Han llegado los misioneros a Guadalcanal. El padre Antonio Martín Méndez, párroco de la localidad, había pedido a sus feligreses un recibimiento a lo tradicional. El pueblo respondió asistiendo masivamente a la llegada de los jesuitas. Autoridades, hermandas cofrades, asociaciones Culturales y gran cantidad de personas de toda clase y condición, acudieron con las dos bandas de música a la explanada de “El Palacio” a recibir a los padres misioneros. La Virgen de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, recién trasladada desde su ermita, esperaba en la iglesia parroquial el ofrecimiento del pueblo.
Once días durará la santa misión. Once apretadas jornadas que comenzarán cada mañana con el rosario de la aurora y terminarán, posiblemente, con el rezo de una plegaria, pasando por visitas a enfermos e impedidos para que a todos llegue la palabra de Dios.
El fenómeno de la asistencia masiva de fieles a los actos programados, nos lo explica así el párroco: “Vivimos una época de violencia, de odios y de rencores. Estamos perdiendo el sentido espiritual de la vida, desplazado por el materialismo. Guadalcanal acude masivamente a la santa misión, porque ansía oír hablar de paz y de amor a través de la Palabra de Dios”.—Rafael DIÉGUEZ CARRANCO.
