comprometiéndose a restaurar la ermita y sus imágenes a sus expensas, como lo hizo, y en 24 de julio de 1819 pidió al Ilustrísimo Señor Obispo Prior de la Real Casa de San Marcos de León, de la Orden Militar de Santiago, a la que pertenecía esta villa, que se le entregasen las alhajas, ornamentos, vestidos de imágenes, papeles y demás efectos que habían quedado, como así se verificó.

Siendo muy interesantes los documentos de que se entregó bajo recibo al José Vázquez en calidad de Mayordomo, creo conveniente copiar a la letra la parte del inventario en que se habla de los documentos. Dice así:

“Una escritura de cuarenta mil cuatrocientos cincuenta reales de principal a favor de la expresada ermita, señalada con el número trece mil ochocientos sesenta y siete, con fecha de diez de marzo del año de mil ochocientos dos, impuestos sobre la Caja de consolidación de Vales Reales de la ciudad de Llerena, hay crédito público, de que deben pagarse por réditos anuales mil doscientos trece reales y diez y siete maravedis de vellón.

Otra escritura otorgada en diez y nueve de julio del año de mil setecientos veintitrés por Don Pedro Huarte de Ortega ante Pedro González de Figueroa, escribano público que fue de esta villa, por la que consta haberse adjudicado por ejecución a 1a ermita, y en su nombre al Hermano Manuel de la Cruz, las tierras de la cerca que eran propias de Juan Muñoz Quintero y Doña Maria Quintero.

Otra escritura de trece de septiembre de mil setecientos setenta y cuatro, otorgada por Don Ramón Pedro García, como Colector de la Parroquial de San Sebastián, por ante Jerónimo Muñoz de Espinosa, escribano público de esta villa, de la que consta la redención que hizo Don Antonio de Castilla, como Mayordomo de la propia ermita y su ermitaño el Hermano Juan de Jesús, de mil sesenta y seis reales de dos memorias impuestas sobre las tierras de la cerca.

Otra escritura otorgada por el referido ermitaño y e1 Colector de la Parroquial Mayor de esta villa en veinte y dos de septiembre de mil setecientos setenta y cuatro por ante el citado

Jerónimo Muñoz, por la cual se obliga el propio ermitaño a invertir en misas rezadas las réditos del censo redimido en el día del Dulce Nombre de María.

Un Breve Apostólico de la fundación y aprobación de la cofradía situada en la citada ermita, y el libro de cuentas de la misma cofradía”.

La cofradía a que se refiere el Breve Apostólico hace muchos años que no existe, y no hay memoria de ella.

Existen otros muchos documentos; yo he visto algunos. Los réditos de que hablan las escrituras no se cobran, ni se dan cuentas. Confidencialmente he podido averiguar que la escritura de los 40 ` 450 reales no está anotada en el gran Libro de la Deuda

Yo ignoro completamente, y nadie me da razón, si al fallecimiento de José Vázquez su hermano Agustín obtuvo el nombramiento de Mayordomo de la ermita de que va hecho mérito. Es lo cierto que en casa de María Vázquez, vecina de esta villa e hija de este, se encuentra todo lo perteneciente al santuario, el cual ha experimentado en estos últimos años los deterioros que son naturales, no habiendo bastado para la completa restauración del edificio el importe del camarín bajo enajenado con las formalidades canónicas. La bóveda de la sacristía cataría caída, como lo está los techos de una habitación contigua, sino hubiese sido apuntalada. A mayor abundamiento, recientemente han fallecido el marido de la María Vázquez y la mujer a quien tenían cuidando de la ermita.

También debo consignar que este vecindario tiene en gran veneración este santuario, de que son prueba las romerías casi diarias que se hacían a él desde la época en que fue ermitaño el Venerable Simón de la Cruz, hombre de gran virtud, muerto en 1711, cuyo expediente de beatificación fue incoado poco después de su fallecimiento, según se sabe por tradición y por otras noticias que existen en este Archivo Parroquial.

Todo lo cual ponga en conocimiento de Vuestra Señoría, esperando que lo eleve al de nuestro Eminentísimo y Reverendísimo Prelado para que resuelva lo que crea justo.

Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años. Guadalcanal, 15 de diciembre de 1875.

Juan Climaco Roda {rubricado}

Señor Secretario de Cámara del Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal Arzobispo de esta Diócesis.

Sevilla

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