07.FEB.1963.- ABC – VISITA DEL SEÑOR UTRERA MOLINA A GUADALCANAL.

Ayer tarde, el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, don José Utrera Molina, acompañado de don Manuel Salvador Fernández, delegado provincial de Organizaciones; don Ignacio Arroyo, delegado provincial de Prensa, Propaganda y Radio; don Manuel Sánchez del Águila, secretario del Departamento de Acción Política Local, y de don Antonio Pérez Álvarez de Toledo, inspector provincial del Movimiento, se trasladó a Guadalcanal. En Alanís, el señor Utrera fue saludado por el alcalde de dicha localidad y diputado provincial, don Luis Narbona Álvarez, quien acompañó a las citadas autoridades y jerarquías hasta el cruce de la carretera general con la desviación que conduce a la cima del Hamapega, donde está instalada la emisora de televisión de Guadalcanal. En dicho lugar esperaban al señor Utrera Molina el delegado regional de TVE y director de Radio Nacional de España en Sevilla, don Manuel Delgado Aranda; administrador de la citada emisora, don Manuel Ferraro, personal de la emisora y técnicos de servicios, en unión de los cuales subió hasta la cima visitando detenidamente la emisora, de la que hizo grandes elogios, interesándose por los detalles técnicos. Más tarde fue servido un refrigerio.


El señor Utrera Molina [en la foto], acompañado del señor Narbona y jerarquías provinciales del Movimiento, se trasladó al pueblo de Guadalcanal. En el Ayuntamiento fue recibido por el alcalde accidental y restantes autoridades y jerarquías, entre éstas el Consejo local del Movimiento.
En el salón de actos el señor Utrera dio posesión de los cargos de alcalde y jefe local del Movimiento de Guadalcanal a don Francisco Oliva Calderón, quien, después de prestar juramento, usó de la palabra señalando las dificultades que entraña el cargo y los sacrificios que éste impone, agregando que servir a la Patria es un placer. Manifestó que es imposible traicionar la victoria alcanzada, recabando la colaboración del pueblo al que ofreció su firme voluntad de servicio. Recordó a los que emigraron en busca de mejor fortuna y dedicó palabras de gratitud al alcalde saliente y al accidental, así como al gobernador civil, quien se había desplazado a uno de los pueblos más alejados de la capital. Agregó que la visita del señor Utrera Molina era aguardada con impaciencia y alegría. Expuso las legítimas aspiraciones de Guadalcanal. Fue largamente ovacionado.


Seguidamente habló el señor Utrera Molina. Dijo que su visita obedecía a un doble motivo: primero, a simbolizar su preocupación por los más apartados rincones de la provincia de Sevilla, y segundo, para aclarar con absoluta precisión terminológica las orientaciones de carácter político y administrativo que deben presidir en estos momentos la vida de nuestros municipios locales, aprovechando la ocasión que se le brindaba en la toma de posesión de este nuevo alcalde para rubricar la medida rigurosa “de nuestra decisión y aclarar el alcance de una afanosa convocatoria de entendimiento y de unidad para todos. La Jefatura Provincial del Movimiento, utilizando sus órganos de información política, ha procurado elegir a un hombre dotado de la capacidad suficiente para regir con buen pulso la vida municipal de Guadalcanal. Y aunque todos los nombramientos tienen inicialmente una vertiente de incertidumbre en cuanto al acierto del desempeño de la función encomendada, en este caso como en tantas otras ocasiones, sin atender a intereses de grupos ni a pasiones revanchistas, se ha designado a un hombre dotado de buen espíritu y limpia voluntad de servicio, que habrá de contar, sin dudas, con nuestra ayuda y estímulo y con nuestro criterio de muy rigurosa exigencia”.


Destacó el señor Utrera Molina las características que han de producirse en la gestión municipal, señalando los principios fundamentales de atención al bien común, que han de vertebrar toda función pública. Resaltó la importancia que como jefe local del Movimiento, le corresponde: tarea de unidad y propósito de lograr en la fidelidad a los principios del Movimiento, un afanoso y cordial entendimiento entre los hombres. “Hay que superar viejos rencores –dijo-, antiguos resentimientos. Ambas actitudes no están originadas, ciertamente, por motivaciones ilustres. Vencedores y vencidos constituyen ya la anécdota de una categoría histórica superada por un hecho nuevo y prometedor: la presencia del pueblo de España, con propósito de unidad y deseo de generosa solidaridad y fecundo entendimiento”.


Más adelante dijo el señor Utrera Molina: “Venimos con vestidura antigua y lenguaje nuevo. En nuestros labios hay la voluntad ardorosa de poner en circulación dialéctica el mensaje de nuestro tiempo, que ha de ser sugestivo, abierto y fiel, tanto a la tradición como a los valores del futuro”.
Finalmente, el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento solicitó de todos los presentes la colaboración precisa para dar cima a una amplia empresa de valor comunitario. Y reiteró su fe en España, bajo la acertada capitanía de Franco, indiscutible artífice de la Revolución Nacional.
Fue largamente ovacionado. Al abandonar el salón, le saludaron numerosísimos vecinos, con los que conversó, reiterando su deseo de unidad y de que todos laboren por el bien de Guadalcanal, pueblo al que prometió volver. Tuvo palabras de aliento y convocó a todos a la tarea de un futuro esplendoroso, hacia el que camina España a pasos agigantados.Luego visitó la Jefatura local del Movimiento, saludando a los consejeros, con los que sostuvo un cambio de impresiones. Al abandonar el pueblo, se le tributó cordial despedida. […]

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