20.OCT.1987.- ABC – UN GUARDA JURADO DE GUADALCANAL COBRÓ AYER CUARENTA Y SIETE MILLONES DE LA LOTERÍA PRIMITIVA.

Eduardo Cordobés Cuevas [en la imagen, a la izquierda], un sevillano de cincuenta y dos años de edad, recibió ayer en la delegación provincial del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivas Benéficas el cheque de cuarenta y siete millones de pesetas que le tocaron en la “loto” el pasado día 1 y que estuvo a punto de perder al no darse cuenta que poseía un boleto premiado. Aparentemente tranquilo, acompañado de su mujer y uno de sus hijos, manifestó que por el momento piensa comprarse un coche nuevo, pero que no hará ningún otro gasto, excepto algún capricho para los suyos.

Una semana más tarde de producirse el sorteo, y a instancias del Patronato, que llamó al punto de venta de Guadalcanal para comunicarle que en el pueblo había un boleto premiado, Eduardo Cordobés supo que era millonario. Casado, y con cinco hijos, este sevillano, de profesión guarda jurado en el repetidor que Rtve tiene en esa localidad, asegura que es “muy dejado” y que incluso el día antes de conocer la noticia por poco pierde la cartera donde llevaba el boleto. Gracias a Jesús Calderón, amigo suyo y encargado del bar donde selló el boleto, pudo recibir ayer de manos del delegado provincial del citado Patronato, Ramón Resa, un cheque al portador por valor de cuarenta y siete millones de pesetas, que no le impedirá seguir trabajando, y de los que destinará una pequeña cantidad para comprar un coche nuevo y alguna que otra cosita. El resto lo guardará para asegurar el futuro de sus hijos, de edades comprendidas entre los veintitrés y dieciséis años (el mayor estudia en la Academia de la Policía en Ávila, el segundo está parado, el tercero realiza el servicio militar y los dos menores estudian todavía), y hacer un pequeño viaje.

Al parecer juega siempre a las mismas combinaciones, tomadas al azar o de la fecha de nacimiento de sus hijos, y lo más gracioso es que siempre lo hacía a medias con su comadre, que esta vez ha quedado excluida, pues, cansada de no ganar nada, dejó de jugar.

La casilla premiada era la última de un boleto sencillo de seis apuestas, en la que, como todas las semanas, el agraciado marcó los números 8, 12, 25, 33, 48 y 49.

Eduardo Cordobés invierte bastante en sorteos de azar, y por término medio gasta en ellos del orden de las siete mil pesetas mensuales.

Según manifiesta a ABC Ramón Resa, se dan en la delegación muchos premios de esta magnitud; lo que sucede es que los interesados no quieren publicidad por temor a posibles robos.- Amalia FERNÁNDEZ LÉRIDA.

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