10.MAY.1980.- ABC – MÁS DETALLES SOBRE EL SUCESO DE GUADALCANAL: LAS CARTAS DE LOS FAMILIARES SÓLO ESTABAN FIRMADAS POR EL NOVIO.

Guadalcanal 9. (De nuestro corresponsal). La tragedia en que murió una pareja de novios en Guadalcanal compuesta por María Isabel G. C., de dieciséis años, y Pedro G. L. H., de veintiséis, en vez de un suicidio de común acuerdo, pudiera tratarse de un asesinato y de un suicidio, con lo que desaparecería la versión existente hasta ahora. En nuestro número del pasado martes, en que dábamos cuenta del triste suceso, hacíamos referencia a una carta encontrada en la que el novio explicaba, al parecer, los motivos que lo llevaban a esa situación. En esa misma página, una nota del Gobierno Civil aclaraba que se habían encontrado “sendas cartas” dirigidas a los familiares de los finados, por lo que se deducía finalmente que ambos habían escrito a sus respectivas familias. Hemos podido saber que, efectivamente, se encontraron dos cartas en las ropas del novio. Una dirigida a los familiares de ella, en la que argumentaba los motivos, y otra a los de él, en la que además cedía el coche de su propiedad a su cuñado.

MÁS DETALLES.- A medida que pasan algunos días se tienen conocimientos más exactos de la historia de esta pareja, y por eso pudiera no haber sido una tragedia a lo “Romeo y Julieta”. Un periódico señalaba el nombre de Pedro G. L. como acusado de la presunta violación de una menor a punta de pistola en el lugar donde estaba destinado, hecho ocurrido el pasado día 13 de abril. Para el día 24 de ese mismo mes tenía citación judicial de comparecencia por este motivo, pero, sin embargo, al día siguiente, víspera de la romería de Guadalcanal, y sin que, al parecer, nadie le esperara, llegó a esta localidad con permiso urgente.

ÚLTIMAS HORAS.- Según se comenta por personas que conocían a la pareja, a raíz de los incidentes del novio en la provincia de Bilbao [sic], que según parece conocía el padre de la novia desde el primer momento, las relaciones de ambos habían quedado suspendidas, y fue precisamente en la misma romería cuando hicieron las paces. El mismo día del suceso la pareja almorzó en casa de ella y con su familia. Sobre las cuatro de la tarde escribió el novio en solitario unas cartas en el casino de Guadalcanal, para lo que pidió papel y bolígrafo, empleando bastante tiempo en su redacción. Sobre las siete y media de la tarde, la pareja se dirigió a la iglesia parroquial para asistir a misa, pero salieron antes de que empezara; estuvieron, según parece, en dos bares y fue la última vez que se les vio. El forense dictaminó que las muertes se produjeron entre las ocho y las nueve de la tarde, por lo que se descarta que ese mismo día tomaran copas por los pueblos limítrofes. Al conocerse que las cartas estaban sólo firmadas por él, aunque hablara en plural, y las otras circunstancias que rodean al caso, la versión más generalizada es que no se quitaron la vida de común acuerdo.—Rafael DIÉGUEZ CARRANCO.

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